Reto
Dormí casi todo el día, apenas sentí como a las cinco de la tarde así que luego de arreglarme el cabello en un moño salí del cuarto pues mi cuerpo me estaba exigiendo alimento. Al llegar a la cocina encuentro a Triz tomando agua.
—Hola Triz, buenos días. —saludé mientras me dirigía al refrigerador para sacar la leche y comer con un poco de cereal.
—Buenas tardes querrás decir, porque ya son pasado las cinco. —respondió sonriendo.
—Es verdad, perdón pero estaba tan cansada, eso de manejar me es tan cansado y estresante. —respondí con mi plato ya servido para empezar a comer enseguida.
—Me imagino, pero lo bueno es que no tienes que manejar tan seguido a tu casa. —agrego para luego lavar su vaso en ese momento me di cuenta que estaba arreglada.
—¿Saldrás? —pregunte sentandome en el desayunador
—Si, un chico de la universidad de la carrera de ingeniería me invitó a cenar, así que decidí aceptar. —respondió un poco sonrojada, a lo cual sonreí.
—¿Te gusta? —pregunte aun sabiendo la respuesta ya que era más que obvio
—Pues es muy lindo y me trata muy bien, aparte es tan inteligente y caballeroso que decidí darle una oportunidad. —contesto enseguida a lo cual le sonreí
—Estoy muy feliz por ti, que bueno que has encontrado a un buen chico, me lo presentas para dar el visto bueno. —agregó mientras metía un bocado a mi boca.
—Claro, veré como va la cita de hoy y si todo sale bien te lo presento el lunes. —respondió tomando sus cosas mientras se dirige a la puerta
—Me parece perfecto, espero y todo salga bien, con cuidado y cualquier cosa no dudes en escribirme. —dije mientras ella se estaba por salir.
—Cada que hablas así me recuerdas a mi hermana mayor, creo que todas las hermanas mayores son así, bueno te dejo y si cualquier cosa yo te escribo, adiós. —finalizó al salir de la casa, luego de ello termine de comer y lave mi plato para después agarrar un poco de helado con nutella y dirigirme a la sala para ver mi serie favorita.
Luego de un rato tocaron la puerta así que puse pausa al capítulo para ver quien era, al abrir me encontré con un sonriente Isaias.
—Hola, ¿qué haces aquí? —pregunté mientras comía un poco de helado.
—No me digas que se te olvidó la cita de hoy para probar los chocolates y comer alitas. —Contestó lo cual tuve que analizarlo un poco hasta que recordé el momento hoy en la mañana.
—Es cierto pasa, pero en mi defensa diré que media vez yo esté adormilada mi cerebro no recuerda ni analiza nada. —agregue mientras lo dejaba entrar y cerraba la puerta detrás de él.
—Bueno solo porque eres tu te perdono,y dime ¿que hacías? —pregunto caminando a la sala.
—Pues lo que hace la gente normal, ver series y comer helado con nutella. —respondí
—Okey, entonces si quieres seguimos viendo la serie mientras comemos las alitas y luego comemos los chocolates. —respondió colocando una caja en la mesa
—Claro me parece perfecto, iré por unos platos y vasos. —dije dándome la vuelta.
—Espera, primero tu regalo. —contesto a lo cual me di la vuelta para tomar la caja relativamente grande y un poco pesada que me estaba entregando.
—Muchísimas gracias, enserio que lo aprecio mucho. —dije muy emocionada mientras sostenía la caja
—De nada ya sabes que por ti haría cualquier cosa. —Agregó sonriendo.
—Bueno, deja la llevo a mi cuarto y luego voy por los platos. —conteste emocionada viendo la caja entre mis manos.
—Tranquila, ve a dejarla y yo voy por las cosas para comer. —respondió a lo cual solo asenti y me dirigí a mi cuarto, al llegar no pude evitar abrirla para ver todo lo que contenía, luego de ver todo rápidamente la volví a cerrar y salí de mi cuarto, al llegar a la sala Isaias ya se encontraba sentado asi que me senté a su lado tomando un plato con alita para después darle play al televisor luego de una hora ya habíamos terminado de comer y de ver tres capítulos de la serie asi que decidi apagarla para poder comer los chocolates.
—Bueno ahora sí a probar esos chocolates tan curiosos. —dije apagando la televisión y volteando a verlo muy emocionada.
—Si, solo espero que sean solo sabores raros y no feos. —agregó el. Luego de ello nos sentamos en el suelo uno frente al otro con la caja de chocolates en medio de ambos. —Al que le toque un sabor feo debe de hacer un reto. —agregó muy emocionado.
—Esta bien me parece perfecto. —agregue muy emocionada y rogando que no fuera a mi a la que me tocara cumplir el reto.
Luego de eso empezamos a comer uno por uno y por el momento no le tocaba a nadie, pues hasta el momento los sabores aunque algunos eran extraños o exóticos al final sabían delicioso. hasta que llegó el turno nuevamente de Isaias y al morder el chocolate su rostro cambio a un gesto de asco a lo cual yo sonreí ya que había ganado.
—Ja, perdiste. —dije entre risas mientras él tomaba un poco de su agua para quitarse el sabor del chocolate.
—Si has ganado, bueno ahora te toca elegir el reto —respondió luego de terminar de tomar su agua.
—mmmm deja lo pienso, debe de ser un buen reto para que valga la pena ganar. —respondió pensativa.
—Pues piensalo bien, mientras tanto iré a la cocina por más agua y helado porque aún no se me quita ese horrible sabor de la boca —agregó mientras se levantaba y dirigía a la cocina, así que me quede pensando y decidí que no sería mala, es más haría algo para que fuera feliz ya que lleva un tiempo sin novia y ya necesita algo. así que cuando regreso hable.
—Ya tengo tu reto. —hablé en el momento en el que se sentó frente a mi.
—Te escucho —respondió para después tomar un poco de agua
—¿Te gusta alguien? —pregunte a lo cual en ese momento el se empezó a ahogar con el agua mientras tosía.
—¿A qué viene eso? —pregunto cuando dejó de toser.
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Editado: 16.01.2023