Algo de nosotros, simplemente algo perfecto
Después de eso entramos a la casa a seguir disfrutando de la noche, aunque lo que habíamos hablado me dejó un poco intranquila y triste, pero trate de que esos sentimientos se alejaran de mí, por lo menos por esta noche.
Después de celebrar como a las once de la noche se fueron todos y decidimos hacer una pijamada con Matthew su hermano y mis hermanas, ya que dentro de unos meses ya casi no los veremos, solo en vacaciones entonces fue como una mini despedida con nuestros hermanos y la verdad fue muy bonita, ya que primero decidimos hacer un desfile con mi ropa mientras los jueces eran Matthew y su hermano André, la verdad es que fue muy chistoso y divertido, luego contamos historias de miedo logrando que más de una vez mis hermanas gritaran, luego llevamos colchas hacia la sala y empezamos a ver películas, todas fueron o caricaturas o chistosas por petición de los pequeños, ya que habían quedado muy asustados por las historias de terror, así que vimos la película de Bob esponja, Mohana, la última de la era de hielo, luna de miel en familia y son como niños. La verdad es que después de eso los niños ya estaban dormidos, así que apagamos la tele y nos acomodamos para luego dormirnos, fue una pijamada muy linda, aunque un poco triste ya que aunque mis hermanas me desesperen aun así las adoro y no verlas ni a ellas ni a mis papás es algo muy triste.
El día siguiente fue muy gracioso ya que agarre de colchón a Matthew y él obviamente se despertó muy adolorido, me dio mucha lastima. Y para acabar con todo los trols que tenemos como hermanos hicieron una de sus travesuras y nos despertamos muy bellos, Matthew como una bella princesa muy maquillada y yo pues como un apuesto hombre con bigotes y unos enormes lentes hechos con marcador.
—¡Pequeñas trols! —Les dije al ver mi rostro en el espejo. Enserio que aun no entiendo porque lo hacen si ya están grandes. Bueno quizá no son unas señoras pero tampoco son unas bebes.
Me lave la cara, los dientes y salí del baño para bajar a cenar. Obviamente con mi bella pijama lo cual es una camisa enorme que me llega a las rodillas y un pans. Obvio siempre fashion, nunca infashion.
—Hola familia. —Dije entrando al comedor y cuando vi a mis hermanas me puse seria. —Y no crean que esto se va a quedar así, saben que me vengare. —Les dije en forma de amenaza a las pequeñas trols que me pintaron la cara. Luego de eso me senté a comer con mi familia y con Matth y su hermano.
Luego de eso los padres de Matth los vinieron a traer pero antes de irse, quedamos en que saldríamos con nuestros amigos, ya que muchos se irían muy pronto a sus universidades, así que vendrá por mí a las cinco de la tarde.
Entonces decidí hacer una videollamada con mis amigas para ponernos de acuerdo.
—Chicas, salida, hoy ¿Qué les parece? —Dije solo se conectaron.
—Pero por supuesto que sí, yo me apunto. —contestó Fernanda.
—Cuenten conmigo. —Dijo Camil
—Conmigo también. —Dijo Eliza
—Hasta la pregunta me ofende, es obvio que yo también voy. —Dijo Caro.
—Bueno, yo no me quedaré atrás así que si voy. —Dijo Alejandra.
—Perfecto. Sabía que no me fallarían. Entonces nos vemos a las cinco en el centro comercial de siempre. —Dije brindando la información.
—Claro aya nos vemos. —dijo Fernanda.
—Bueno. ¿Iremos solo nosotras o irá alguien más? —Dijo Camil.
—Nop, también irá Matth y sus amigos. —Le respondí, ya que se me había olvidado decirlo.
—Bueno, bueno. Pero nos debes una salida de chicas. —agrego Eliza.
—Esta bien. Bueno las dejo porque solo quedan dos horas para vernos y yo no estoy ni bañada, adiós las amo. —Dije colgando ya que si me quedo empezaran a molestar.
*****
Luego de un baño largo, cambiarme, peinarme y colocarme labial, metí mis cosas esenciales en un bolso pequeño que me encanta usar, ya que se ve hermoso cruzado y combina con todo. Bueno luego de arreglarme vi la hora y me di cuenta que eran las cinco menos cinco minutos, así que me apresure a salir de mi cuarto. Cuando estaba bajando las escaleras escuche el timbre de la casa.
—Yo voy. —Grité para que nadie se levantara de su lugar. Al abrir me encontré a Matth, él cual simplemente se veía perfecto.
—Hola Princesa, se ve hermosa como siempre. —dijo y yo señoras y señores me convertí en un tomate en ese instante, ya que aún no me acostumbro a que me diga cosas así de lindas de esa manera tan espontánea.
—Este bueno, que linda la tarde no. —dije intentando cambiar de tema.
—Nunca cambia. —dijo entre risas.
—Que tarde es, bueno vamos. —dije saliendo de la casa para que ya no dijera nada más. El transcurso para el centro comercial fue muy corto así que no llegamos tarde.
Al llegar ya todos se encontraban ahí (que puntuales verdad). Bueno al estar todos juntos decidimos ir a ver una película y luego fuimos a comer unas deliciosas pizzas.
Cuando ya estábamos sentados comiendo pizza empezamos a platicar.
—¿Cómo se sienten los tortolos, con la separación? —preguntó un amigo de Matth. A lo cual respondió Matthew primero.
—Pues muy bien, la verdad es que al principio nos costó pero sé que lo vamos a solucionar. —dijo él antes de comer un pedazo de pizza.
—Es cierto, nos amamos y eso es lo que cuenta. Aparte nada hay imposible en esta vida. ¿Verdad Matth? —Dije volteando a verlo.
—Claro que si princesa. Usted sabe que por usted hago lo que sea y en mis planes no está perderla así que la distancia no podrá acabar con nuestro amor. —dijo él abrazándome.
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Editado: 16.01.2023