─¡Uf! ¡Qué difícil ha sido llegar hasta aquí! ─dice Noah mientras sostiene una cámara grande─. Por suerte, apenas está empezando la revolución en este país.
─Sí, solamente que se te olvidó traer agua y comida. ¿No te has dado cuenta que en este país está comenzando una guerra civil y los negocios cierran muy a menudo? ─le responde Deniska manteniendo el micrófono cerca de su boca, como entrevistándolo.
─Perdón je, je. Bueno, como dicen en mi país: “el pasado hay que pisarlo y seguir adelante” o algo así era. Lo bueno es que pasamos desapercibidos y pudimos encontrar agua y comida. Entremos al edificio del hospital.
Deniska y Noah entran al hospital. Notan que hay guerrilleros adentro. Uno de ellos le pregunta extrañado:
─¿Ustedes son periodistas?
─Es obvio que sí ─le responde Noah─. Bueno, ella es la periodista, yo solo soy un humilde camarógrafo. Me llamo Noah y ella es Deniska, somos de un canal de noticias ruso grabando lo que sucede en el país y entrevistando a personas para informar al mundo de lo que sucede aquí.
─Sí, ya veo. Me gustaría que informaran al mundo de lo que el gobierno les ha hecho a los ciudadanos: represión política, corrupción, violaciones a los derechos humanos... Bueno, la lista es larga. Yo, por ejemplo, fui testigo de la represión de la protesta de estudiantes donde murieron 7 de ellos, lástima que no tenía cámara en el momento, pero puedo asegurar que fue algo horrible.
─Sí ─le responde Noah─. Lamento interrumpir la entrevista, pero andamos buscando a la doctora Svetlana. ¿Sabes dónde se encuentra?
─Está en el último piso de este edificio hospitalario. Después que la entrevisten a ella, ¿seguirán con nosotros?
─Eh... Sí, así es ─le responde Noah al guerrillero.
─Está bien, por allá se encuentra el ascensor ─y se lo señala─. ¡Qué les vaya bien! ─y los despide con la mano─.
Noah y Deniska entrar al ascensor y Deniska empieza a ver a Noah mientras suben. Noah se pone nervioso e intenta ignorarla apartándole la vista. En eso, Deniska se le acerca y comienza a besarlo. Noah se deja llevar y de repente, el ascensor se detiene y se abren las puertas. Dos enfermeras entran al ascensor y una de ellas le dice:
─¡Hey!, consigan un cuarto.
─”Lo siento” ─responden ambos al mismo tiempo con la cabeza baja y luego salen del ascensor.
Noah le pregunta a Deniska:
─¿Por qué ese beso apasionado tan repentino?
─Lo siento, es que los nervios me producen excitación sexual y sigo enamorado de usted señor Noah.
─Si nos ve Svetlana, ya no la podremos sacar del país. Ella creerá que solo viniste a este país para demostrarle que ya tienes novio.
─Tiene razón señor Noah ─le dice sonriendo con los ojos cerrados y con la mano derecha detrás de la cabeza.
─Bueno, hay que buscar a la doctora Svetlana.
Noah y Deniska caminan por el pasillo y se topan con una enfermera. Noah le pregunta a la enfermera:
─Disculpe, ¿dónde podemos encontrar a la doctora Svetlana?
─Está atendiendo a un herido en la sala de emergencias de este piso. Queda allá frente a la sala de rayos X ─y le señala con la mano a donde queda.
─Muchas gracias ─le responde Noah.
Se van a la sala de emergencia y ven que hay una banca cerca para sentarse. Se sientan y esperan a que salga la doctora.
─Estoy nerviosa ─le dice Deniska─. No puedo creer que la volveré a ver. Ha pasado mucho tiempo desde que la vi por última vez.
─Tranquila ─le responde Noah─. Esto es como una inyección para curar una infección: primero te pones nerviosa, después te duele el hincón de la aguja y por último te curas de tu enfermedad. O algo así es.
─Ja, ja, ja... ya me dio risa usted señor Noah. Hasta hizo una referencia al hospital.
De repente, Noah escucha la vos de Jessica. Ésta le dice:
─Noah, ve al urinario que está más adelante en cuanto antes.
Noah la escucha y luego le dice a Deniska:
─Iré al urinario que está más adelante, ya regreso.
─Está bien señor Noah, no me vaya a dejar sola.
─No te preocupes Deniska, regreso rápido.
Noah entra al urinario y nota que no está nadie. Entonces le dice a Jessica:
─Jessica, aquí estoy, ¿qué deseas decirme?
─Tienen que escapar del hospital lo más rápido posible. Lleva a Deniska arriba del hospital, dile que salte al otro edificio, el que está a la derecha de éste y que espere ahí, que le traerás a Svetlana para que sea una sorpresa original su reencuentro. Ella también saltará hacia el otro edificio y después pásate tú también. Hay unas escaleras para subir al final del pasillo ─le susurra al oído.
─Pero, ¿por qué tenemos que escapar del hospital?
─No hay tiempo para explicarlo, ¡vete ahora mismo!
Noah se va y dice en su mente:
“¡Maldición! Esto no pinta nada bien, pero no tengo de otra que seguir las instrucciones de Jessica”.
Llega a la banca donde está sentada Deniska y le dice:
─Se me ocurre una idea para sorprender a Svetlana ─le dice con los brazos abiertos y visiblemente nervioso─: vas a ir arriba y verás un edificio que está a la derecha. Pásate a ese otro edificio y espera ahí, yo te traeré a Svetlana. Creo que será algo más espectacular si te ve desde otro edificio.
─¿Usted cree señor Noah? La verdad me parece que sí, está bien. Pero, ¿por dónde subo?
─Al final del pasillo hay una escalera para subir al techo del edificio. Recuerda que tienes que estar en el edificio de la derecha.
─Está bien señor Noah, ya me voy. Lo espero también ahí.
Deniska se va y Noah espera en la banca. Al rato sale una persona que parece una doctora. Noah ve que se le nota un poco un bulto en la entrepierna.
─¿Usted es Svetlana? ─le pregunta Noah.
─Así es. ¿Vienes por alguna emergencia? No pareces alguien herido o enfermo.