Mi miedo más Grande (#02 Saga Miller)

06| Mentiras de una boca rota

Capítulo 06.

|Fabianne De la Torre|

Si que la cagué.

Bueno no, se lo merecía y más después de toda esa mierda que dijo de mí, apenas llegué a casa lloré y eso es mierda porque Miller no debería tener ese poder sobre mí, simplemente no debería tener ese poder de joderme así y lo peor es que tenía razón con cada estúpida palabra que dijo, soy plana, vacía, insignificante, remplazable, soy 0. Soy nadie.

Suspiro y cierro mis ojos.

Evito sentirme mal, él destruyó lo que más amo, pintar. Me jodio e hizo que mi madre no quiera pagarme las clases, aunque ya haya pasado ese mes que me dijo, me golpearon por su culpa, cuando padre se enteró de la falta me llevé un puñetazo. Cierro mis ojos con fuerza.

El timbre suena y al estar sola tengo que bajar las infinitas escaleras para abrir, espero y sea Amy, me alegraría la noche.

Suspiro y al abrir la puerta se me cae el alma al suelo, pero la recojo rápidamente, siento valiente alzo la barbilla y lo miro expectante.

—¿Qué haces aquí? —pregunto con indiferencia fingida.

Me empuja haciéndome retroceder varios pasos, cierra la puerta tras él.

Tiene la mandíbula, los hombros, el cuerpo entero le tiembla de lo tenso que está, miro sus ojos que parecen negros, la frente en sus brazos, cuello y frente saltan. Mierda. Está furioso y yo estoy sola, genial.

—Miller, no sé a qué has venido, pero debes irte.

Me mira y estoy seguro que me callaría de un golpe si pudiera.

Lleva su mano a su espalda y estoy segura que palidezco al ver como saca un arma y me apunta, pero no dudo y vuelvo a alzar la barbilla.

—No debiste meterte con un Miller —sisea con voz grave y ronca como si se hubiera lastimado, me mira fijamente.

Ladeo la cabeza sin inmutarme.

—Dispara —pido, indiferente.

Por un fragmento de segundo veo la duda en su rostro.

—Dispara —pido —si disparas te aseguro que mi madre destruirá a tu familia, los dejará sin nada y mi padre no se cansará hasta matar a cada uno de los integrantes de tu familia.

Ríe tensamente.

—¿Te crees que una insignificante abogada y un mal traficante pueden con nosotros? —niega como si la idea le divirtiera —te crees mucho.

Me encojo de hombros.

—Tal vez, pero tú no me vas a disparar.

—¿Por qué no?

—Porque no has matado en tu vida —entrecierra los ojos, fingiendo que lo que digo no es la pura verdad —las manos te tiemblan y no es por el enojo, es porque tienes miedo de matar a alguien y no te culpo, en mi primera vez me sentí igual.

Eso lo desconcierta.

—Pero yo no seré tu primera vez, tú no me vas a matar, pero puedes gritarme si así lo quieres.

Baja el arma gruñendo, le jode que tenga razón, me mira fijamente con sus ojos oscuros.

—¿Por qué me hiciste eso?

—Por qué me jodiste, jodiste lo que más amaba, hasta ahora no me vuelven permitir pintar y todo por culpa tuya. Tú me jodiste Miller y me hiciste tanto daño que no te imaginas las consecuencias de esa simple bromita como te lo tomaste.

—Pudiste romper algo material mío, hacer otro rumor —pasa una mano por su cabello — ¡Pudiste joderme de mil formas e hiciste eso! ¡Jodiste y tocaste lo que más me duele!

—Te dije que lo haría —me limito a encogerme de hombros.

—¡Joder Fabianne! —gruñe y sujeta su cabello —¡Eres una...! —se calla antes de decirlo —¡Eres tan miserable!

Sonrío con tristeza.

—Lo soy —confirmo.

Tira de su cabello, le cabrea que no le tenga miedo, se nota, pero no me asusta, no tanto como mis padres.

—Aarón si ya terminaste debes irte, mis padres volverán en cualquier momento.

Gruñe y se acerca dando zancadas hacia mí, me sujeta del rostro con tanta suavidad que es como si no estuviera enojado, me obliga a mirarlo, sus ojos oscuros me intimidan, pero no se lo dejo ver.

—Hiciste que me diera un ataque de pánico —entreabro la boca, pasmada por su honestidad —pero seguro ni sabes lo que es, como tienes la vida perfecta, seguro ni tienes idea de lo que es.

Desgraciadamente sí sé lo que es.

Me mira tan intensamente que el ambiente a nuestro alrededor se vuelve denso.

—Tú me jodiste y yo te jodí, estamos a mano Aarón.

—Esto no se va a quedar así —sisea.

—Yo creo que sí, estoy un poco cansada de quemarme la cabeza pensando en que hacerte, así que si quieres joderme hazlo, pero te aseguro que no te seguiré el juego.

—Eso ya lo veremos.

—No, no lo veremos Miller —ladeo la cabeza y su agarre cae — ¿Por qué me besaste en la fiesta?

Mi pregunta lo descoloca.

—¿Eh?

—Me besaste en una fiesta hace un mes. ¿Por qué lo hiciste?

—Iba borracho, seguro te confundí....

Alzo una ceja.

—Ni tú te crees eso, sabias perfectamente que era yo —sonrío y su mirada se dirige a mi boca —¿Por qué me besaste?

—Fue un impulso, no lo volvería a hacer en mi vida —rueda los ojos y se aleja terminando con la conexión de nuestros ojos.

—¿Seguro? —pregunto acercándome, se tensa.

—¿A que juegas? —pregunta en un susurro.

—A nada, Miller —sonrío —debes irte ahorita.

Me mira fijamente.

—Esto no va a quedar así.

—Yo ya te dije lo que va a pasar si me haces algo o si intentas joder, no soy de quedarme de brazos cruzados, pero creo que ambos ya nos lastimamos y nos dimos donde más nos dolía, más no se puede hacer, lamentablemente.

Gruñe y abre la puerta, pero se detiene en seco cuando se topa con mis padres.

—¿Tú quién eres? —pregunta mi madre bruscamente.

Me tenso.

—Es mi amigo del instituto, Aarón Miller, conoces a su hermano, madre —le informo.

Ella asiente mirándolo de arriba abajo, viendo el parecido que tiene con el mayor de los Miller.

—Un Miller ¿Eh?

Aarón saca su mejor sonrisa encantadora.



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En el texto hay: familia, amor, enemiestolovers

Editado: 08.06.2022

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