Maratón 5/5:
Como ya era fin de semana, decidimos pasarlo en lo de mis padres. Tomamos el tren y ellos nos fueron a buscar.
-¿Cómo están mis nietos preferidos? -preguntó mi madre con una sonrisa tomando a uno de los mellizos en brazos.
-Bien, el miércoles tienen control. -Responde James.
-¿Ustedes están bien? -preguntó mi padre alzando a Delfi quien le apoyó una mano en la mejilla llena de baba.
-Si, por suerte si. Algo agotados con los cambios pero nada que no se pueda manejar.
-Y a partir de que somos padres las cosas cambian. -Responde mi madre.
-Lo único que extraño es dormir de corrido. -Digo mientras subimos al auto.
-Y es por un tiempo ya después vas a ver que se aliviarán un poco las cosas.
Al llegar al estacionamiento, entre James y mi padre colocaron el coche especial para mellizos en el porta equipaje y los bolsos en el maletero.
Subieron al auto y nosotros nos pusimos en marcha luego de rentar un coche.
El auto circulaba por las calles de Madrid hacía la casa de mis padres hasta que veinte minutos después llegamos a la entrada principal.
Cuando entramos en la casa, vino a recibirnos mi tía con Brandon, el cual ya tenia un año, caminando con ella de la mano.
-Pero que gusto verlos. -Nos saludó.
-Gracias tía. -Respondo- Vinimos a visitarlos.
Apenas entramos, llevamos los bolsos a mi antiguo cuarto y nos instalamos. Luego de acomodar todo, salimos al patio y mi tía se abocó a consentir a sus sobrinos nietos vigilada muy de cerca por su propio hijo.
Mientras conversábamos sobre el nuevo proyecto del orfanato, Fran le hacia sonrisas a mi tía, lo cual a Brandon no le hizo mucha gracia y comenzó a llorar.
Lo tome en brazos y comencé a jugar con él. Logré calmarlo pero de todas maneras cada tanto le echaba miradas a su madre.
Cuando el almuerzo estuvo listo, nos sentamos todos en el patio trasero a disfrutar en familia.
-¿Se sabe quien provocó el accidente? -preguntó mi tío luego de tomar asiento al lado de mi tía.
-No, lamentablemente no. Pues no hay cámaras.
-Por suerte mi hija y mis nietos están bien. -Dice mi padre con Delfi en brazos.
-La verdad Dante no sé que habría pasado conmigo si les hubiese pasado algo a algunos de los tres. No lo hubiese soportado.
-¿Pero qué fue lo que sucedió? -preguntó mi tío.
-Pues, ese día Laura tenía control. -Le cuenta James- Luego de salir de la constructora, me dirigí a casa. Cuando llegué le avisé y a los pocos minutos ella bajó. Estaba cruzando la calle cuando un auto a alta velocidad la embistió y siguió sin detenerse a ver como estaba Laura. Uno de los testigos llamó a la ambulancia la cual llegó a los pocos minutos, la cargaron y Miriam fue con ella. Yo las seguí en el auto. Al entrar al hospital, ya tenía contracciones, así que luego de hacerle los exámenes para ver que no tuviese nada grave, la ingresaron al quirófano para hacerle una cesárea de emergencia.
-Tengo los sobrinos más lindos. -Al decir esto Fran le dedicó una sonrisa a mi tía.
- Ahora que Dante y yo somos abuelos podremos malcriarlos.
-Entre ustedes, la familia de James y nuestros amigos, creo que tienen demasiados abogados. -Digo con una expresión divertida.
-La verdad es que tienen una hermosa familia.
-Gracias Dante. -Responde James.
-¿Cómo les está yendo en el trabajo? -esta vez me dirijo a mi padre.
-Bien, las ventas este mes han subido bastantes. No nos podemos quejar. La suba en las ventas ha logrado que se desarrollen nuevos puestos de trabajo.
Mientras escuchaba los consejos que me daba mi tía la cual también era madre primeriza, en varias oportunidades lo descubrí a James observándome desde la otra punta, ya que se había sentado a un lado de mi padre, en las cuales le dediqué una sonrisa.
El día se pasó volando. Estaba entretenida ocupándome de los mellizos cuando entró James al cuarto.
-¿Te ayudo? -Pregunta James al llegar a mi lado.
-Tranquilo, ya casi acabo.
-Perfecto. Así podrás irte a arreglar. Hoy cenaremos afuera. -Dice esto mientras me rodea la cintura desde atrás y deposita un beso entre el cuello y el hombro haciéndome estremecer.
-¿A dónde hicieron reservación mis padres? -pregunto mientras acuesto a Delfi en mi antigua cuna. Si, mis padres aún conservaban mis cosas y lo agradezco.
-Pues... Esta noche solo seremos tú y yo. Ellos se ofrecieron a cuidarlos.
-Mmm bueno, siendo así no tengo drama. -Respondo una vez que me giro hacia él, si bien me sentía reacia a dejar a mis bebés sabía que estarían bien cuidados. Le deposito un beso en los labios y nos quedamos así abrasados durante un rato.
Salimos del cuarto y nos dirigimos al comedor donde se encontraban mis padres, pues mis tíos se marcharon hacía algunas horas atrás.
-¿Cuando volverás al trabajo hija? -pregunta mi madre.
-Habíamos dicho de tomarme un año, pero creo que es demasiado así que dentro de tres meses vuelvo a trabajar, por ese motivo decidimos contratar a la hija de Miriam. Como nosotros no conocemos a una niñera de confianza, Miriam nos dijo que si queríamos su hija podía trabajar para nosotros.
-Esta bien. Por lo menos Miriam va a tener ayuda.
-Además es una persona de confianza. -Responde James.
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Bueno, hasta aquí hemos llegado por hoy con la maratón, espero que lo hayan disfrutado.
Como saben todo lo bueno tiene su fin y este está por llegar, tranquilas mis Lauras y mis James, aún faltan más o menos ocho capítulos así que todavía hay para más.
Recuerda que puedes dejarme tu comentarios y tu 🌟 para que esta historia siga creciendo y que otras personas tengan la posibilidad de conocer esta historia.
Ahora sí, creo que eso es todo...
... Nos estamos leyendo...
With love Eli❤