Un regreso inesperado.

Son días, noches, horas, minutos y segundos, que uno espera aquel regreso. Se han preguntado ¿Qué harían, si les otorgaran otra oportunidad?, se imaginan poder re enmendar aquel daño hecho, ¡Se lo imaginan!, todo sería diferente.

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Me encontraba en una situación no tan agradable, estaba encima de Arturo ¡¡¡Encima!!! ¡Dios mío! ¡Esto no puede ser cierto!, parece que todo esto estaba planeado. Y como ya decía, el destino juega muy sucio, porque seguía anonadada, pero claro ¿Quién puede resistirse a un cuerpo fibroso como el de aquel hombre? Que dentro de mí, el libido comenzaba aumentar y si lo hacía notar estaría en problemas.

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¡Demonios! Celin se encontraba encima de mí, ¿Qué hago?, No podría resistirme más a esta tentación, tan cerca mío y el olor que emanaba solo me hipnotizaba más;  voltee a verla y vi ese leve sonroja miento en sus mejillas, me quede viéndola fijamente y ella a mí. Había una atracción inevitable de negar, era un magnetismo extraordinario y eso se podía sentir. Me acercaba poco a poco hacia su rostro, ¡Lo sabía!, ocurriría lo inesperado, ¡Ya estaba cerca!, Por fin ocurriría después de tanto tiempo, volvería a besar esos dulces labios de nuevo; en eso cuando ya iba a ocurrir tal acontecimiento suena su teléfono, así rompiendo con todo el magnetismo, ¡¡¡Es en-se-rio!!! ¿Por qué a mí?, Dios ¿Por qué me torturas tanto? Me pones el deseo y la lujuria en frente de mí y me lo quitas para que no peque. ¡Que injusticia!

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¡Uf! ¡Qué alivio! Gracias teléfono ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias!, Por poco y cometo un error, ¡Casi lo beso!, resiste Celin ¡Resiste!,  es lo único que logro decirme mentalmente. Me quito de la posición tan incómoda en la que me encontraba y no había notado las manos de Arturo en el lugar en que se encontraban hasta que me quite de encima, al levantarme totalmente solo logre ver la cara de decepción y de injusticia de aquel hombre por la que una vez llegue a suspirar. Inmediatamente me dispuse a contestar mi teléfono y miren que gran sorpresa me lleve, al escuchar aquella hermosa y odiosa voz, que alegraba mí día a día desde su partida.

-¿Bueno?
- hola amiga ¿Dónde andas?- era ella, mi mejor amiga.

-¡Kaila! ¿Cómo estás?- era lo único que podía decir, mi mente aún se encontraba un tanto bloqueada por lo acontecido hace un momento.
-¿Estas ocupada?

“lo estaría si no hubieras llamado”

-No, No, No, No para nada, al contrario, me acabas de salvar la vida.

“o mejor dicho, me acabas de salvar el plan”

- jajá y ahora ¿Qué pasó?- se le notaba más alegre que de costumbre, así que no le arruinaría la alegría.
 -nada, mejor luego te cuento.
-Pues yo diría que ya, Cel. Estoy afuera de tu depa, ábreme.

Y en ese momento me quede atónita, ¡que ella se encontrara fuera de mi departamento, indicaba algo muy importante para mí!, no podría dejarla de añorar tanto tiempo, así que solo me deje llevar por el momento.

-¡¡¡ ¿Qué?!!!- fui a lo que respondí.
-si amiga, así que apúrate si es que no estás en casa.
-si está bien, voy para allá.

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Yo solo me encontraba viendo, aquella hermosa chica hablando por teléfono, enserio ¿Quién no se enamoraría de ella?, No por nada le dicen "la reina de la moda”, enserio le queda muy bien el título, ella en verdad es una "reina". Tan embelesado, me encontraba que no fue que reaccione hasta que ella me volvió a hablar después del incómodo y excitante momento.

-muy bien Anderson, te dejo los papeles de la oficina, los lees y mañana hablamos de ello. ¡¡Ah!!  Y limpia tu casa, Que no queras caerte de nuevo.
-¿Qué no te quedaras?

Estaba confundido, primero viene me despierta para ver lo de la empresa y ahora se iría, no entendía nada y esta resaca que traigo no me ayudaba.

-no, tengo cosas que hacer.- su respuesta tan escueta no me daba nada de gracia.
-son más importantes que estar aquí conmigo.
-¡Si! Y por mucho.- “eso me dolió”- Tengo que ver a esta Kaila que se encuentra fuera de mi departamento.
-mmm, Que sorpresa-fui sarcástico y al parecer eso a ella no le gusto en absoluto, ya que se fijó en mi con una mirada fría y turbadora.

- me voy

Y así de simple, solo lo dijo y se dirigió nuevamente hacia la puerta de entrada, pero yo sin poder dejar las cosas así, fui tras ella y la acorrale contra la puerta.

Ella se me quedo viendo, entre asombrada por lo que había hecho y desconcertada por lo que estaba sucediendo, la estaba viendo fijamente y mi mirada paso a rondar por todo su cuerpo, me acerque hacia su cuello plante un beso en este y ella soltó un jadeo, me dirigí hacia su oído y susurre.

-admítelo, te gusto que sucediera ese accidente.

Su respiración se aceleró, pero aun así se le veía tan serena, su gesto cambio a uno osco, quito mis brazos para salir de ese encarcelamiento y me soltó.

-Ya quisieras que fuera cierto, mejor un consejo Anderson ¡Deja de seguir a las personas en tu carro!

¡¡¡Pum!!!  Azoto la puerta de entrada y solo pude escuchar como arranco su carro y se alejó, y ahora solo me pregunto dos cosas ¿Le habrá gustado el momento? Y la segunda era ¿Kaila volvió de España?, luego de hacerme esas preguntas me quede como estúpido sabiendo que Celin si se dio cuenta que la seguí a su casa la noche anterior. ¡Anderson deja de seguir a las personas!, debería dejar de hacer tantas idioteces, pero con ella era imposible, me tenía como a su perro, ella me podía decir ven a mi casa a las 3 de la mañana y yo iba sin rechistar, así era mi locura por ella, cometería cualquier cosa solo por que volviera a ser ella misma. ¡Y ahora sí, a decirle a Naim que Kaila volvió! Corrí hacía las escaleras y en el momento que voy a pisar el escalón me tropiezo con mi otro zapato, debería de hacerle caso a Celin, tengo que limpiar mi casa.