Adios
—Cristine que bueno verte ¿A qué se debe tu visita? —Dije con pijama y con los ojos hinchados, luego de abrirle la puerta.
—Hola Samanta, solo vine a dejarte esto y a ver como sigues mí niña. —me dijo extendiendo un sobre y sonriéndome, ya que aunque se que ella esta igual o mas afectada que yo por la muerte de Matth siempre ha tratado de estar fuerte frente a mi pues soy como una hija para ella, de la misma forma en que Matth era como un hijo pra mis padres.
—He estado mejor. ¿Qué es esto? —respondí intentando sonreír y viendo confundida el sobre que sostenía.
—Matthew me lo dio una semana antes de morir y me dijo que era para ti, pero por todo esto se me había olvidado que la tenía hasta que hoy la volví a encontrar así que te la traje. —Me dijo con la voz baja ya que las lágrimas se le empezaron a salir. Cuando vi que tenía mi nombre escrito con su letra empecé a llorar, así que la abrace prometiendo que algún día la visitaría ya que también son mi familia, luego me dirigí a mi habitación, al estar a dentro de ella empecé a llorar pues ahora sostenía en mis manos la última cosa que Matth había hecho para mi, después de un rato me tranquilicé y decidí abrir el sobre el cual contenía una carta la cual tomando toda la valentía y fuerza que me quedaba decidí leer.
~ Samanta mi amor, mi princesa, mi esposa. — Así es como empezaba la carta y la verdad es que yo seguía llorando, no podía evitar que cada palabra rompiera y asfixiara mi corazón y alma.
~ Si lee esta carta es porque yo ya no estoy y probablemente no me haya podido despedirme de usted. Lo siento princesa, sé que ahorita se sentirá devastada y por eso hice esta carta.
Sé que no quiso hablar de este momento en donde yo me tendría que ir, ya que siempre que se lo mencionaba evadía el tema.
Entonces sabiendo que no dejaría que me despidiera de usted personalmente, lo haré por medio de esta carta. Le quiero decir que la amo, que es lo mejor que me ha pasado, que no cambiaría nada de mi vida si eso implica olvidarla. —me detuve mientras intentaba contener las lágrimas que nublaban mi vista,
Sabe desde que la conocí me cautivo, con su forma tan peculiar de ser, es tan única, tal vez no es perfecta pero si única y la verdad la amo como a nada en este mundo.
Fue mi luz en medio de todo este dolor. Sabe, todo el proceso lo soporte porque su imagen siempre estaba en mi mente. Me hizo inmensamente feliz. Estar casado con usted fue lo mejor que me pudo pasar, la experiencia que más amé de nuestra relación. Amo todo de usted, amo la forma en la que habla, en la que camina, en la que se expresa, amo ver como se le ilumina el rostro al hablar de su libro favorito, amo su forma de ser, amo su forma de hacer pucheros aunque a veces lo usaba a su favor, sabiendo que no le podía negar nada, amo hasta su forma de enojarse, en fin amo todo de usted, le agradezco a la vida el inmenso privilegio que me dio de compartir mi vida a su lado y por eso le quiero pedir algo. —una sonrisa se escapó de mis labios pues leer esto me hacía recordar todo lo que habíamos pasado juntos y de la inmensa historia que creamos juntos a lo largo de estos años.
Le quiero pedir que me deje ir, sé que en estos momentos estará muy triste y sentirá que no puedes sin mí, ya que yo la amo de la misma forma en la que usted me ama, pero quiero que siga con su vida, no quiero que deje todo parado solo porque yo no estoy, ya que yo siempre la cuidare aunque no esté a su lado. quiero que olvide lo que una vez nos prometimos, no se si lo recuerda, nuestro pequeño lema de si te mueres yo me muero contigo, por favor olvídelo. Al contrario quiero que ahora viva más que nunca pues debe de vivir por los dos, no se deje vencer por el dolor,
Quiero que viva su vida al máximo, que rías, que disfrutes, que sane su corazón poco a poco y aunque le duela siga adelante, ya que eso es lo que quiero y sobre todo que ame le quiero pedir que si se llega a enamorar de alguien y ese alguien la hace feliz, no se detenga y que se permita amar y no sienta que me traiciona, ya que yo quiero que ame, que sea feliz.
La quiero y espero algún día volverla a ver. Ya que aquí la estaré esperando con ansias.
Con mucho amor y ahora desde el cielo, Matthew.~
Al terminar de leer la carta llore como nunca había llorado, haciendo la promesa que él quiso, prometí que me levantaría y lucharía para que él se sintiera orgulloso de mí, viviría por los dos aunque me doliera viviría sabiendo que eso era lo que él quería, sabiendo que él me conocía tan bien que dejó esta carta para decir todo eso que nunca lo deje decir por miedo su partida, ya que por mas que me duela leer esta carta también es un bálsamo para mi alma. Luego de llorar desconsoladamente me quedé profundamente dormida.
—Princesa, mi amor reacciona. —Escuché su voz que me llamaba, así que poco a poco abrí mis ojos y lo vi. Era Matth, estaba sentado al lado mío en la cama. No lo podía creer.
—Matth, ¿es usted? —le pregunté al borde del llanto. Tirándome a sus brazos, para luego sentir como sus brazos me rodeaban, sintiendo como mi corazón volvía a estar completo nuevamente.
—Si princesa, soy yo. —Me respondió besando mi frente.
—Pero ¿Cómo es posible? —Dije separándome de él, viéndolo a los ojos, esos ojos que tanto extrañaba. Se veía muy bien, sin ojeras bajo sus ojos, el cabello igual que cuando lo conocí, su piel con un brillo especial y esa sonrisa hermosa que siempre me mostró a mi y solo a mi. Se veía perfecto.
—Simplemente, me permitieron estar de nuevo con usted, ya que tengo algo que decirle. —Me dijo, a lo cual solo llore y me aferre a él para volver a sentirme completa.
—Lo extrañe tanto, no sabe el dolor tan grande que siento sin usted. Lo extraño tanto, perdón por no haber estado con usted en sus últimos momentos. —dije sin separarme de él, no quería soltarlo y que se fuera de mi lado, necesitaba decirle todo lo que sentía era la única oportunidad que tendría para hacerlo y no quería desaprovecharla.
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Editado: 16.01.2023