Maraton 4\5:
Luego de un rato, estando instalado a mi lado, aún mantenía el semblante tenso. ¿Qué habría sucedido para que estuviese en ese estado?
-¿Amor estás bien? -le pregunto mientras espero que Helena vuelva del baño.
-Si cariño ¿Por qué lo preguntas? -Dice cambiando inmediatamente el semblante a uno sorprendido. Por lo visto no se percató de que lo observaba.
-Por qué parecías molesto hasta hace solo cinco segundos.
-Ha, no. Es solo que estoy cansado cariño.
-Oh, bien. -Digo aunque se que me esta mintiendo. ¿Qué será lo que me oculta? Esa y otras dudas más surgieron en mi interior.
Hago de cuenta de que le creo y vuelvo a mi conversación con Helena.
El viaje de vuelta a casa lo hicimos en completo silencio, pero no era un silencio normal, este era uno incomodo, lo cual era raro ya que siempre hablábamos de cualquier cosa.
-¿Estas bien amor? -pregunto rompiendo el silencio.
-¿Mmm?
-Te pregunté que si estás bien. -Vuelvo a decir.
-Si cariño solo estoy cansado. -Contesta sin despegar la vista del camino.
-¿De que hablaron tu, Matt y Dylan? -le pregunto una vez más.
-Nada importante cariño, cosas de la oficina. -responde una vez más, pero logro divisar que como hoy se vuelve a tensar.
-¿Sucede algo? ¿Algo va mal?
-No amor, es nada sin importancia.
《Algo sucede. James no es de actuar así. Algo pasa aquí, y debes averiguarlo Laura.》Me incita mi conciencia.
Mientras James conduce volvemos a quedar en ese silencio incómodo.
-¿Café? -le pregunto sin darme vuelta.
-Por favor. -Contesta.
Hace una hora que llegamos a casa y mi cabeza no deja de regresar una y otra vez al comportamiento de mi novio en las
últimas horas, ¿Por qué no quiere que sepa que es lo que ocurre? Es evidente que me está mintiendo. ¿Tendrá una amante? Esas y un millón de dudas comienzan a pasar por mi cabeza. Debía hacer algo por que no me gustaba quedarme con ésta sensación de que algo me ocultaba.
Luego de ducharme, salí vestida con una camiseta de James.
Al entrar al cuarto secándome el cabello, lo encontré con la espalda apoyada en el respaldo de la cama.
Me acosté a su lado y mientras él me rodeaba con sus brazos comenzó a acariciarme la espalda logrando que me relajara y conciliara el, por lo menos por algunas horas me olvidaría de la sensación extraña que sentía en mi pecho.
No sé en que momento de la noche me desperté. Apenas extendí el brazo en busca de James me encontré sola en la cama.
Me levanté y salí al pasillo. Me recibió el silencio.
Bajé las escaleras y me dirigí al estudio de James. Al llegar estaba la puerta cerrada, pero por debajo se filtraba la luz del interior. Se escuchaba que hablaba.
Estaba entre la duda de si entrar a preguntar que ocurria o escuchar lo que hablaba. Me decidí por la segunda opción ya que estaba segura de que si hacía lo primero no me diría lo que ocurriría.
Pegué la oreja a la puerta, por lo que escuchaba se notaba la voz cargada de irritación de James hablando con alguien.
-...
-Te dije que no. Ella no puede saberlo. Además ya te dije que lo solucione.
-...
-No, ella no tiene por que saberlo, ya quedó en el pasado eso.
-...
-Solo, dejalo así, olvidate de ese asunto.
Sin duda estaba manteniendo una discusión similar al de hace unos meses atrás solo que ahora estaban hablando no solamente de una mujer sino de que ya se había ocupado de el tema, ¿Pero cual? Mientras escuchaba la discusión, no me percaté de que me arrimé demasiado, ya que la bendita puerta del despacho se abrió dejándome expuesta por completo.
-Te he dicho que no Ma... -En ese momento al sentir que la puerta se abría se interrumpió.
-¿Qué sucede James? -le pregunto mientras un frío me recorre la espalda lo que hace que comience a temblar.
-Laura... Yo... -Comienza a balbucear.
-¿Tú qué James? -Le pregunto seria parada aún del otro lado de la puerta.
-Cariño... Dejame que te... -Intenta explicar, pero lo corto.
-¿Qué me vas a explicar? -Le pregunto con toda la calma que logro reunir- ¿Qué sucede? ¿Qué fue lo que solucionaste? ¿A caso tuviste una amante todos estos meses?
-Matt... Debo cortar. -Luego de cortar la llamada dejó el móvil a un lado sobre el escritorio y se acercó a mi.
-Quiero saber ya que es lo que sucede acá James. -Le digo cortante.
James suspira resignado.
-Es mejor que nos sentemos. -Dice tomándome de los hombros y llevándome a la sala para sentarnos en los sillones luego de prender las luces.
-Quiero que me expliques todo y no omitas nada James.
-Bueno. Primero que nada no es nada sobre ninguna amante. Segundo, Anastasia, mi ex, no sé como consiguió el número de mi móvil y él tuyo, supongo que alguien se lo debe de haber pasado y fue quien nos estuvo mandando mensajes.
-¿Cómo te enteraste de que fue ella? -le pregunto asimilando la información.
-Me lo contó Matt el día de su casamiento. Me advirtió que debía contarte, pero no quise escuchar. Quiero que estés tranquila de que no hubo, ni hay, ni tampoco va a haber otra mujer que no seas tu cariño. Eres el amor de mi vida. -Dice James tomándome de las manos.
Yo no decía nada, solo me mantenía callada y con ganas de acogotar a aquella mujer.
-Por favor, necesito que me creas amor. Jamás haría nada que te lastimara. Y si no te dije nada fue para intentar evitar todo esto. Se que fui un tonto.
-Está bien, por esta vez pasa, pero no quiero que vuelvas a ocultarme nada.
El suspira aliviado y me abraza con todas sus fuerzas, una vez que me suelta, me besa hasta que nuestras respiraciones se vuelven agitadas.
Al cabo de un rato, volvimos a la segunda planta ya que uno de los mellizos había comenzado a llorar, todavía se despertaban a la noche. Luego de cambiarlos los volvimos hacer dormir y nosotros regresamos a nuestra habitación.