13| Quiero vivir aquí

Capítulo 13.

|Aarón Miller|

Portland-Oregón EE.UU/ miércoles, 11-11-2015.

—Dimeeee —pide dando pequeños brincos, la miro mal.

No sé cómo es capaz de saltar con tacones, esa es una habilidad peligrosa.

—No.

—Ya puesssss....

Suspiro, frustrado.

Fabianne es exasperante, demasiado exasperante, su curiosidad la hace ser odiosa.

—Qué no, pesada.

—Yo no soy pesada, el pesado eres tú —gruñe.

La miro y vuelvo a suspirar, tomo si cintura y la atraigo a mí, tiembla ligeramente como cada que la pego a mi cuerpo, me gusta eso.

—Deja de renegar —pido suavemente.

—Dime y te dejo en paz —beso su cien y hago mi recorrido hacia la comisura de su boca, exhala—te van a salir arrugas —vuelve a gruñir, miro hacia abajo donde aparte de sus labios besables, sus tetas que me saludan veo su vestido amarillo.

El amarillo es mi nuevo color favorito.

Se amolda a su perfecto cuerpo y por no hablar de su culo, casi me infarto cuando la vi, Fabianne es preciosa.

—No te lo dije —murmuro contra su cien —pero te ves preciosa.

Se tensa ligeramente y asiente.

Arrugo las cejas. ¿Dónde está mi agradecimiento? ¿Y mi gracias? ¿Dónde ha visto que yo vaya por ahí alagando a todos? Estoy por reclamarle cuando su dulce voz me interrumpe.

—¿Quiénes son esas? —desde que llegamos no deja de preguntar quién es cada persona, es divertido ver como los escanea y comienza a murmurar que color de ropa les hubiera quedado mejor.

Miro a la puerta y mi boca cae abierta al ver a Alexa entrar con una rubia que me parece familiar.

Mierda. ¿Qué hace Alexa aquí?

—Vamos —suelto su cintura y tomo su mano entrelazando nuestros dedos, nos acercamos.

Apenas me planto frente a ellas, la pelirroja sonríe ampliamente, me duele saber que en otra ocasión chillaría y me saltaría encima, pero solo sonríe, el brillo en sus ojos ya no está.

—¡Alexa! —suelto la mano de Fabianne y abrazo a mi prima con fuerza. —te hemos extrañado mucho —la sacudo un poco haciéndola reír.

La suelto y la miro, parece tan cansada y apagada, pero aún sonríe y eso me hace sonreír ampliamente, se sorprende.

—Vaya, debes estar muy feliz de verme para sonreír —me molesta, ruedo los ojos.

Enfoco a la rubia que la acompaña, trato de ubicarla, pero no puedo.

—Aarón Miller —extiendo mi mano y la toma dándole un firme apretón.

—Megan Hidalgo.

—Un gusto —asiento hacia ella.

—Supongo que te acuerdas de ella —miro a mi prima con las cejas alzadas, en una pregunta silenciosa —es Megan, la mejor amiga de Luna McClaren.

Mis cejas suben solas y un ahhhhhh sale de mi boca.

—Claro, la chica de Andrew —mierda, miro a la rubia que tiene sus cejas arqueadas —disculpa, es que quedó un poco fascinado contigo y lo molestamos —asiente ligeramente.

Me acerco a Fabianne, paso una mano por su cintura.

—¿Ella es? —pregunta Alexa mirando a mi compañía, su mirada grita que quiere el chisme completo.

Puede estar muy apagada, pero la vena chismosa es de familia.

Estoy por presentarla, pero el elfo se me adelanta, la suelto y estrecha la mano de cada una.

—Fabianne De la Torre, novia de Aarón.

Alexa me mira, interesada.

—¿Novia?

Ruedo los ojos y vuelvo a sujetar su cintura sutilmente sin ser brusco.

—Fabi, ella es mi prima Alexa Davis. —asiente a mi lado —y Megan Hidalgo amiga de ella y de Andrew.

La rubia me mira con sus ojos avellanados, aparece divertida.

—¿Dónde está el cumpleañero? —pregunta Alexa muy interesada y mirando sugestivamente a su amiga.

—Está por ahí, alistándose —me encojo de hombros sin querer decir frente a Fabianne y a Megan que muy seguramente mi hermano está en algún hotel con alguna chica.

—¿Desde cuándo son novios? —pese a que es a mi costa y odio que se burlen de mi me alegra ver que la diversión en Alexa sigue presente.

Miro a la rubia que parece muy perdida.

—Una semana y algo —responde Fabianne, mira a otro lado.

Parece incomoda y eso me inquieta. ¿Qué le incomoda?

—Disculpen, tengo que hacer una llamada —dice sacando el móvil de su pequeño bolso.

Se suelta de mi agarre y va hacia otro lado, la sigo con la mirada intentando comprender su extraño comportamiento.

—Te gusta mucho, eh —miro a la pelirroja y ladeo mi cabeza.

Sonrío ligeramente.

—Saluda a mis padres, estarán feliz de verte y cuidado que Pablo está invitado, llegará en cualquier momento —su sonrisa tiembla, miro a la rubia y asiento como despedida.

Voy por donde Fabianne se fue.

Salgo al jardín trasero donde parece estar teniendo mil y un ideas, está de espalda y maldice mucho. Miro su figura con curiosidad.

—Joder Fabianne. Joder. Joder. Joder —gruñe.

Me acerco sigilosamente, tomo su mano derecha, la que no tiene cortes, tiembla ligeramente, me planto frente a ella.

—¿Pasa algo, elfo?

Me mira y sus ojos pálidos parecen apagados, ladea su cabeza y niega.

—No, todo bien, Aarón.

Asiento entendiendo que no quiere hablar de ello.

—¿Dónde está tu hermano? Noté que mentiste por Megan.

Mis cejas se disparan. ¿Cómo sabe eso? Debe leer la pregunta en mi rostro por lo que contesta.

—tus cejas se alzan un poco y te sonrojas ligeramente más de lo normal cuando mientes.

Hago una mueca de confusión.

—¿Enserio? —asiente solemnemente y yo solo me confundo más.

Lo de las cejas si lo sé, pero es tan imperceptible que no me preocupa, mi sonrojo siempre está presente, ni mis hermanos saben realmente cuando miento, salvo Azul que ella me conocía como la palma de su mano. ¿Por qué Fabianne se da cuenta de estos detalles?

—¿Me vas a responder? —pregunta trazando círculos con su pulsar en mi dorso.