Monstruo
Narrado por Matthew:
Me siento tan abrumado por todo lo que me está pasando, creo que nadie en esta vida está preparado para vivir algo como el cáncer y menos a mi edad.
Y de todo esto lo que más me duele es estar lejos de Samanta, nunca imaginé que llegaría el momento en el que tendría que romperle el corazón ya que hacerlo rompió también mi corazón.
Aun recuerdo él momento en el que me enteré de que tenía cáncer. Fui a recoger unos analisis que me realizaron luego de un desmayo el cual creía que era normal pues ya me había pasado algunas veces y yo lo atribuía al cansancio y estrés, pero al llegar al hospital me hicieron pasar con el médico el cual me dio esta horrible noticia, tenía cáncer en la sangre en una etapa un poco avanzada, en el momento que escuche aquello salí corriendo del hospital, ya que me sentía aturdido y lo único que necesitaba era salir del lugar, al estar lejos me senté en una banca y empecé a llorar pues sentía como mis sueños se desmoronan frente a mi, como todo aquello que soñaba vivir con Sam se veía tan lejano e imposible.
Luego de unos minutos mis lagrimas habia desaparecido, asi que mas tranquilo decidí que debía de ser positivo no por mi sino por mi familia y por Sam, no quería que se enteraran ni tampoco provocarles dolor así que lucharía y haría hasta lo imposible por salir adelante y recuperarme, así que regrese al hospital para que el doctor me dijera mis posibilidades y lo que debo de hacer para vencer este horrible monstruo llamado cáncer.
Al llegar al hospital no me esperaban buenas noticias ya que debía de empezar un tratamiento el cual me dejaría algunos malestares, así mismo debía de realizarme unos análisis para poder entrar en la lista de donadores de médula, lo cual si encontraba un donante me proporcionaba muchas más posibilidades de sobrevivir, es decir era mi mayor esperanza.
Empecé con el tratamiento y los exámenes de inmediato y traté de estar en la universidad aunque mi situación lo complicaba todo. Los primeros días fueron los más fáciles pues no sentía tantos síntomas, es más me sentía normal y pensé que sería la excepción y que los síntomas no me afectarian a mi, pero claramente estaba completamente equivocado, ya que luego de una semana empezaron los malestares ya que me costaba estar de pie sin marearme y los vómitos y sangrados nasales se hicieron más frecuentes.
Aún recuerdo como intentaba fingir que estaba bien y tapar los moretones que me empezaron a salir meses después.
Los chequeos se volvieron más rutinarios y el dolor más constante siendo esto parte de mi día a día y aun cuando el doctor me prohibió viajar pues mi situación no mejoraba yo necesitaba verla y saber que estaba conmigo para saber que yo podría contra esto y más.
Recuerdo que empecé a tomar muchas más pastillas cada vez que viajaba a verla para poder disminuir los síntomas y que no se dieran cuenta de lo que pasaba, asi como empece a usar un poco de maquillaje y ropa más floja como camisas manga larga para cubrir los moretones y delgadez, algo que me funciono el primer año.
Pero el siguiente año mi madre descubrio mis pastillas y no tuve más remedio de contarle la verdad, aun no puedo olvidar su rostro de dolor y desesperación al saber que tenía cáncer, en ese momento mi corazón se rompió pues aun cuando todos se enteraron, en llanto me dijeron que no me dejarian solo y que harían hasta lo imposible para que pudiera salir del cáncer. Lo cual debo de admitir que fue un alivio ya que al ser apoyado por mi familia me ayudaba a no sentirme tan solo y agotado, en ese mismo viaje me acompañaron a España donde se realizaron análisis toda mi familia para saber si eran compatibles para poder donar su médula,lo cual lastimosamente fue negativo y luego de unos largos meses en donde yo había decidido dejar la universidad ya que era demasiado para que mi cuerpo lo soportara y más porque poco a poco los medicamentos dejaban de funcionar y surtir menos efecto en mi. En ese momento en donde yo estaba perdiendo mi fe y el miedo crecía cada vez más, encontraron un donante para mí.
Recuerdo que cuando recibí la llamada casi lloré de emoción pues creía que esta tormenta había pasado.
Así que en ese mismo instante fui al hospital para poder arreglar todo y así poder realizar el trasplante lo más pronto posible.
Luego del trasplante fueron unas semanas críticas aunque yo me sentía más que emocionado pues todo indicaba que el trasplante había sido exitoso, luego de algunos exámenes el doctor me dijo que todo parecía funcionar perfectamente y yo me sentía cada vez mejor lo cual lograba que mi esperanza aumentará, aun recuerdo que esos dias mis padres tenian que escribirle a Sam y decirle que los exámenes finales no me dejaban tiempo para hacer llamadas y aunque me dolía mentirle no quería que se preocupara y menos cuando mi recuperación era más que evidente.
Luego de un tiempo yo me encontraba muy bien, seguía con algunos medicamentos, pero aparte de ello todo estaba volviendo a la normalidad al punto que mis padres ya no vivian conmigo de vez en cuando me visitaban pero era muy poco.
Decidí que no era necesario contarle a Sam todo lo que había pasado ya que era preocuparla de más ya que esto era solo una horrible pesadilla de la cual ya había logrado despertar.
Pero era más que evidente que estaba equivocado ya que luego de un año me dio una recaída tan fuerte que si no hubiera sido porque me encontraba en el hospital por un chequeo quizá hubiera muerto, puesto a que pase en coma dos semanas, al despertar mis padres se encontraban junto a mi con los ojos llenos de tristeza lo cual me hizo entender enseguida que en definitiva no era tan fuerte como para vencer a este monstruo.
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Editado: 16.01.2023