Capitulo 7- ¿Bienvenido ?

Sayra°

-Hermana explícame- me mira fijamente- ¿Qué demonios fue eso?.

-Misael, él era Dimas mi pareja...

-Ese no, ese tal Caleb- estamos en mi cama uno frente al otro como indios mirándonos.

-Es el Alfa de Dimas- Me mira más confundido-¿Cómo no lo sabes?, está en el manual- el empieza a pensar- no lo leíste.

-Es largo- se queja.

-Debes de estudiar somos inteligentes más que los humanos...

-Pero a pesar de eso no nos sacan de nuestra pobreza- suspiro.

-El problema es que pensamos mucho en otra cosa- me mira otra vez confundido- debes de leer el manual- le jalo de la oreja.

Después de estar explicándole de todo, lo que debía de saber del manual que no leyó, se quedó pensativo, llamaría de todos modos a las ancianas para que mi hermano naciera en zona muerta de la manada, lo que me preocuparía luego seria de su pareja, y que mi hermano es omega o beta...

Después a la mañana siguiente regañe a la señora Lorena y Luciana por abandonarme en la fiesta, encontrándolas en un estado deplorable con la jaqueca de tanto que bebieron, son tontas sin ofender.

Al salir a la tienda de don Antonio encontré a Dimas, sentado en la vereda.

-Sayra- dice contento de oreja a oreja.

-Dimas- casi en un susurro.

-Quería saludarte... pero no sabía dónde vivías, y tampoco quería asustarte- este vestido de forma casual.

-Esta bien- solo digo eso- tengo que comprar algo.

-Esta... bien, te espero- solo asiento y entro a la tienda.

-Parece que el amor toco a la puerta- dice Don Antonio burlón- llévate lo de siempre ya sabes dónde ir.

-Gracias, como siempre- digo dirigiéndome al almacén.

-De nada niña- tomo la bolsa, dejo el dinero en la mesa de Don Antonio atiende y voy rápido afuera.

-Nos podemos ir- sonrió al ver a Dimas igual de contento.

-¿El chico ... está bien?- lo miro y sonrió.

-Misael esta bien- lo veo algo nervioso, ¿Estará celoso?

-Él es pareja de mi Alfa- dice de repente- puedo ayudarte a llevar eso- señala la bolsa.

-Estoy bien, gracias, soy fuerte- digo con orgullo

Dimas°

No puede tranquilizar a Caleb, su lobo debió de rugir por ese Chico, apenas junto con los otros hombres lo pudimos meter al coche, discutimos, hace años que no lo hacíamos.

Caleb cuando bajo del auto tuvo que ser contenido estábamos en un hotel, se volvió agresivo, desesperado un maniaco, Llegando uno de nuestros clientes Iain Roth que noquea a Caleb con un golpe en el hígado, era de esperarse de un ex-boxeador.

-Disculpe el recibiendo indecente Señor Roth- con su fría mirada, me analiza mientras que Caleb es llevado dentro del Hotel.

-Ne se preocupe, tengo un asunto que atender- dice mientras se dirige a su auto que esta esperándolo- informe a mi secretaria para cuando nos volvamos a reunir- es nuestro mejor cliente, que mala impresión hemos dado.

Toda la noche me maldecía mentalmente, no sabía dónde demonios vivía Sayra, y ese chico, demonios cuando estuvo cerca de ella quería ... me quedo observando a Caleb dormido, "Velar por el bien de tu Alfa", un instinto de una beta, nose cuanto tiempo paso pero solo podía pensar en Sayra...

Caleb empezó a parpadear- ¿Dónde esta?- enserio quien entiende a este chico, suspiro sonoramente- Lo quiero... ahora- hace mucho que no lo veía hacer un berrinche- Dimas- me llama la atención- habla ahora...

-... Bueno, primero nace donde está, segundo es un niño aun, tercero te pido permiso para salir.

- Averigua quien es el, después me presentas a tu pareja, puedes retirarte- dice tranquilo.

- Buen- digo feliz saltando del asiento- Adiós- corro a la puerta y antes de salir le digo- Y CUARTO- llamo su atención- te noqueo Iain Roth- a él se le salen los ojos.

- DIMAS, VUELVE AHO...- cierro y corro al ascensor.

Espero en la vereda donde nos separamos la noche pasada, su olor está presente, pero es muy leve casi nada, esperare a que aparezca, se que vendrá, lose.

Narrador°

Dimas, conoció a Misael, pero estaba furioso, no entendía por qué estaba en la casa de Sayra, cuando se entera que son hermanos se le cae la cara de vergüenza, Misael no le agrado para nada, tendrá que ganarse el aprecio de su cuñado de algún modo.