Ethan y Christopher.
P.O.V. ETHAN.
-- Sube -- le ordenó y él lo hace solito. A veces me dan ganas de hacerlo todo por ellos pero luego Lexie me da un golpe en la cabeza y me amenaza con dejarme en el sofá, no lo hago. Pero aún quiero ayudarlos como cuando no sabía qué hacer pero ya crecieron, más que todo Chris, que es más independiente a la hora de hacer cosas.
Le ayudó a abrocharse el cinturón, al menos en eso sí le puedo ayudar.
-- Listo pequeño guerrero.
Cierro la puerta de la camioneta y la rodeo para subirme de piloto, Chris va en los asientos de atrás.
-- ¿Por qué mamá no me lleva a comprar las cosas?
-- Por qué tiene que cuidar de tus hermanos, solo tú no te has enfermado. -- pongo en marcha la camioneta.
Como todavía son humanos puede enfermarse y Chris al saber que Nethan se enfermó se alejó de él diciendo que no quería un virus cuando ya casi empiezan las clases. Y el niño apenas tiene diez años.
-- ¿Podemos ir al cine? ¿Siiiii? -- lo veo por el espejo retrovisor, tiene una gran sonrisa parecida a la de Lexie en su rostro.
Christopher al pasar de los años ya no se pareció a Nethan, Chris el cabello lo tiene oscuro, su piel en blanca y sus ojos cambiaron a un color negro.
-- Mamá nos regañara.
-- No sabrá nada si no le contamos -- sonrió. -- Además, hemos huido de ellos. Así que es un momento de Chris y papá. -- su voz en firme a decir lo último.
Chris es un niño decidido y firme, algo que me encanta de él, desde que sabe lo que hace un Alpha, Chris está fascinando con ser uno, ya sea de esta manada o de una propia. Y es el único que tiene ese interés, así que él es quien a veces me acompaña aunque también llevó a sus hermanos pero ellos se ponen a jugar.
-- Hijo, mamá prácticamente me echó de casa junto a ti.
-- Yo solo quería pintar la puerta de mi habitación.
-- Y por eso nos echaron, a mí por no estar pendiente de ti, cuando hoy me tocaban cuidarte.
-- Bueno, te perdono si vamos al cine y a comer un helado.
-- Para que lo sepas eso es chantaje hijo.
-- No conozco esa palabra, solo tengo diez años pero para conseguir mi perdón hay que hacer eso -- río.
-- Ya veremos. Pero hay que comprar pintura por tu desastre. -- estacionó la camioneta y bajó de ella.
La rodeó y ayudó a Chris a salir, cierro las puertas con llave y lo tomó de la mano para ir al centro comercial. Él es el más alto de los tres, por lo que molesta a Nethan.
-- Hay que comer algo antes, tengo mucha hambre. -- me dice.
-- Bueno… como ya bautizaste este día como de Chris y papá -- él sonrió -- hay que comer algo bueno.
La sonrisa de Chris no siempre es sincera pero solo lo notaría si eres cercano a él y lo conoces bien. Pero a mí siempre me da esas sonrisas tiernas que solo le muestra a su familia, y es uno de mis favoritos.
-- ¡Hamburguesas! -- da pequeños saltos aún con agarrado a mi.
-- Eso será -- comenzamos a caminar, más bien yo camino y él salta como un sapo hasta llegar al lugar.
Nos sentamos en una de las mesas y de inmediato viene un mesero a tomar el pedido.
-- Yo quiero una de doble quedó, papas fritas y un jugo. -- dice.
Pido lo mismo ya que confío en los gusto de mi hijo, el mesero le da un pequeño dibujo para que se entretenga y él con gusto lo acepta.
-- Papá -- me llama y lo miro -- ¿Qué pasará cuando tú dejes de ser Alpha?
-- Uno de ustedes lo será.
-- ¿Pero qué harás con mamá? -- eso me hizo reír.
-- ¿Como que haré con mamá?
-- Es decir, ¿Irán a algún lugar? ¿O se quedarán con nosotros? Yo prefiero que se quede, no quiero lejos a mis padres -- sonrió.
-- Le he prometido a tu madre que conocerá el mundo -- me inclino más en la mesa -- pero te prometo que siempre estaré ahí para cuando me necesite, solo llámame e iré rápido. No importa lo que esté haciendo, siempre iré por ti.
-- ¿Lo prometes por el meñique? -- levanta su mano en un puño pero con el meñique afuera.
-- Lo prometo, pequeño guerrero. -- entrelazo mi meñique con el suyo.
-- Una cosa más, cada año iremos a jugar béisbol -- sonríe y yo río.
-- Tu lo que quieras.
-- Pero no le digas a los demás, se van a poner celoso. -- me guiña un ojo y vuelvo a reír.
***
-- ¡Te atraparé enano! -- exclamó, llevo diez minutos buscándolo, después de comer venimos a unos juegos, Chris quiso jugar en uno que tiene unas pequeñas pistolas y tiene que seguir a los demás y dispararle con el láser de la pistola.
Pero mi hijo siempre sale corriendo cuando me ve, y el enano corre más rápido que mi. Diosa, ya estoy viejo.
En eso el chaleco que tengo puesto hace un sonido, dando a entender que alguien ya me disparó, doy media vuelta y veo a Chris con una sonrisa festejando que me ganó.
-- ¡Yo gano! -- exclama con los brazos extendidos.
-- Eso fue una trampa -- me excuso.
-- Nop -- niega -- soy el mejor -- dice.
Salimos del campo de juego y entregamos las armas y el chaleco, le ayudó a quitárselo ya que tiene problemas.
-- Gracias papá, ha sido una excelente tarde. -- dice él feliz y eso me saca una sonrisa.
Lo cargo, y él como puede rodea sus piernas en mi torso.
-- No hay de qué hijo.
-- ¿Qué vamos a hacer ahora? -- pregunta.
-- ¿Qué quieres hacer?
-- Mmm -- piensa -- ¿Podemos ir a comprar juguetes?
-- Ya tienes muchos en tu habitación.
-- ¡Por favor, papá! -- hace un puchero y sonrió.
-- Solo dos.
-- Tendré que escoger sabiamente -- lo dejó en el suelo y lo agarró de la mano para comenzar a caminar.
Al llegar a la tienda él corre al pasillo de carros de juguetes. Lo sigo de cerca y él se sienta en el suelo a ver todo.
-- ¡Mira papá! -- señala un carro de colección que le gustan -- ¡Ya están aquí! ¿Puedo llevarme este? A mis amigos le dará envidia saber que ya lo tengo -- río, diosa.