Mi motivo de olvido (spanking parental)

Tarde en el parque

Nos comimos el pollo que trajo Alex y después de reposar un momento tenía a mi niño actuando como todo un pequeño.

-Mami, mami, vamos.

-Ya va tesoro, primero ponte una chaqueta que esta nublado.

-Pero yo quiero ir ya al parque.

-Lo se cariño, y si vamos a ir, pero esta haciendo frío y quiero prevenir un resfriado, así que ve a ponerte una chaqueta para que salgamos.

-Mm, esta bien. -Salí corriendo y no falto la advertencia de mamá de que no corriera por las escaleras, ya después de eso bajé con una chaqueta puesta, listo para que saliéramos-

-Muy bien tesoro, ahora si vamos.

Salimos de casa y decidimos ir en las bicicletas, no nos demoramos mucho en llegar al parque y Manasés por alguna razón no cabía de la emoción.

-Manasés ven aquí un momento.

-Si ma.

-Sabes perfectamente que estas castigado, pero quiero que te diviertas, así que puedes ir y jugar donde tu quieras siempre y cuando me digas donde vas a estar y no te alejes demasiado.

-Siii, gracias mami.

-Ahora ve tesoro, diviértete un rato. -Me senté en una de las bancas junto con Alex que nos había acompañado y nos pusimos a hablar de todo un poco mientras Manasés estaba en los columpios o dando vueltas por ahí-

-Sabes Nat, tu no dejas de sorprenderme.

-¿Y esta vez porque?

-Se que ya desde la mañana habías hecho el amague de ceder con el castigo, pero de dejarlo un rato en casa mientras yo estoy ahí, a darle permiso de alejarse en un lugar abierto teniendo en cuenta lo que paso en la feria, pues me sorprende un poco.

-Bueno, después de dos semanas bajo supervisión constante se merece este momento, además es una buena forma de probar que la lección haya quedado aprendida y también lo ayuda a quedar cansado y tal vez incluso olvidar un poco la mala mañana que tuvo.

-Tu si que piensas en todo.

-En todo no, pero si en muchas cosas.

-Eres una excelente madre Nat.

-Gracias, escuchar eso enserio me llena.

-Mamá, ¿puedo jugar a las escondidas con ellos? -La verdad pensé que se iba a negar, ya que al esconderme me perdería de su vista, pero lo que dijo me sorprendió-

-Esta bien cariño, gracias por venir a preguntar, claro que puedes ir, pero por favor no te alejes mucho.

-Te amo muchísimo mami, prometo no salirme de esta zona.

-Te creo tesoro, ahora ve y sigue jugando.

-Siii.

Me fuí a jugar y me tocó contar de primero, y debo admitir que ellos eran muy buenos en el juego, pero aunque fueron difíciles de encontrar lo logré y ahora era el turno de esconderme, por lo que cumpliendo con la promesa que le hice a mamá, me escondí dentro de una zona específica, lo cual también me daba un poco una ventaja porque estaba cerca a donde estábamos contando.

-¿Estas segura de esto?

-Por supuesto que no Alex, pero no puedo quedarme en el miedo, además quiero confiar en el, y espero que cumpla su promesa.

Pasaron los minutos y yo estaba pendiente por si algo, aveces alcanzaba a verlo y otras no, pero confiaba en su palabra y estaba segura de que seguía en la zona que me dijo, por lo cual, aunque un poco intranquila, permanecí sentada hablando con Alex hasta que empezaron a caer unas pocas gotas.

-¿Y ahora que hacemos Nat?

-Esperar un momentito, no parece que vaya a llover aun, y unas cuantas gotas no le harán daño, que siga jugando otro rato mientras oscurece más.

-¿Mami puedo..?

-¿Seguir?, si, pero solo un poco y apenas te llame nos vamos, sin importar nada, ¿entendido?

-Si mami.

-Y un momento Manasés, ¿dónde está tu chaqueta?

-Yo... Es que tenía mucho calor y me la quite.

-No pregunte eso, pregunte donde esta.

-Susurrando- No lo se.

-Habla fuerte Manasés.

-No se ma, me la quite mientras me escondía y ahora no recuerdo donde fue.

-Señor dame paciencia- Esta bien, ve y sigues jugando otro poco, el movimiento te mantendrá caliente, yo voy a buscar esa chaqueta.

-Dejame ayudarte mami, tal vez no recuerde en cual escondite me la quite, pero si recuerdo en cuales estuve.

-¿Seguro tesoro?

-Si ma, además así también estoy en movimiento.

-Ok cariño.

Fuimos escondite por escondite buscando la chaqueta hasta que por fin la encontramos, pero ya era muy tarde, aunque eran pocas gotas las que iban cayendo la chaqueta ya estaba empapada y así no se la podía poner, además de que ya había escuchado unos cuantos estornudos por parte de Manasés, lo de que unas gotas no le harían daño solo era en el caso de que se hubiera mantenido abrigado, lo cual claramente no hizo.

-Muy bien, ahora si, vamos a casa. -Me quite mi chaqueta y se la puse, aunque sea que se cubra mientras llegamos a casa, y con eso tal vez evitó un poco que se resfríe aún más-

-Mami, pero tu.. achú.

-Ahora el que importa eres tu, de mi nos preocupamos luego.

Llego Alex con las bicicletas en mano e intento darme su chaqueta, pero yo consciente de que me quedaría enorme y sería incómodo para pedalear tuve que negarme educadamente a recibirla.

Eso no le gustó mucho, pero no le quedo más opción que aceptar que tenía razón, así que pedaleamos rápido hasta la casa y llegamos justo a tiempo, antes de que cayera el aguacero.

-Bien llegamos justo a tiempo, ahora vamos a cambiarnos que quedarse con la ropa húmeda no nos hará bien. -Manasés y yo fuimos a nuestros cuartos para cambiarnos, mientras Alex fue a donde ubico la ropa que trajo, que ahora que lo pienso se ha quedado más aquí de lo que espere-

-Voy a preparar un chocolate, nos hará bien.

-Gracias Alex, que buena idea.

-Mami.

-¿Qué tienes cariño?

-No dejo de.. achú.

-Estornudar, lo se cariño, tu solo abrigate bien y vamos viendo como te sientes luego.

-Ok.

Me puse una pijama bien calientica, tomé una cobija del cuarto de mamá y bajé a acostarme en el sofá hasta que Alex dijo que estuvo listo el chocolate, el cual nos tomamos junto a unas tostadas y queso.



#1040 en Otros

En el texto hay: madre, adolecentes, adopcion

Editado: 18.11.2024

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