ETHAN.
Bostezo otra vez, tengo sueño, pero no me pienso dormir. Reproduzco otro video de Facebook.
—Audrey, ¿no puedes dormir? —esa voz. Ella rodea mi cuello por detrás y su barbilla descansa en mi hombro. Pega su cabeza con la mía— Desde la fiesta hasta estado bien achicopalada. Dime, ¿qué te pasó?
Trago grueso. Ella y yo solo nos hemos hablado una vez y solo fue de niños... no, ella nunca me respondió, solo salió corriendo. Desde ese día nunca más le hablé y ella tampoco a mí, y ahora me está abrazando, motivo: me puse la capucha de la chompa y no ve que no soy Audrey.
—Audrey, ¿estás enojada conmigo? —niego—. Entonces ¿por qué no me hablas?
Me levanto de un solo brinco y me zafo de su abrazo. No quiero que vea que soy yo, jamás no hemos hablado y a estas alturas de nuestras vidas sería superincómodo. Camino a pasos rápidos, pero me agarra del brazo.
—Au... Tú, no eres Audrey... ¿Quién eres?
Lentamente, me doy la vuelta. —Hola.
Ella abre sus ojos como platos y pega un tremendo grito que me hace doler los tímpanos.
—Hey, cálmate.
Ella intenta irse, pero la agarró del brazo, ella lucha por soltarse, pero no la suelto. Comenzamos a forcejear y choco con la silla y caigo al suelo y la arrastro conmigo... sus labios presiona los míos.
—¡OMG! —esa es la voz de Stacy.
Fijo mis ojos en ella y gruñó al sentir el golpe en mi linda mejilla que hasta el sueño me quitó. Ella sale corriendo y yo no sé ni que hacer.
—Ethan ¿estás bien? —pregunta Audrey.
Me levanto del suelo y me hago el macho, esa niña me golpeó con fuerza y me ha dejado la mejilla ardiendo del dolor.
—Sí.
Los hombres no se quejan...; no frente a otras personas.
—Te golpeó fue con coraje, te dejo la mano bien marcada —dice Stacy con burla.
Es la primera vez que me golpean, ni mi bella madre me ha pegado.
—¿En serio? A mí no me dolió —dignidad ante todo.
—¿Qué fue lo que pasó Ethan? —pregunta Audrey.
—Ella pensó que era tú y pues se asustó al verme. Una cosa llevó a la otra, y terminamos cayendo y ya saben el resto.
—Fuiste el primer beso de Amira —Stacy se ríe.
—Ethan lo siento, disculpa a Amira.
—No pasa nada, pero otro día avísale que yo me quedo.
Porque no quiero recibir más golpes.
—Sí.
—Bastian, vámonos a casa —pido por qué quiero ir a quejarme en mi habitación.
—Me voy —comunica Bastian y Audrey le da una mirada, y el tonto de mi hermano también se la da.
Yo que soy 2 años menor que él y puedo notar la atracción que hay entre los dos, pero eso dos están cómo Adrien y Marinette de miraculos: ciegos.
—Chao —me voy junto a mi hermano.
Entro a mi casa, cierro la puerta y suelto un suspiro.
—¡Ay! Me duele mi mejilla, esa niña casi me desfigura el rostro —me lamento con niño pequeño.
—Ya sabía que no te duraría tanto tiempo la hombría.
Seré todo lindo, pero parezco niña quejándome.
—Mírame mi linda carita —le señaló mi mejilla golpeada—, con ese golpe me podría sacar hasta la muela..., creo que hasta me la dejo blanda.
—Déjate de ser exagerado.
—Como a ti no te pegaron, a ti dieron unos buenos besotes —me mira.
—¿De qué hablas?
—No es que yo sea sapo, solo iba a ayudarte a despertar y vi como se comían a beso.
—Deberías ir a un oftalmólogo.
—Deberías ir tú, yo veo claramente como te mueres por la Audrey —lo miro divertido.
—Con más fuerza te hubiera golpeado Amira.
—No me nombres a la vecina, niña para amargada.
—Tienes tu misma edad, no es una niña.
—Lo es. Por un besito hace tanto escándalo.
Solamente es un beso, no es nada de otro mundo.
—Amira no es como las chicas con las que sueles andar, ella es muy reservada y fue su primer beso —la excusa.
—Pero eso no le quite lo amargada. Ya no quiero hablar de la vecina, mejor me voy a dormir. Espero que no me amanezca mi carita hinchada porque le digo a mamá lo que pasó.
—Anda duerme, eres un llorón.
—Debí dormir en vez de cuidarla.
—¿Qué tienes en contra de Amira?
—Nada, solo me dolió el golpe.
—Ve a dormir.
Me voy a mi habitación, tengo demasiado sueño y desperdicié mi tiempo cuidando a la vecina. Veo mi hermosa cama y me dejo caer en ella.
Al fin estoy en un agradable lugar.
AUDREY.
No puedo dormir, sigo pensando en el beso que me di con Bastian. Estoy muy confundida, desde los siete años he odiado a Bastian y ahora lo he besado.
—¿En qué piensas? —Pregunta Stacy
—¿Por qué andas con Braulio?
Stacy no es novia de Braulio, pero se besan y tienen intimidad. Ella puede darme la repuesta que busco.
—Por qué me atrae mucho y me gusta estar con él.
—¿Estás enamorada de él? ¿Lo amas?
—No es amor, y enamorada no lo estoy... todavía. Audrey, siento deseo por Braulio aunque no sé si algún día se convierta en algo más, aunque si me gustaría ser novia de Braulio. Hemos sido compañero desde secundaria y nunca me sentí atraído por él, a pesar de que siempre he sido cercana a él por ser amigo de Bastian, pero últimamente apareció esa atracción entre los dos y nos hemos dejado llevar por lo que deseamos.
—¿Y si Braulio consigue novia?
—No tenemos nada serio; y no se lo puedo prohibir, pero si él ya no quiere continuar nuestro encuentro está bien.
—Pero vas a sufrir tú si en el trascurso te enamoras.
—Puede ser, pero mientras tanto disfrutaré mis encuentros con Braulio. Yo quiero consentir a mi cuerpo dándole lo que me pide...
—Stacy —musito.
Ella se ha quedado dormida. Me levanto lentamente de mi cama y camino hacia el mueble y agarro la almohada con la cara de Bastian.
—Estoy tan confundida por tu culpa.
Camino hacia mi cama, me acuesto y abrazo la almohada.
[***]
Al día siguiente.
—Audrey —musita Stacy.
—uhm.
—Ya me voy —abro mis ojos.
—¿No vas a desayunar?
—No. Además, todavía el desayuno no está listo.
—Cierto. Me escribe luego.
—Ok.
Stacy me da un beso en la mejilla y se va, vuelve a cerrar un ratito mis ojos.
Abro mis ojos y veo la hora: 09:05 am. Me pongo de pie, ingreso al baño y hago lo que tengo que hacer. Rápidamente, me termino de arreglar y bajo a la cocina.
—Buenos días —saludo a Amira.
—¿Qué tienen de bueno? —dice toda amargada.
Tiene una cara de perro malhumorado. Me imagino que debe de ser por lo que ocurrió en la madrugada.
—¿Estás enojada?
—Tú ¿qué crees?
Agarro un plato hondo, una cuchara y me siento en la mesa.
—No fue mi cuerpo que te cayeras, fue solo un accidente —expreso.
Agarro el cereal y coloco un poco en mi plato y lo devuelvo a la mesa.
—No me dijiste que el vecino se quedaría y que tú te ibas.
—Estabas dormida y no te iba a despertar.
Agarro la leche y la abro. Coloco un poco de la leche en mi plato y la dejo a un lado.
—Debiste avisarme, otro día que te vayas déjame sola que nadie me va a robar.
—Que conste, si algún día me voy por ahí y te dejo sola no te quejes —ella me rueda los ojos—. Amira, le pegaste muy fuerte a Ethan.
—No quiero hablar de eso... ¿Sabes a qué hora llega mamá?
—No, pero me imagino que llegará en la noche.
—Me voy a mi habitación, no me moleste que estaré ocupada —manifiesta enojada.
Amira se pone de pie y se va dejándome sola en la mesa. Suelto un suspiro y justamente mi celular suena, reviso y es del grupo de las anti-porristas. Las porristas no son nada agradable y de nuestro salón hay dos: Tiffany (novia de Bastian) y Melisa. Esa dos son una odiosa de lo peor, no sé cómo Bastian la puede aguantar. Abro el chat y siento que me agarran mi estómago y me lo retuercen.
Aurelia: Tiffany anda diciendo que ella y Bastian van a estudiar en la misma universidad y van a vivir juntos. Según escuche Bastian se lo propuso y ella aceptó, aunque todavía no han decido a que universidad van. Que suerte tiene la flacuchenta.
Salgo de chatear y quiero escribirle a Bastian y decirle que lo odio, pero no es nada mío.
Audrey ese beso fue un error y no se volverá a repetir, tú tienes novio y merece respeto.
Desayuno de mala gana, ya que por ese comentario se me arruinó mi día. Mi celular suena y contesto la llamada que me está haciendo Stefan.
[***]
Stefan me llamó para invitarme a salir y ya estoy lista para irme a pasear con él. Escucho la notificación de mi celular y reviso, pero siento que la sangre me hierve al ver que es Bastian.
Bastian 🙄
¿Podemos hablar?
No podemos, estoy muy ocupada.
Audrey, no estás haciendo nada.
Mi novio viene por mí para salir juntos y no quiero hacerlo esperar.
Que te vaya bien.
Se desconecta porque ya no está en línea. Salgo del chat y casi seguido recibo el mensaje de Stefan y salgo de mi casa.
Estoy muy enojada con Bastian, sé que no tengo por qué estar enojada con él pero lo estoy.
—Audrey.
Alzó la mirada y Stefan me da una gran sonrisa. Él estaciona y se baja del auto, se acerca a mí y me da un beso al cual correspondo porque es mi novio.
—Hola.
Siento una vibra asesina detrás de mí, miro de reojo y en la ventana de la habitación de Ethan está Bastian y tiene un sello nada lindo en su cara.
—¿No vamos?
—Sí.
Él tiene su novia y yo tengo novio, el beso fue un error que nunca más se volverá a repetir.
Ingreso al auto y me voy junto a Stefan, pero a pesar de todo no estoy emocionada, talvez fue porque no dormir bien anoche pensando en... No sé por qué sigo pensando en él.
Olvídate de Bastian, estas con tu novio y solo debes pensar en él.
Que rico besa Bastian.
Ese lado angelical y ese lado demoníaco están peleando. Suelto un suspiro y trato de calmarme porque no quiero arruinar mi cita.
BASTIAN.
Tiro la palanca de juego al mueble del coraje.
—¡Gane! —exclama Ethan—. ¿Qué te pasa Bastian? Hoy estás muy malo, te he ganado en toda las partidas.
—Hablas mucho Ethan.
—¿Qué estará haciendo Audrey con no-vi-o? —le doy una mirada fulminante—. No me mires así, que me duele verte llorar —tapo su boca para que deje de cantar.
—¿Te puedes callar? —asiente.
—Tengo el alma destrozada y el corazón...
—¡¡Ethan!!
—Ya no voy a cantar. La vecina lleva muchas horas con su no-vi-o. ¿Qué estarán haciendo?
—Ethan largarte de mi habitación.
—Excuse me. Bastian, has olvidado que estas en mi habitación —manifiesta, divertido.
Miro a mi alrededor y es cierto, por estar pensando en otras cosas he olvidado que estoy en la habitación del llorón.
—Lo olvidé llorón.
Escucho un auto y rápidamente me pongo de pie, veo como Stefan la besa.
—No quisiera estar en tus zapatos, yo por eso no me enamoro de nadie.
—Si siguen hablando la otra mejilla te quedará roja del puñete que te voy a dar.
—Me quedo en silencio.
Stefan se va y Audrey ingresa a su casa sin siquiera mirarme.
—Que dolor siento en mi pecho, al verte con alguien más, me duele que beses a otro, mientras a mí me ignoras sin piedad... Me salió la inspiración viéndote, ya sé que voy a compo... —lo miro— Amor y paz hermano —ríe con nerviosismo.
—Corre Ethan —digo con un tono de: corre porque te voy a matar.
—Bastian no, hermanito mío no me hagas nada.
—1, 2... —sale corriendo de la habitación y lo sigo.
—¡Bastian, ya no te voy a molestar, te lo juro! —grita.
Termina de bajar la escalera y va a la cocina.
—Hermanito bello, yo ya no voy a molestarte, perdóname la vida por favor.
—Te dije que te callaras y no me hiciste caso, ahora contigo me desquito —me mira aterrado.
Se escapa de la cocina y va a la sala y me tira el cojín.
—No me hagas nada, yo voy a ser un buen hermano menor.
—Ven que no te voy a golpear tan duro.
—Perdonameeee, soy tu hermanito menor perdonameeee, prometo que me portaré muy bien, ya no te molestareeee —le doy una mirada acribilladora—. Ya no voy a cantar, pero no me hagas nada —dice suplicante.
Nunca le he dado un golpe, pero esta vez se lo merece y necesito un saco de boxeo y nada mejor que el fastidioso de mi hermano menor.
—Ven Ethan —niega.
Él intenta huir hacia la escalera, pero no le permito el paso.
—De aquí no te vas.
—Bastian, ya no te voy a molestar.
Corro hacia Ethan y él corre hacia la salida y justamente la puerta sé abre dejando ver a mi madre.
—¡Mama llegaste a tiempo! —Exclama Ethan escondiéndose detrás de ella.
—¿Qué pasó?
—Bastian me quería pegar —dice el llorón.
—Bastian, ¿por qué le querías pegar? —Pone la mano en su cintura.
—Él me estaba molestando.
—Ethan —mama lo mira.
—Sí. Yo lo estaba molestando pero solo un ratito.
—A ustedes no hay como dejarlo solos porque se quieren medio matar —manifiesta, papá.
—Papá, Ethan comenzó.
—Los dos dejen de hacer relajo, ya están grades para pelear. Bastian y Ethan, a darse la mano.
Ethan se acerca a mí, me estira la mano y me da una sonrisa la cual devuelvo, le doy la mano y se la aprieto muy fuerte.
—¡Auch! Papá, Bastian me está apretando mi manito.
—¡Bastian!
Suelto su mano y paso mi brazo por si hombro.
—Es la reconciliación, ya no vamos a pelear.
—Eso espero —dice mamá mirándonos con duda—. Vayan a ponerse guapos que vamos a cenar fuera.
Ambos asentimiento y no dimos la vuelta para proceder a subir a nuestras habitaciones.
—Bas, ya no te voy a molestar.
—Está bien, mientras no me moleste llevaremos la fiesta en paz.
—Ok.
Ethan ingresa a su habitación y yo a la mía, rápidamente me acerco a la ventana, pero hoy no la logro ver. Reviso mi celular y ella no está conectado, abro el chat del grupo de baloncesto y recién me entero de que mañana comienza los entrenamientos.
AUDREY.
Mama regresó, la noche llegó y yo aquí sintiéndome mal. Hay una parte de mí que quiere hacer una locura y la otra está meditando sobre Stefan. Cierro mis ojos, lo mejor será dormir y me olvido de todos especialmente del odioso.
[***]
Al día siguiente.
Amira se va a su salón a pasos rápidos, Stacy se ríe.
—¿Sigue enojada por el beso?
—Ya sabes como es ella.
Bastian llega junto a Ethan, él se va por el otro pasillo que lo lleva a su salón y Bastian pasa por mi lado sin mirarme. La tonta de Tiffany se le abalanza encima de él y lo besa. Quiero meterle un puñete a Bastian.
—Siempre es Tiffany la que lo besa y él solo corresponde, ¿no te parece raro?
Stacy tienen razón, siempre es Tiffany la que toma la iniciativa y Bastian nada más corresponde a lo que ella hace... bueno, en algunas ocasiones.
Bastian no es nada cariñoso con Tiffany, parece que no fuera su novia aunque él, aunque él nunca ha dicho con sus propias palabras que es su novia. Ella es la que le dice y ha dicho a todos que Bastian es su novio, y como se dan beso y ella alardea de lo bien que se la pasa estando en la misma cama con él todos llegamos a la conclusión de que si están en una relación.
—No sé, ni me interesa.
—Ni Braulio, que no es mi novio es tan seco como Bastian.
—Audrey —Stefan me da un beso sorpresa y correspondo.
—Con permiso —dice Stacy y se va junto a Braulio.
Tengo la sensación de que Stacy no está de acuerdo en mi noviazgo, pero no dice nada por mi posible reacción.
—Audrey.
—Dime —le doy una sonrisa.
—Podrías quedarte en la hora de salida, ya que voy a demostrar mis habilidades en el baloncesto para ingresar al equipo.
—Está bien.
— Ahora si vamos al salón.
Caminamos muy juntos hacia el salón. Me gusta la forma de ser de Stefan, es muy agradable. Mi mirada se encuentra con fría mirada de Bastian, ingreso al salón junto a mi novio y casi seguido el profesor ingresa grasa dando inicio al terror de la semana para mí.
[***]
—¡¡Braulio, eres el mejor... y tu también Bastian!! —grita Stacy. Braulio le guiña un ojo y le sonríe de lado y mi amiga se queda hipnotizada viéndolo.
Braulio le dice algo a Bastian y él nos mira y sonríe, seguido codea a Braulio y él solo se encoge de hombros. El entrenador llega y comienza la charla, miro a Stefan y él me da una sonrisa la cual devuelvo.
Los chicos comienza el entrenamiento y como es un nuevo año el entrenador tiene la costumbre de cambiar de capitán cada año y poner al mejor, y como hay más estudiantes tienen que elegir de nuevo al capitán y al suplente porsiacaso se presente cualquier emergencia.
Los minutos pasan y mis ojos se posan en Bastian, definitivamente se ve muy bien. Meneo mi cabeza por los malos pensamientos que tengo.
El entrenamiento termina y el entrenador lo reúne a todo y los mira fijamente. Yo lo se nada del baloncesto, pero para mi todo lo hicieron bien.
—Bastian continua con tu trabajo de capitán —él asiente.
Considero que el suplente va a ser Braulio, ya que siempre han sido los mejores.
—Stefan serás responsable del equipo cuando Bastian este ausente —manifiesta.
Abro mis ojos como platos. Los demás estudiante murmuran.
—¡No puede ser! —espeta Stacy.
Siempre ha sido Bastian y Braulio, ello dos son como la uña y la mugre, siempre han estado juntos y para el colmo a Bastian no le agrada Stefan.
—No lo decepcionaré —dice Stefan con una sonrisa.
—Entrenador —dice Bastian con una voz muy seria.
—Dime Bastian.
—Siento mucho lo que lo voy a decir, pero lamentablemente no puedo ser el capitán este año.
Es un tonto.
El entrenador frunce el ceño y todos los demás estudiante no dejan de hablar.
—¿Puedo saber el por qué, Bastian?
—Después de graduarme estudiaré arquitectura y en estos meses mi padre me enseñará más sobre la carrera que seguiré.
No suena muy creíble, pero de que va a estudiar arquitectura eso si escuche de niña. Él siempre decía: yo voy a ser arquitecto como mi papá. Pero no pensé que realmente lo iba a hacer, porque yo de niña decía que iba a ser doctora y ahora solo pienso en estudiar fotografía.
—Siendo así no puedo exigirte nada... El capital será Stefan y Braulio será...
—Entrenador.
Apuesto que también se va a negar.
—¿Tampoco puedes?
—Así es.
—Bien. Stefan será el capital y Rubén el capital suplente. Pueden retirarse, cualquier novedad les avisaré por el grupo.
—Si —dijeron unísonos.
—Bastian trabaja mejor junto a Braulio, es normal que ninguno de los dos hayan aceptado —opina Stacy.
—¿Te parece bien lo que hicieron?
—No hicieron nada de malo. Ellos ya fueron capitanes por mucho tiempo, es normal que nuevas personas dirijan al grupo.
Los chicos comienzan a retirarse y los demás estudiantes también.
—Ellos actuaron muy mal, su actitud dio a entender que no les agrada trabajar con Stefan.
—No es moneda de oro para caerle bien a todo el mundo —se encoge de hombros—. Audrey, te dejo.
—¿Dónde vas?
—Me voy con Braulio... Si mamá te llama dile que estoy en tu casa.
—Stacy.
—Te amo, llegaré a tu casa antes de las 4.
Meneo mi cabeza y ella se va corriendo, (seguro va a los vestidores). Salgo del salón y voy hacia la salida rápido, ya que Amira debe de estar enojada.
—Audrey.
Stefan se acerca con una gran sonrisa en su rostro.
—Soy el capitán —dice feliz.
—Felicidades por tu logro.
—Quisiera darte un beso, pero estoy muy sudado, pero tengo más días para darte muchos.
—Audrey.
Miro rápidamente a Bastian y siento una tela en mi cara y la retiro de un solo y veo la camisa de Bastian. Alzó la mirada y quedo petrificada al ver su cuerpo sudado.
—Lávala y llevámela a casa —dice y se va.
Espera ¡¡Que...!!
—Ese imbécil que se cree para darte órdenes.
Miro rápidamente a Stefan.
—No le hagas caso, a él le encanta molestarme.
—Pues debería dejar de hacerlo, eres mi novia y no permitiré que te moleste —mira la camisa—. Dame que le daré una buena lección.
—No —él me mira confundido—. Yo le haré una maldad.
No quiero causar más enemistad entre los dos.
—Échale cloro para que no te moleste.
—No te enojes. Me tengo que ir, Amira me está esperando.
—No vemos mañana —me hace con la mano, ya que está sudado.
—Chao.
Corro hacia mi hermana y ella me mira furiosa.
—Más de una hora esperándote —Vocifera.
—Yo no te obligue a quedarte.
—Vámonos que ya tengo hambre.
Ella camina hacia la parada y la sigo. Este día ha sido muy loco.
[***]
Llegamos a casa y Amira ingresa y yo también, dejo la mochila en el piso y salgo de mi casa a la de Bastian. Toco el timbre como loca y Ethan me abre.
— Audrey.
— ¿Bastian?
— En su habitación se está...
Entro a la casa y corriendo voy a la habitación de Bastian, ingreso sin tocar la puerta. Lo busco con la mirada y no está.
— ¡¡Bastian!!
Él muy idiota se ha escondido, camino hasta su cama y tiro la camisa.
— ¿Por qué tanto escándalo?
Siento un corrientazo que recorre cada parte de mi cuerpo.
¿Por qué me susurra de esa manera?
Me doy la vuelta y... ¡¡Madre de Dios!! Bastian solo está en toalla. Alzó mi mirada y su cabello está húmedo, pero lo hace ver lindo, sus ojos verdes me miran fijamente.
— Audrey.
Meneo mi cabeza, yo no debes desconectarme con las cosas buenas que tiene la vida.
— Bastian, ¿crees que soy tu empleada? Me tiras la camisa en la ca... —mi cuerpo se tensa.
Mi respiración se vuelve pesada, y mi corazón late con desenfrenado. Cierro los ojos y exclusivamente siento como Bastian succiona mi cuello.
Mientras le reclamaba él arremetió como vampiro contra mi cuello. Él succionar con más fuerza (se me escapa los jadeos), y mi cuerpo no hace nada por apartarlo. Estoy como un palo recto sin inmutar un movimiento y él dándose un festín.
Siento como sus labios dejan un suave beso en mi piel y se aleja, abro mis ojos y mi corazón se altera, bajo mi mirada hasta sus labios y cuello, ambos se ven apetecible.
Sigo impulso de mi cuerpo y me acerco a él, me pongo de puntilla y beso su cuello, siento su mano en la parte de la espalda baja y me pega a su cuerpo, comienzo a succionar su cuello de la misma manera que él lo hizo.
Definitivamente, necesito ir a un psiquiatra.
Bastian huele rico, y me encanta lo que estoy haciendo. Lo que más me gusta de este momento y me hace sentir extraña a la vez es la erección que he provocado en él.
Minutos donde he saboreado el cuello, hombro y toda la clavícula de Bastian, porque ese impulso no se contentó con el cuello y quería más, por ese impulso llegue hasta este extremo.
Me separo de él, su cuello, hombre y clavícula tienen manchas rojas. Si así está él, no quiero saber como esta mi cuello.
— Yo me tengo que... —me agarra de un solo y me pega a la pared.
—Has causado un gran problema en mí y te vas como si nada.
—Bas...
Me besa y mi cuerpo no me hace caso. Rodeo su cuello, él me alza e inconscientemente rodeo su cadera y me lo como a beso.
Yo vine a reclamarle y estoy que disfruto de apasionante beso.
—Bastian —susurro con dificultad.
—Haz silencio Audrey.
Me vuelve a besar y su legua no tarda en pedir permiso para jugar con la mía, y como no tengo el control de mi cuerpo termino dando cediendo.
Que clase de locura es esta Audrey, tú tienes novio y Bastian tiene novia, además tú lo odias.
Siento un extraño calor que está invadiendo mi cuerpo. A pesar de que Bastian está con su piel fresca (porque salió del baño y esa señal de que se dio una ducha) lo siento caliente. Una de sus manos comienza a recorrer mi muslo y va bajando más y más.
¡¡Audrey reacciona!!
Corto el beso, mi respiración pesada se une con la de Bastian.
—Esto está mal.
Me libero de su agarre y salgo corriendo de su habitación, bajo la escalera y me detengo en seco al ver a Ethan.
— Te aconsejo que te cubras el cuello, ponte hielo o ponte base —siento mi cara arder.
— Me voy —lo miro apenada.
Termino de bajar las escaleras y salgo de la casa y voy a la mía e ingreso en silencio, no quiero que Amira se percate.
Entro a mi habitación y corro hacia el espejo, definitivamente una parte de mi cuello está lleno de manchas rojas que no se tardarán en poner morada. Me tiro en mi cama y doy vuelta como loca y me detengo quedando boca arriba, llevo mis dedos a mis labios y cierro los ojos.
Su beso, su lengua jugando con la mía, su piel, su cosa dura como una piedra y su mano recorriendo mi muslo.
Todo mi cuerpo se ha estremecido recordando eso. Yo tengo que alejarme de Bastian, porque si me quedo sola con él terminaré haciendo una locura.
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Editado: 12.07.2022