Lunes
2h39am
Las solitarias calles de Alemania, y la fuerte tormenta torrencial, hacían el lugar tenebroso, a pesar de las altas horas de la noche, donde sólo se escuchaba la lluvia chocar con el pavimento dejando en cilencio por completo las quejas de aquel señor...
-¡Te dije que no estaba jugando!... Por última vez ¡¿Donde está mi dinero?!- a pesar de la lluvia aquel hombre con un cigarro en la mano a la altura de sus ojos, con cierta autoridad hacia aquel señor que por poco era irreconocible.
-¡Yo...!- estaban tan moribundo que no podía ejercer una sola oración, esto solo aumentaba más la ira de señor del cigarro, haciendo que sus hombres lo siguieran golpeando.
Ante las súplicas, gritos, lamentos... El hombre en el suelo rogaba por su vida, menciona una y miles de veces "Te lo pagaré lo juro " Pero estas palabras no calmaba su ira, solo en un instante de compasión y de no querer ser el culpable de un posible asesinato, dejó aquel hombre con una última advertencia.
-¡Te daré 3 días, para que me regreses mi dinero, si no lo tienes hasta entonces, tomare tu linda hijita como pago, la utilizaré como prostituta en mi bar...!- sin más tomo el cigarro y lo apago justo en su frente, dejándolo así por completo solo.
Moribundo, y con graves heridas, debajo de una fuerte tormenta, pero esto no era nada de lo que el estuviera preocupado, sabiendo sus últimos días que tenía para pagar dicha deuda, la cual no tenía la mitad de esta... Y lo peor seria lo que pasaría si no llegara a pagarla.
Con dolor en las costillas y partes Aleatoria de su cuerpo se levanto para su casa, aun que quedaba a una hora de la ciudad al pequeño pueblo donde esté avitaba, estaba decidido a ir a pie, ya que por mas mala suerte que tuviera ya no pasaban los buses por esta zona... Es su más miserable momento solo podía resar por misericordia.
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El sol ya estaba por salir y la lluvia ya avía cesado, y aquel sujeto acababa de llaga a su casa, donde en esta reinaba en cilencio, para el, era mejor que todos siguieran durmiendo, que lo vieran en estas condiciones era más doloroso que los moretones por todo su cuerpo, era la viva imagen de un indigente de la calle, la suciedad por todo su cuerpo y ropa, la ropa rasgada y ultrajada, los golpes, la sangre... Todo en el solo reflejaba lastima.
Martes
12h13
Media noche y aquel sujeto regreso de nuevo a la ciudad, esta ves en busca de ayuda, su idea solo era vaga y estúpida, ir a los casinos más lujosos del lugar, encontrar a un hombre rico y suplicar por ayuda... Estaba tan desesperado que sin pensarlo decía "Hacer todo lo que pidieran" talvez incluso matar a alguien, pero fracasa, solo de mirar su apariencia, sus notorias arrugas y canas que ya hacía por todo su cuero cabelludo, su rostro solo reflejaba moretones, cansancio y señales de que su ámbito solo era apostar.
-¡Por favor! Se lo suplicó, haré lo que quiera... ¡Se lo pido por favor!- las súplicas de el no podía ser más humillantes, arrodillado enfrente la última persona que podía ayudarle, sus lágrimas y sollozos de ayudas casi se escuchaba por todo el lugar, apesar de ser una de las zonas VIP donde sólo los más ricos se daban el lujo de estar en ese lugar... más sin embargo era extraño ver a un hombre como el en ese lugar, no pertenecía a niguna título social ni tenía un estatus, lo único que tenía eran deudas y más deudas...
-¡JA!... Un hombre como tu ¿Que me podría ofrecer mi?- dijo con gran ironía el joven, la arrogancia que reflejaba en el, la superioridad... con estás palabras, el señor ya no sabia que decir, una gota de sudor, se resbalaba por su frente, miestra que miraba al piso sin saber que decir.
-¿Usted... Tiene espo-sa?- ¿A donde quería llegar el señor con sus preguntas? Eran tan fuera de lugar, pero que instintivamente el joven pudo entender.
-No... No tengo- solto una risa burlona, al saber el camino que tomaría esta conversación.
-¡Por favor joven, a cambio del préstamo... Le... Le daré a mi hija en matrimonio...!- sus palabra dolían solo de decirla y más a su corazón y moral, pero las opciones eran escasas, el joven por su parte no podía evitar reírse ante tal propuesta.
-¿Tu hija? Jaja... ¿Me darás a tu hija a cambio de uno cuantos fajos de dinero? Que inútil, piensas dejar que tu hija sea la moneda de cambio, para tus deudas por gastarte todo en apuestas....- el joven solo se burlaba de las propuesta del señor, al ver hasta donde puede llegar las personas por desespero...
-Prefiero que mi hija sea solo de un hombre, que la pueda cuidar darle una buena vida, a que termine pagando mi deuda como prostituta en un bar de mala muerte- apessar de ser la propuesta más descabellada, el joven quedó siertamnete impresionado ante la sinceridad, talves se equivoco en cierta parte, solo no quiere que a su hija le dañen su integridad, y siga manteniendo su pureza e y inocencia... -Mi hija es lo más valioso que tengo en mi vida, y si la voy a entregar quiero que sea a un hombre que le pueda proteger, se que con su poder ella estará en buena manos- el joven seguía relamnete pensativo, estaba pensando seriamente si aceptar este trato, ya que esto iba encontra de sus principios, esto era realmente una propuesta loca, pero en su parte tenía sierta razón -Mire... Si quiere, aquí... La puede ver...- con desespero y sus manos temblorosas saco su billetera donde siempre llevaba un foto de su hija, cuando esta solo tenía trece años...
-Solo lo pensare... Ahora sal de mi vista- sin que el señor pudiera protestar, los guardias lo sacaron a la calle, por tal arrebato tan inesperado causo que la foto de sus manos se callegara, dejándola a los pies de aquel joven, donde sólo la recogió y se quedó mirando la imagen por unos cuantos minutos...
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