Mi Luna #1

Capítulo 20

Hades

 

El sonido de una cámara me despertó, cuando abro los ojos Eliza estaba tomando la foto de yo dormido mientras que el enano descansa en mi pecho.

 

Espera ¿Cuándo despertó Eliza?

 

Me levante con cuidado de despertar al enano, abrace a mi Eliza y uní nuestras labios en un apasionado beso

 

--Joder cuanto te extrañe.

 

--Yo también querido, no sabes cuánto.

 

--¿Cuándo despertaste?—espera se había quitado la peluca ¡la peluca!

 

--Ayer por la noche después que este chiquito aquí te llevo arrastras a su habitación, ¿por cierto quién es?

 

--Pero… si fueras Eliza me hubieras despertado ¿Quién eres?—pregunte confundido, además sus ojos no eran verdes eran amarrillos

 

--Verdad no nos hemos presentado, Stella loba de Eliza un gusto—sonrió—creo recordar al niño berrinchudo, que empezó a llorar cuando yo me transforme antes tú.

 

--Tenía quince, además eso quedo en el pasado.

 

--Y ¿Quién es?—dijo apuntando al niño que seguía durmiendo

 

--¿El enano?, es Dimitri vino hace dos días diciéndome que está haciendo Ciro con los vampiros

 

--Pero él no es un vampiro…espera acabas de darle el mote de ¿enano?, ¿enserio? —dijo soltó una carcajada y miro al niño.

 

--Pienso quedármelo—admití-- sus padres murieron además tiene los mechones blancos.

 

--¿Es por los mechones? o ¿Por qué le agarraste cariño?

 

--Ambas—mentí, me lo iba a quedar igual—salgamos para que duerma más.

 

Salimos en silencio, empezamos a bajar por las escaleras hasta la planta baja ya que estábamos en el último piso, en del medio para mi  delta y beta, y abajo esta la sala, cocina, comedor, y una oficina. Pero cuando mis guardias nos miran bajan la cabeza de inmediato, era costumbre que hicieran eso por respeto pero algunos la veian con temor, y me doy cuenta que algo hizo Stella por la sonrisa triunfal que carga 

 

--¿Qué hiciste Stella?

 

--¿Yo?—pone una mano en su pecho—nada no sé porque preguntas

 

--Stella…

 

--Bueno, en la noche no pude dormir, entonces salí por un vaso de agua y los muérganos de tus guardias casi me echan, los amenace y les dije que los iba a matar si no respetaban a su luna—suspiro recobrando la paciencia--Después de eso fui al bosque a…-- detengo la caminata para ponerme enfrente

 

--¿Llevaste guardias? ¿Que fuiste a hacer? ¿Por qué tan tarde?

 

--Lleve a dos guardias que no resultaron ser unos idiotas, segundo: por la diosa Hades ¿Qué crees que iba a hacer?, frotarme contra un árbol y tercero: porque no podía dormir y necesitaba una caminata.

 

--En fin en la caminata me encontré a un ruguers vagando y el cual casi nos ataca, bueno es un omega que echaron de su manada y perdió su luna todo ese día, entonces me apiade una vez en mi vida e hicimos un trato si yo le quitaba ese dolor y asignara otra mate el no sería una molestia ni atacaría ninguna manada—relamió sus labios—y gracias a Athena por sus poderes hice lo prometido

 

--No pensaba que eras tan cínica para apiadarte una vez en tu vida—sonreí retomando la caminata hacia el comedor  

 

--Sínica no, esa es Athena—frunzo el ceño—la vampira, yo la mala y Eliza la bondadosa—asentí

 

--¿Hades?—nos volteamos a la vez que la voz del enano se escuchó. Este tenía lágrimas en los ojos y corría con sus pequeños pies a nuestra dirección

 

Cuando llego abrazo de inmediato mis pies, ¿Qué había pasado?, ¿Por qué lloraba?

 

--Y-yo pen-saba… que te me ha-bias…aban-donado—dijo entre llanto, lo cargue tratando de tranquilizarlo

 

--Hey yo nunca haría eso, ¿por quién me tomas?—dijo sacándole un sonrisa-- ¿la recuerdas?—pregunte mostrando a Eliza, bueno a Stella pero no le iba a decir porque lo confundiría mas 

 

--¡la bella durmiente!—Stella sonrió por el apodo—por fin despertaste, Hades no paraba de verte cada hora

 

--Hablamos que iba a hacer un secreto.

 

--Ups, yo dije nada—sonrió inocente—mejor vamos a comer

 

Seguimos caminando hasta el comedor, Dimiter no paraba de hablar con Stella la cual se veía feliz, después llego Eider que también se unió a la conversación. En la tarde estuve encerrado en la oficina por el montón de trabajo que tenía, con los informes de las manadas, pero unas risitas en el patio me hicieron pararme y ver en la ventana.

 

Stella estaban jugando a la pelota con el enano, este se había caído y antes que empezara a llorar le empezó a hacer cosquillas, sonreí ante a escena. Lo mejor que pudo a ver pasado es encontrar a mi Eliza y al enano

 

Me volví a sentar y llame a Bastian, el cual vino en seguida con los labios hinchados, con los brazos cruzados y una expresión de querer matarme

 

--¿Interrumpí algo?—dije divertido

 

--No, pero que quieres—solté una carcajada—ya dime que quieres

 

--Llama al abogado y dile que traigas papeles de adopción

 

--¿Vas a adoptar al enano?—dijo ahora el burlándose

 

--Yo le digo enano, tu no—bufe—y si lo voy a adoptar dile al abogado que venga

 

Asintió y antes de irse le dije que llamase a Stella, tenía muchas preguntas y aún tenía una conversación pendiente con Eliza




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