AUDREY.
Mis sentimientos por Bastian son muy fuerte y nunca me percate de eso. Me hice creer a mi misma que lo odiaba cuando realmente estoy enamorada de él, no solo estoy enamorada, amo a Bastian y lo amo demasiado.
Desde niña me sentí atraída por él, pero su constante mala actitud conmigo me llevó a "odiarlo", pero realmente nunca lo odie, siempre quise a Bastian, pero disfrace ese sentimiento con odio.
Acaricio sus pectorales y él juega con mi cabello. Me gusta esta cercanía con él, me fascina como me toca y me encanta estar en sus brazos.
—¿En qué piensas?
—En ti, en mí.
—Dime tu pensamiento, bueno si es quieres.
—Tengo un poco de miedo del futuro, no sé que me espera...
Especialmente contigo.
—Es futuro es incierto, no debes preocuparte mucho.
—Bastian...
¿Qué pasará con nosotros?
Es lo que no me atrevo a preguntar. No quiero decirle que estoy enamorada de él, temo por mi corazón.
—Dime.
—Nada.
—Audrey, dime lo que tenga que decir.
—No es nada.
Beso su pectoral izquierdo, y con puros besos me deslizo hasta llegar al derecho. Comienzo a subir hasta llegar a su hombro sin dejar de besar su piel, me deslizo por su clavícula hasta llegar a su cuello y succionar suavemente su piel.
Me acomodo mejor y arrastro mis labios hasta la otra parte de su cuello. Sus manos se adueña de mi cintura y la aprieta con delicadeza. Me siento a horcajadas para mayor comodidad y beso su mejilla, haciendo un camino de besos que pasa por sus labios hasta llegar a su otra mejilla.
Termino de besarlo y lo veo fijamente. Bastian tiene sus manos en mi cintura y me acerca más. Lo miro fijamente y mi corazón no deja de galopear.
Mi pecho no deja de bajar y subir. Tomo su rostro entre mis manos y nos miramos hitamente.
¡¿Cómo diablos alguien puede despertar tantos sentimientos?!
Lo beso. Bastian me está volviendo adicta a él, en pocos días he hecho locuras que nunca imagine hacer y menos con él. En mis planes no estaba tener este tipo de relación con él, yo creía que siempre sería mi odioso vecino.
—Tócate Audrey, quiero verte —susurra sobre mis labios.
Me separo de él y me acomodo, abro mis piernas dejándole ver lo que no debería estar viendo. Llevo mi mano y paso mis dedos por hendidura y los introduzco (no tan profundo porque me puedo lastimar otra cosa), busco mi clítoris y comienzo a torturarme yo misma.
Siento la mano de Bastian subir por mis piernas lentamente hasta llegar a mis senos y los masajea.
—Bastian.
—Vamos, que lo estás haciendo muy bien.
Cierro mis ojos y muerdo mis labios. Bendito placer que me consume.
BASTIAN.
—¡¡Bastian!!
Se desploma en la cama, me acerco a ella y la atraigo a mi pecho.
—Me encantó —le digo mientras acaricio su cabello.
No cambiaría por nada del mundo el ver a Audrey tocándose; solo para mí.
—Oye... ¿Y tu novia?
—No tengo novia.
—Uhm.
Sonrío porque me gusta verla celosa.
—Con Tiffany nunca fui novio.
—¿Qué?
—Para Halloween me acosté con ella, cabe recalcar que estaba borracho y pues ella se puso a decir que era su novio, no le tome importancia porque me daba igual lo que dijera, pero al día siguiente de los chupetes le pedí que deshiciera el rumor que ella misma ocasionó.
Una sonrisa se forma en su rostro, aunque casi enseguida la borra.
—Con razón eras cero cariñoso con ella... Aunque si tenían sexo.
—Solo era sexo casual, nada sin importancia.
Su rostro se pone serio.
—Lo que pasa entre nosotros ¿tampoco te importa?
—Audrey, no te compares con Tiffany, tú en mi vida tienes un lugar muy importante.
Ella clava la mirada en mí.
—¿Qué tan importante soy para ti?
—Te daré tu respuesta cuando termines con Stefan.
—En un mes lo haré.
—En un mes sabrás que tan importante que eres para mí.
Me abraza y correspondo.
—uhm... ¿Quieres helado?
—Sí.
Le doy un beso en su frente y me separo de ella.
—Ya vengo.
—Ok.
Salgo de mi habitación y bajo a la cocina, abro el refrigerador y saco una tarrina de helado, y las dejo en el mesón; de paso agarro las cucharas. Reviso la alacena y tomo las papas y otras cosa más que Ethan come, y regreso a la habitación.
Al entrar la veo con mi camisa y eso roba más mi corazón. Audrey no es muy grande y mi camisa le queda como vestido.
—Traje esto, te mereces más, pero no sé cocinar.
Me siento en la cama acomodando todo lo que he traído.
—¿Cómo te has estado alimentando?
—Sobro comida el viernes y la he estado recalentado de poco en poco.
Ella suelta una sonrisa.
—¿Por qué no me dijiste?
—No pensé que fuera necesario, pero no te preocupes, me he estado alimentando bien.
—Eso espero... Te invitaría a cenar, pero tu papá llegan hoy.
—La próxima vez que se vayan.
Ella me da un papá, y aunque no soy muy fanático me la como... Lo que uno hace cuando le importa alguien.
—Bastian..., mañana... bueno...Stefan va a estar a mi lado...
—No hablemos de ese tipo.
—Está bien, pero no te enojes, odio que te enojes conmigo.
La miro y le doy una sonrisa. No estoy enojada con ella, me enojo conmigo mismo por no haberle dicho lo que ella causa en mí hace tiempo
—No estoy enojado contigo —me acerco a ella y la acerco a mí—. Audrey, solo te pido que no te beses con él.
Odio que él la besé, porque el único hombre que debería besar a Audrey soy yo.
—Pero...
—Por favor.
—Trataré de esquivarlo, pero no prometo nada... Tampoco quiero que te besa con otra chica que no sea yo, porque te juro que no te vuelvo a hablar nunca más.
Eso es a lo que más le temo.
—Eso no pasará —le robo un beso.
No pienso cagarla ahora que puedo besarla, ahora que ante sus ojos ya no soy su odioso vecino... No pienso arruinar todo lo que tengo con Audrey.
[***]
—¿Tu mamá?
Ella ha estado bastante tiempo conmigo y su mamá no la ha llamado.
—Le dije que vendría a hacer una diapositiva.
Sonrío y acaricio su mejilla.
—Eres mi mentirosa favorita.
—Créeme que me desconozco.
Conozco a Audrey desde niño, y ella nunca haría todo lo que ha hecho conmigo, pero el hecho que sea yo la tienta a hacer las cosas que nunca imagino hacer me hace sentir bien.
—Eres la misma, solo que eres más arriesgada.
—Creo que si —ríe—. Uhm, considero que debería irme arreglando para regresar a casa, no vaya a ser que tus padres lleguen y nos vean así.
Ella mira mi cuerpo semi desnudo.
—Ve al baño... Aunque te puedo acompañar —ella niega.
—Ya me has visto desnuda, pero yo si quiero salir de baño rápido —suelto una carcajada.
—Está bien, ingresa tu primero mientras yo arreglo.
—Sí.
Ella se pone de pie, me da un casto beso, agarro su ropa e ingresa al baño. Suelto un suspiro... Audrey lo que no tiene de grande, lo tiene de bella.
[***]
Termino de arreglar mi habitación y justamente ella sale del baño. Me acerco y la beso. Tengo que aceptar que me encanta probar sus labios.
—Es tu turno.
—Si lo sé —le doy otro beso.
Corto el beso y busco una muda de ropa cómoda e ingreso al baño, a diferencia de Audrey me doy una ducha.
[***]
Salgo del baño y frunzo al ceño al no verla.
—Audrey.
La busco, pero no está. Mi mirada se fija en mi celular que no estaba en la cama antes. Me acerco y paso la mano por mi cabello. Audrey debe de estar enojada conmigo, debí bloquear a Tiffany antes.
Le escribo a Audrey, pero me ha bloqueado, la llamo y también me ha bloqueado de llamada. Tiro el celular en mi cama del coraje.
—¡¡Maldición!!
Muchos años molestándola para obtener su atención, y ahora que la tenía la cague al no haber bloqueado a Tiffany.
—¡¡Maldita sea!!
~cerezos ★
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Editado: 12.07.2022