Una noche fría avecinaba con asechar en Coldcity, en el bosque los animales correteaban para ir a sus madrigueras excepto una raza de animales
Esa noche los hombres lobos estaban inquietos, ansiosos más el Alpha, por fin después de cuatro interminables lunas pudieron localizar a la gran Alpha. (Cada luna es una semana, dos lunas es igual a dos semanas)
--¿estás seguro que estará ahí? ¿Y si mi mate está ahí, lo aceptarías por ser humano?—pregunta atemorizada mi hermana, Eider
Desde que Eider completo su transformación está empeñada y no ha parado de buscar a su compañero.
--Tienes que estar tranquila—froto sus hombros—además la luna sabe cuándo y quien poner en tu camino—mi hermana de inmediato me braza—lo se soy el mejor hermano
Me da un manotazo—arrogante.
Eider es hermosa tiene unos grandes ojos azules, tenía un cuerpo que las otras chicas se matarían de hambre para obtenerlo, su cabello le llegaba hasta su cintura, era un negro brillante y lo que caracterizaba a la manada Moonlight era el mechón blanco que todos teníamos, algunos los tiene por la raíz otros por detrás etc. si no naces con este peculiar mechón no formas parte de mi manada
--Y respondiendo a la otra pregunta, sí mañana será el gran día—me inclino un poco y aúllo avisándoles que mañana tenemos que partir, ellos me siguen aullando también
Eliza
Me desperté de golpe un escalofrió me recorrió la espina dorsal, estaba sudando eran aproximadamente las cuatro de la mañana dirijo mi mirada a la ventana que tenía un balcón, me levante, me puse mis lentes y abrí las ventanas dándome la brisa de enero peculiarmente hacia más frio ese día que los otros.
Un aullido, seguida de esta muchos mas
Santa mierda, lobos en Coldcity no es buena idea.
Cerré rápidamente las ventanas y me puse de nuevo en mi cama trate de dormir de nuevo pero no podía algo en mi interior estaba inquieto tratando de salir y decirme algo
A eso de las siete me levante de la cama dejando el aburrido libro de “don quijote de la marcha”, si fuera por mí no leería ese tipo de libros
A las siete y media estaba bañada, vestida y preparada para ir al instituto, y claro con mi peluca bien puesta, maquillada y peinada, antes de bajar me mire en el espejo
No era una chica hermosa, y eso siempre me lo recalcaban a diario, las ojeras acompañaban mis ojos verdes pero no se notaban mucho por los lentes, no era alta media 1,65 no tenía el mejor cuerpo, en realidad apenas y tenía algo, en fin tenía lindos sentimientos eso bastaba ¿no?, igual nadie se fijaría en mí.
Bajo las escaleras con pasos lentos, al escuchar como papa se queja de porque los libros no están ordenadas en orden alfabético
--¡Haz algo tu si quieres tanto orden!—grita y agarra un plato dispuesta a lazárselos, otra vez no
Corro escaleras abajo, le quito el plato a mamá y tranquilizo a papá el cual parece que va a tener un ataque de nervios
--Yo me encargare de los libros después del colegio—este asiente—ahora ve y lávate la cara.
--¡Tu padre no hace más que quejarse en esta casa!—se quejó para nadie en específico--- ¿cariño ya comiste?
--No tengo hambre, me voy que se me hace tarde—esta asiente y lleva dos platos a la mesa
Antes de poder dar un paso más mamá agarro mi mentón y examino mi maquillaje, ropa y peinado
--Sabes que te quiero cariño…-- oh no venía otro sermón—pero esta semana no te toca teléfono y lo sabes—toqueteo la peluca con disgusto—que tengas un lindo día—termino con una sonrisa
Tenía horarios para tener el celular, el fin de semana pasado estuve hablando con Willy, mi mejor amigo, y a quien mis padres odian solo porque tiene diferentes gustos de lo que un hombre “tendría que tener”, y eso es ridículo. En fin me castigaron hasta el próximo fin de semana
Cuando cruce la puerta me permito respirar, estas cosas siempre se ven por las mañanas pero en las noches están como una pareja feliz
Después de diez minutos y muchos saludos de gente que no me conoce llegue al Royal High, las horas de clase estaban llegando a la mitad de la jornada hubiera preferido que Willy estuviera aquí pero estaba en Italia por asuntos familiares, el director solicito que vayamos a la entrada la cual es suficientemente grande como para que podamos escuchar
--¿Qué quera tu padre Eliza?, estamos perdiendo horas de practica—dice mi primo caminando a mi lado, me encojo de hombros
Nos reunimos y este empieza a parlotear muchas cosas por lo cual no hago mucho caso, de repente mi corazón empezó a latir rápidamente, una presión se instaló en mi pecho, las manos me sudaban y el aire me empezó a faltar
La puerta se abre abruptamente haciendo que todos los estudiantes dirijan la cabeza donde proviene el sonido, diez personas entraron cargados de un estilo “témannos somos peligrosos”, pero todo con sus diferentes rasgos y color de pelo, pero lo que los caracterizaba era el mechón blanco que resaltaban en sus cabelleras, significaba que todos venían juntos
El olor de menta me embriaga totalmente, mi mirada cae en el chico que están en frente liderando lo que sea que estén haciendo aquí, tenía los ojos grises, unos hermosos ojos grises me hipnotizan, su nariz respigada, sus pómulos y mandíbula marcados le daba un aire de chico malo, era alto calculaba unos 1,80 o más, era musculoso y fornido, creo que si me cargaba lo podía hacer fácilmente con una sola mano y lo que más me llamo la atención su cabello era sedoso y liso, tenía ganas de tocarlo y despeinarlo, peinado hacia arriba era de dos colores negros del lado izquierdo y blanco del derecho , no parecía que estaba pintado sino que lo tenía así desde siempre.
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Editado: 14.11.2021