Mi Luz en la Oscuridad - Min Yoongi (suga) - Bts

Capítulo 40


 

- No te imaginas la decepción que tuve cuando me enteré de que precisamente él era tu novio, o que aparentaba serlo – prosiguió.

Sentí un estremecimiento en aumento y me abracé para calmarme. A Yoongi no le habían faltado ocasiones para asesinarme, pero no lo había hecho, sino que me había salvado la vida varias veces.

- No es verdad – respondí desamparada.

- Si, mi niña, él tenía que cumplir con la misión de su hermano para reponer el honor de la familia, créeme – dijo, y prosiguió con tono despreciativo – Para un lamia nada es más importante que el honor de la familia – rió cuando Yoongi bufó y le mostró los dientes.

Incrédula, miré a mi tío.

- ¿Tú… tú sabes lo que es?

Yoongi respondió por él:

- Claro que lo sabe – se inclinó hacia adelante mirando a mi tío - ¿Quién, dime, quién cometió el grave error de convertir a escoria como tú en un vampiro? – dijo con asco.

Mi tío sonreía, y a mí se me paró el corazón cuando le vi los colmillos, que mostraba sin pudor. Dios mío, lo conocía desde que tenía uso de razón, ¿cómo no me había dado cuenta? Pero, claro, ¿lo había visto alguna vez antes de que anocheciera? No. ¿Lo había visto comer alguna vez? La respuesta era otra vez no. Sentí un escalofrío y hundí las uñas en mis brazos. Seguía sonriendo mientras se dirigía al escritorio y se servía la última copa de una botella con líquido rojo. Me dio un vuelco el estómago y tuve que llevarme la mano a la boca, intentando relajarme. Le dio un trago y miró a Yoongi.

- Era un bastardo arrogante como tú, un estúpido insensato incapaz de reconocer cuál era su lugar. Se entrometió y lo maté – dijo tan tranquilo que me dio miedo.

Yoongi respiró hondo y pronunció algo en aquel otro idioma, con frialdad y dureza. Se miraron fijamente un instante. Parecía que el suelo temblara bajo mis pies y me hiciera perder el equilibrio al borde de un precipicio.

- ¿Y cuándo pensabas decirle la verdad? – preguntó Yoongi señalándome con la barbilla. Se me puso la piel de gallina.

- Tarde o temprano hubiera descubierto que yo… - respondió Seokjin.

- ¡No hablo de ti, creado! – lo interrumpió Yoongi y me miró - ¿Cuándo le ibas a decir que es mitad lamia?

- ¿Qué? – el vacío del precipicio que sentía era amenazante - ¡Tío Seokjin! Por favor… - imploré sin saber exactamente qué pedía, pero antes de que me respondiera, Yoongi dijo:

- ¿Tío Seokjin? – se quedó mirando a mi tío. Pareció comprenderlo todo y no podía evitar la decepción, que luego se convirtió en rechazo y rabia - ¡Maldito desgraciado! ¡Ahora entiendo! – exclamó dando un tirón a la cadena - ¡Fuiste tú! Tú mataste a Jong Suk y a su esposa.

- ¡Cierra la boca, yudraj! – dijo golpeando la copa contra el escritorio.

Yoongi me miró.

- ¿Te acuerdas de lo que decía tu madre en el diario? ¿Del David que trabajaba para tu padre? ¡Él no es Seokjin! ¡Es David!

- ¡Cállate! – exclamó mi tío acercándose a grandes pasos a Yoongi para hacerlo callar.

- No es tu tío. Él mató a tus padres.

Tuve que apoyarme en la pared de libros para no caerme. Tío Seokjin le dio un puñetazo a Yoongi, que rebotó en el hogar y cayó al suelo.

- Te dije que cerraras la boca, yudraj – gruñó, y se inclinó hacía él.

- O si no qué, ¿me matarás? – Yoongi se levantó – Me pregunto por qué no lo has hecho ya. Me necesitas para algo, si no ya me hubieras liquidado, así que ahórrate las amenazas – con desprecio se limpió la sangre del labio con el revés de la mano - ¿Por qué mataste a Jong Suk y su esposa, “Seokjin”? ¿Por qué él no quería usar a su hija para ser el príncipe más poderoso?

Mi supuesto tío le apretó el cuello a Yoongi contra la pared del hogar, sin que pudiera hacer nada para defenderse, y le asomaban los colmillos mientras reía.

- Jong era un desgraciado que no hubiera sabido aprovechar una oportunidad ni aunque se la hubieran servido en bandeja.

Yoongi le mostró los dientes.

- Ya sabes lo que hace el Consejo con los que matan a quienes los crea.

El hombre que conocía como tío Seokjin apretó más el cuello de Yoongi.

- Era un pusilánime que se enamoraba de mortales y no aprovechaba lo que el destino le ofrecía: un fruto del amor, su hija, medio lamia medio humana.

- No me extraña que pienses que era un desgraciado – dijo Yoongi a golpes de voz -, no sabes qué son ni el amor ni el honor.

Seokjin le golpeó la cabeza contra el hogar, y me pareció oír crujir sus huesos. Yoongi gimió y sus brazos cayeron inertes. Quise acercarme, pero no me atreví. Mi supuesto tío se inclinó sobre Yoongi.

- Tienes razón, yudraj, te necesito, pero no tengo por qué aguantar tu parloteo, y nadie ha muerto porque le cosieran los labios. Una palabra más y aviso a mis hombres para que traigan hilo y aguja, es una buena idea, ¿te gustaría?

Quizá Yoongi estuviera demasiado aturdido como para decir nada, la cuestión fue que no abrió la boca. Quizá supiera, como lo sabía yo, que cumpliría con su amenaza. Seokjin resopló con desprecio, lo soltó y dijo algo en esa lengua extraña. Se volvió y, bajo su mirada, me sentí como un ratón ante una serpiente.

- Vamos arriba, Haneul, te lo contaré todo – dijo, y extendió el brazo. Negué con la cabeza – Ven cariño, está encadenado, pero no me gustaría dejarte sola con él; es un monstruo.

- Igual que tú – se me escapó. Me tapé la boca con la mano y di un paso atrás; mi espalda chocó contra la librería.

 

La figura de mi “tío Seokjin” se alzaba sobre mí. Amenazante y creciendo cada vez más, al igual que mi miedo.

 

 

 

¡Hasta aquí el capítulo! <3

Espero que lo disfrutéis muchísimo.

Muchas gracias por el apoyo.

Historia adaptada.

Original:



#390 en Fanfic

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Editado: 12.06.2020

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