Han pasado dos semanas desde que estoy en esta pequeña casa que se encuentra rodeada de pasto y árboles. Pero también han pasado dos semanas desde que me convertí en Alison.
El hombre que me secuestro se convenció así mismo que debido al accidente sufro de amnesia, y por esa razón no lo recuerdo. Me contó todo de él, se llama Jackson Pool, tiene 46 años y conoció a mi madre en la preparatoria.
En resumen, comenzó a salir con mi madre, pero el miedo de que alguien se la quite creo una obsesión por ella poniéndose celoso y golpeándola por cualquier cosa que a él no le agradara, después Robert —mi padre—, se dio cuenta y ayudo a mi madre. Jackson fue detenido y condenado a 24 años de cárcel por agresión e intento de asesinato.
—No puedo imaginar todo lo que sufrió mama al estar con esta bestia. — me levante lentamente de la cama ya que mi cuerpo aun duele debido a que el maldito me dio tremenda paliza anoche porque no le quise decir sobre la relación que tengo con Cris.
Prefiero ser yo la que sufra este infiero a involucrarlo a él, que no tiene nada que ver conmigo.
Voy con paso lento a el baño, me miro en el espejo y puedo ver lo mal que quede. Tengo el ojo izquierdo morado, mis mejillas están rojas por las bofetadas, mis labios están resecos, mis brazos y piernas llenas de moretones al igual que mi abdomen —debido a las patadas—, solo me puedo sentir afortunada por el hecho de que aún no ha intentado violarme.
Salgo del baño y me siento en el sillón de la sala.
—¿Él no está?
Desde hace unos días sale por la tarde y regresa ya casi oscureciendo, me siento como una idiota al saber que tengo oportunidades de escaparme y lo haría si no me tuviera amenazada con hacerle daño a mi familia, pero viéndolo de otro lado, ¿de qué me serviría escapar?, estoy en medio de la nada e incluso no se si estoy en Nueva York, escapar solo significaría mi muerte segura.
Tome unas revistas que están en la mesita y las hojeo para detenerme en una página con la foto de Cris, la admiro por algunos segundos para después llevarme la mano a mis labios recordado aquel beso que nos dimos en al auto bajo la lluvia.
Como escena de película, mentiría si dijera que no me gusto, pero aún me cuesta creer que eso paso.
Me recuesto en el sillón estirando lentamente mis pies y comienzo a leer el artículo.
Entrevista a uno de los empresarios más prestigiosos y sexys del momento.
Me rio un poco por el título, pero para por el dolor.
—Bueno, creo que lo de sexy está de más. — termine de leerlo y deje la revista donde estaba.
El contenido decía cosas que él ya me había contado en nuestras salidas a comer, una es que a los 16 años consiguió su primer trabajo en un restaurante, pero lo que no les contó fue que ligaba con todas las chicas a las que atendía, también fue el mejor de la escuela tanto en los estudios como en deportes... ustedes saben el típico chico popular. Luego a los 18 años comenzó a trabajar en la empresa para familiarizarse con ella porque en ese tiempo su padre tenía el mando. Cundo cumplió los 24 su padre se jubiló y viajo con su madre durante casi un año... que más… ¡Ah! También tiene 2 hermanos menores, Harry Thompson de 23 años y Gabriela Thompson de 18 años. Así que por alguna razón desconocida se casi toda su vida.
Suspire.
Me levante después de 2 horas de holgazanear para volver a recordar que ando casi lisiada y no puedo hacer nada.
—Que aburrido. — estas dos semanas han sido los días más largos de mi vida, ya ni recuerdo el sabor del delicioso flan, la bestia me golpeó hace unos días por que le pedí que comprara un flan.
Él dijo: A EL LE GUSTABAN LOS FLANES. Refiriéndose a mi padre y me golpeo, pero no tan fuerte como anoche.
Me perdí un momento en mis pensamientos y cuando regrese en sí, ya estaba oscureciendo, escuche pasos y mire hacia otro lugar que no sea la puerta. Los pasos se detienen a un lado de donde estoy sentada, para después sentir como se sumerge el lado izquierdo del sillón.
—¿Qué hay de cenar?
Maldita bestia, lo dice como si tuviera pinta de que puedo levantarme y hacerle un buffet.
—Nada. — conteste sin emoción. —Por culpa de alguien, apenas puedo caminar. — desde hace unos días le perdí el miedo, por esa razón le contestó como si no me importara.
—Tú te lo buscaste. — tomo mi mano. —Entiende que tú eres mía y cuando vi aquella escena dentro del coche de ese hombre me puse muy celoso. — seguía sin mirarlo, pero no pude evitar expresar el dolor que sentía en mi muñeca. —Ahora ya puedes decirme, ¿cuál es tu relación con él?
Pasaron unos segundos y termine girando la cabeza para mirarlo.
—Amigos... solo somos amigos. — conteste. —¡Duele! — me apretaba tan fuerte que sentía que en cualquier momento se rompería. —¡ESO DUELE SUEL! ¡AHH! — su mano golpeo mi mejilla tirándome al suelo.
—¡CREES QUE ME VOY A CREER ESO! — mi cuerpo comenzó a temblar y me preparé para recibir el dolor. —¡¿CUAL ES TU RELACIÓN CON EL?!
—¡YA TE LO DIJE! — lo rete con la mirada. —¡ADEMÁS! ¡¿PORQUE TENDRÍA QUE MENTIRTE?! — se acercó quitándose su cinturón…
—¡DIME DESDE CUANDO LOS AMIGOS SE BESAN! — apreté los dientes para retener los gritar al sentir como el cinturón dejaba su marca en mi espalda acompañado de un fuerte ardor. —¡ESTO TE LO MERECES POR NO DECIRME LA VERDAD Y TAMBIÉN POR PENSAR QUE PODÍAS ESCAPAR DE MI!
—¿Es… capar? — cada vez que decía una palabra un pequeño grito se escapaba de mi boca, sentía como si la espalda se me quemara.
—¡OTRA VEZ MINTIENDO! — los golpes son más fuertes. —¡TU SABIAS MUY BIEN QUE ESE HOMBRE TE HABÍA PUESTO PROTECCION, NO TE HAGAS LA IDIOTA! — eso no puede ser verdad, ni Denis, ni Jean estaban enterados de mi situación, pero alguien con quien apenas hablo, ¿lo sabía todo?
Suena como un mal chiste.
Pero no puedo saltar el hecho que desde que tuve mi primera salida con Cris, me sentía más segura, e incluso pensé que esta bestia se había rendido ya que el acoso y las flores habían terminado.
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Editado: 26.12.2021