Capítulo Siete

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En la madruga Laurent sintió un peso en su pecho y empezó a abrir los ojos y se encontró a su adorable mate durmiendo abrazada a él, el no pudo resistirlo y le dio un pequeño beso en su cabeza, sabe que ella no querrá que la bese pero se las ingeniara para poder enamorarla a tal paso que ella no se despagara de él, pero al parecer no debió darle aquel beso puesto Catalina empezó a retorcerse entre los brazos de Laurent al punto de abrirlos y ver a Laurent pero sin salirse de sus brazos.

-Cata, ¿Por qué me abrazas?

-Por qué le tengo miedo a la oscuridad y a los relámpagos y siento que tú me proteges.

-Entonces jamás dejes de abrazarme porque siempre estaré a tu lado.

Catalina y Laurent dormían plácidamente cuando la lluvia había cesado pero una capa de frio se hizo presente y bueno dos personajes estaban como piedra Catalina y Laurent mientras que John dormía plácidamente con su mate después de agradable charla con ella una charla que termino en una cama y los dos dormidos. Las dos parejas estaban durmiendo pero la diferencia que hay entre ellos es que una de las parejas está enamorada y la otra no, yo diría que están en camino, puesto que Catalina dormía plácidamente entre los brazos de su mate además que los sentía tan agradables que los de su padre solo que estos tenían un agradable olor, pero de repente un olor fétido de carne muerta, sangre de dragones y demonios combinados, hizo que Catalina despertara y que Laurent se pusiera alerta para proteger a su amada de cualquier mal.

-Por suerte que estoy media adormilada o si no yo misma acabaría con aquella alimaña-Pensé desde mi puesto aunque ya me estaba despertando de mi sueño de mil años.

De un momento a otro a lo lejos se escuchó un gran ladrido o más bien dicho parecía una bestia de gran magnitud por el eco que se hizo y cada vez se hacía más grande.

-Cata…

-Laurent escuchaste ese ladrido y percibiste aquel hedor.

-Lo percibí y mis sospechas tú las has confirmado.

-Mejor nos vamos debe ser un Shigotibo- Comento con mucha seriedad debe ser algo malo para tener esa cara, es como si tratara de ocultar la verdad para no angustiarme.

-Laurent ¿Que es un SHI-GO-TI-BO? - al decir esa simple palabra o mejor dicho al preguntar su cara se deformo y se hizo sombría, parece que no debí preguntar.

-Catalina un Shigotibo es un hibrido, hijo de demonio y hechicero es en pocas palabras un en engendro malvado vive de muerte y dolor, se le puede encontrar por su aroma ya que no tiene una forma definida pero por su olor y la magnitud de su ladrido debió vender su alma por más poder, pero su misma codicia lo consumió. Hace mucho cuando apenas tenía seis años fue cuando vi uno por primera vez y casi me asesina por no ser por un hombre que lo mato yo no estaría aquí peque- Me relato desde su puesto y yo solo atine a abrazarlo.

-Y ¿Qué paso con el hombre?- Pregunte por que su semblante callo en estos momentos veía a un Laurent débil como un niño perdido.

-El me miro y me dijo “ten cuidado niño que estos animales te matan sin resentimientos no tienen alma ni corazón” y se fue y yo por supuesto me fui corriendo a contarle a mi familia pero mi madre no me creyó, mi padre no estaba y mi abuelo solo hacía que odiara a la gente que estaba a mi alrededor pero por suerte él ya está muerto y no te podrá hacer nada mi linda mate.

-¿Tu madre no te creyó, ¿pero porque?, ¿Tu abuelo te pe-pegaba?-Pregunte sentándome en sus piernas y acariciando su cabello.

-Mi madre pensó que simplemente debió haber sido una pesadilla, pero no lo fue porque tengo el collar del hombre, es una perla negra, nunca en mi vida había visto una bueno hasta entones. Y mi abuelo el, él era un tirano y lo único que hacía era que todos lo odiaran ya que pensaba que el odio se podía igualar al respeto y yo voy por el mimo camino.

-NO, Laurent mírame tú no eres un tirano, talvez un poco brusco para decir las cosas pero vi tu aura es delicada y le gusta ayudar a la gente talvez nos cueste un poco pero te ayudare a que no seas un tirano porque nadie puede cambiar tu hermosa aura, además con todos los años que tiene no a cambiado porque cambiaria ahora.

-Gracias, te adoro y perdóname por lo que te hice, además ven y súbete a mi espalda te dejare en tu casa no quiero que te pase nada.

Y lo hice me coloque detrás de Laurent, mis brazos y piernas lo rodeaban y me daban la vista detrás de su cuello, su olor me hacia querer dormir y bueno una cosa llego a otra y me quede dormida, se soy una floja y lo digo a los cuatros vientos.

-Hey llegamos-Me hablo Laurent saltando un poco para que pudiera despertar.

-Todavía no llegamos, si te detienes aquí tendré que caminar trecientos metros o sea tendería que caminar treinta mil centímetros- Me Salí de su musculosa espalda y me coloque adelante suyo con mis brazos cruzados y con una cara de enojo lo más convincente que pude.

-Sí o sí, ya se talvez quieres que pegaran por gritarte o quieres eso – me cometo con voz ronca acercándose, estábamos a unos centímetros me dieron unas ganas tremendas de vomitar porque yo nunca he dado mi primer beso, pero si es verdad quien me besaría, soy la pequeña nieta el alfa nadie se me acercaría por miedo pero prefiero estar las veinticuatro horas del día con Rabby , Murinette , Mailo y Christofer que con una compañera amo leer y ver anime que maquillarme e ir de compras , para los demás debo ser subnormal.