Mi lobo

El lobo negro.

Mi madre usa sus binoculares chismograficos sin fines productivos pegada a la ventana como si la casa tuviera auto limpieza y cocina automática ,tenia dias sin que se le quemara el arroz, pero hoy era yo la que estaba al mando de la cocina por que la señora Maria esta chismoseandole la vida a los nuevos vecinos y yo me vuelvo loca en la cocina mientras hago la cena y le hecho un vistazo a la ropa que ella dejo de hace una hora dando vueltas. 
-¿podrías parar de espiar a los demas por un segundo mama? necesito terminar y estaria bien que bayas a sacar los trapos de la secadora- 
-ven, mira a ese chico- yo pongo mis ojos en blanco y me acerco a ella quitándole los binoculares de la mano. 
- son varios, a cual...-dos chico guapos como de mi edad cargan un baúl, uno esta bronceado es alto y bien parecido el cabello color del chocolate despeinado y el otro era lo contrario, tenia el cabello amarrado en una coleta negro y la piel blanca, me dio la impresión de que tenía ojos claros pero mi madre me quito los binoculares de un tirón. 
-¿los viste? estan guapos y todos de tu edad cariño- nisiquiera me dejó ver a los otros chicos. 
-asalta cunas- le dije metíendome en la cocina de nuevo poniendo mala cara 
- claro que no, Karen- ella se ríe- es solo que eres tan solitaria y esa amiga tuya la Roxana, no me agrada, es una alborotadora- yo me río, mi madre no se equivocaba por algo era psicóloga. 
Por los general siempre estaba sola no tenia muchos amigos a excepción de Roxana y eso por que éramos unidas desde el jardín de niños, cuando me defendió de un chico que quería pegarme, a mi madre no le hacía gracia lo que sus "vecinas amigas" hablaban de Roxana, pero ella confiaba en mi Y que no era una alborotadora. 
me limito a reirme, ni por todo el oro de este mundo abandonaría a mi mejor amiga, y si me ponía a pensar las dos estaban locas asi que no tenía escapatoria. 
Mi madre Maria era un de las pocas mujeres en el pueblo con título universitario,solterona, nunca se casó por que nunca se enamoró y me tubo a mi Por inseminación artificial, mi madre y yo eramos los opuestos totales, ella toda rubia ojos verdes grandes, chismosa predilecta del barrio, inteligente, amorosa, bondadosa, yo toda castaña mala para las matemáticas y un poco antisocial defensora de que hay que respetar la vida ajena, amadora de el bosque y los animales y con mal humor. 
Mi mamá se sentaba en un sofá con desconocidos a conocerles la vida y ayudarlos sabiamente, yo también quería ser asi, quería se una psicóloga igual que ella. 
Me meto en el baño pensando en el día de mañana y en la reunión de bienvenida en la escuela, mañana empieza el primer día de clases de mi último año en secundaria, he tenido excelentes notas y estoy casi segura que este año voy a obtener el cupo en una buena univercidad en la ciudad, aunque apartarme de bosque y sus encantos me carcomia el corazon. 
Salgo de el baño por que el celular empieza a sonar con la canción whathever it takes de imagine dragons, el nombre en la pantalla es obvio, Roxana.  
-hola Karen ¿ ya limpiarse tus zapatos y planchaste tu falda?-ella ríe y se muy bien que no me llama para eso 
- no parecen cosas tuyas, tu odias la escuela, ve al grano con lo que quieres preguntar- 
-¿qué tan jóvenes y guapos son los nuevos vecinos?-yo me asomo a la ventana de mi habitación para agarrar la brisa nocturna que trae el delicioso aroma del bosque, mientras,ella parlotea- me dijeron que son cuatro y que están buenísimos- 
- solo vi a dos, si estaban bastante guapetones- le sigo la corriente mientras me quedo alli en la ventana de mi habitacion. 
La ventana de la casa de al lado se habré y uno de los nuevos vecinos se asoma a su ventana, nos miramos fugazmente, el chico de cabellera negra saca un cigarrillo y lo enciende empieza a botar el humo maligno y no se en que momento me perdí en sus ojos azules, por que cuando reaccione solo escuchaba a Roxana. 
-tierra llamando a Karen- miró hacia otro lado aunque el vecino no ha dejado de mirarme. 
-aquí estoy, tengo otras ocupaciones, no todo es escucharte hablar a ti de machos- me voy en risas, por que su risa contagiosa se transfiere a mi desde la otra línea. 
- esta bien te hablo mañana- se despide y me cuelga. 
El muchacho sige alli observando desde su ventana y desgastando el tubito venenosos entre sus dedos de calada en calada ¿fuma? que horrible, cierro la ventana sin antes no ver una sonrisita burlona floreciendo en sus labios. 

La mañana estaba fria y huele deliciosamente, mi madre está atareada por que se quedó dormida, paso hasta tarde chismeando con sus amigas del barrio sobre la vida de quien sabe quién. 
Ambas salimos de la casa, ella se va en su auto mientras grita un fuerte ¡chao cariño!, mis ojos localizan a Roxana que viene con la falda mas corta de lo habitual y por lo que seguro la regañaran, pero ella es asi, ella hace siempre lo que le da la gana. 
- Hola fea- me dice estampandome un beso en la mejilla - tu mama va maquillando su rubia cara mientras conducía, creo que es peligroso- 
- mi madre...¿qué será de sus pacientes? a veces pienso terminara por volverlos locos- ella se ríe mientras mira a la casa de al lado y a Lisa su falda, dos de los chicos salen con los uniformes de nuestra escuela puestos y a Roxana le brillan los ojos. 
-sabia que estaban buenos, las viejas y las jóvenes del barrio no han dejado de hablar de ellos- 
- por que no tienen nada que hacer, deberían hacer cursos de costura o repostería en vez de estar hablando de todo el mundo- yo la tomo de la mano y la impulsó a caminar- si segimos mirando vamos a llegar tarde- 
Los chicos nos miran y el moreno sonrie tiene una sonrisa preciosa, infantil, con un toque pícaro. 
llegamos a la escuela, mega poblada, la única de todo el pueblo en las que cabe destacar estaban primaria y secundaria juntos y por eso el montón, aparte que las intalaciones eran pequeñas, eso hacia que la escuela se viera con más volumen, tenia el presentimiento de que los nuevos vecinos estarían en nuestro curso y así fue, todos estaban mirando a esos dos como si fueran cosas preciosas traídas de otro planeta o actores de la pantalla grande, por que los pueblerinos son asi todas las cosas nuevas o de la ciudad le atraen, sienten curiosidad y bueno dice un dicho pueblo pequeño infierno grande y El pueblo de Bello Monte no se quedaba atras en cuanto a pequeño y a infierno pues la lengua de los pueblerinos eran lo suficientemente calientes para encender el infierno. 
-chicos ellos son Liam y Ken Montserrat- el profesor se rasca la cabeza y escanea con la mirada si hay algún puesto disponible en nuestra ya muy llena aula- chicos, alla, detrás puedo ver dos puestos disponibles- genial detrás de mi. 
ellos se acercan y me miran a diferencia de toda la clase que está mirando hacia ellos hago como que ni los he visto. 
La clase transcurrió tranquila y al salir Carlos, por cierto profesor de biología, borrachon, el guia del nuestro curso, el mas aburrido de toda la escuela, uno de ellos me toca el hombro. 
-eres la chica de al lado- es el moreno el de la sonrisa bonita 
- Si, hola- 
- hasta en la escuela seremos vecinos, mi nombre es Liam- lo miro con desdén por que ya lo sé, el profesor ya lo dijo- espero seamos buenos amigos- le Di un vistazo al peli negro pero este estaba absorto en su cuaderno haciendo garabatos en el, al parecer es mas callado, o simplemente tiene aires de superioridad. 
me concentro en lo mío no me interesan y menos si llaman tanta atención, eso es molesto para mi. 
El día fue aburridor y senti que los dos chicos estaban en todos lados, en la cafetería, en el campo de fútbol y hasta cerca de los baños pero ya de regreso a casa Roxana me puso de lado y se mezcló con ellos con la escusa de que podíamos ir los cuatro juntos ya que vivíamos en el mismo sendero. 
No me enoje pero me sentía incomoda por que el chico de ojos azules, Ken, no dejaba de mirarla como si fuera un dulce tirado en el suelo y el una hormiga debatiendo si picar el azucar. 
El otro tenia esa sonrisa, aunque linda, en exceso, me parecía estúpida. 
llege por fin a casa y no me despedí de ninguno como la buena antisocial que era. 
Roxana siguió con ellos y pues yo me meto en mi casa para encontrarme con la sorpresa de que teníamos visitas, reunión de chismografica. 
me meto en la habitación y me tiro un baño fugaz, mi mamá ni se dio de cuenta cuando salí, por que me voy a hurtadillas por la ventana de mi cuarto, me interno en el bosque que huele de las mil maravillas, camine hasta retirarme, que ninguna casa se viera y ningun ruido humano se escuchara, hasta encontrar el pequeño arrolló que pasaba por el lugar, adoraba el bosque, era un lugar sumamente preciado para mi, aunque nadie compartía mis gustos, mi madre decia que los lobos no eran de fiar y siempre me decía que no debía ir. 
A la verdad aprendi a ir en secreto, pues lo olores y la vida que lo habitaban me atraían de sobre manera podia durar horas acostada o caminando era como estar en mi elemento, nunca me había perdido, siempre llegaba a casa como si nada, muchas veces vi lobos pero nunca me isieron nada, al igual que los zorros y los conejos se iva apenas figuraban mi presencia Y sólo solían observar a los lejos si es que no desaparecían de mi vista. 
me acuesto en el suelo en mi lugar favorito ya las plantas tenian el molde de mi cuerpo y parecia mas una capa de hierba corta y mullida, cerré los ojos para apreciar mejor el olor de el ambiente, recordé el día que traje a Roxana conmigo y me dijo que yo estaba loca, que el bosque a solas y en silencio le daba miedo, que los ruidos que emitían las aves y los cuervos le daban mala espina y que asi era de tenebroso y parecía sacado de los cuentos de brujas que leía su padre. 
sonrió recordando ese día y como se dio contra un arbol por que se le enredaron los pies con las raíces de los arboles. Siento movimientos cerca y abro los ojos, y veo pájaros volar como quien huye de algo, por lo general las aves son lo único que no huye de mi asi que sospecho que algun animal o leñador furtivo esta por allí. 
me siento en el suelo mirando el alrededor hasta que mis ojos encuentra a un lobo tomando agua de el arrolló, ambos nos miramos y el lobo parece mas sorprendido que yo, cosa que no me es extraña, lo normal era que yo los viera y ellos se fueran enseguida asustados, pero ese se quedó alli mirándome, empeze a detallar y me di cuenta que era mas grande que los demas que había visto, probablemente un alfa y que su pelaje no era gris si no de un intenso color negro y abundante, ojos plateados pero serenos y siguió tomando agua haciendo como que yo no existia, no deje de mirarlo me causaba mucha intriga lo hermoso que era, nunca había visto un lobo así por los alrededores, no tenía miedo a que me atacara, si venia hacia mi, podria trepar un árbol y la verdad yo era muy rápida, mas de lo normal, simplemente podia hecharme a correr. 
Pero el solo se fue dejándome curiosa y con unas ganas enormes de segirle el paso, pero no me atrevía a encontrarme con una manada. 
Estube alli un rato, mas hasta que me dio hambre y me devolví a casa, mi madre no estaba pero me había dejado algo guardado en el microondas y lo comi mientras veía la television. 
aunque la noche llego con una Maria muy borracha a la cual tube que ayudar a acostar y que a Dios gracias la trajo un taxi me acosté a dormir soñando en los lobos que habitaban el bosque y a las criaturas que huían cuando algo las molestaba. 


 



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En el texto hay: romance aventura amor juvenil

Editado: 29.07.2022

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