Mi pequeña grinch

Capítulo 1

Natalie 

Camino sin ánimos por el centro de la ciudad, estoy harta de escuchar villancicos en todos lados ¿que diablos tiene de especial la navidad para que todo el mundo enloquezca?

Solo es una fecha más en la que los ricos aprovechan la ingenuidad de los demas para desplumarlos sin miramientos, pero claro todo esto se lo achacan al espíritu navideño. si, como no, como si tal cosa existiera, solo son tontos a los que manipulan en masa.

Acelero el paso o terminaré llegando tarde y si hay algo que aborrezco aparte de la Navidad por su puesto, es la impuntualidad.

Hoy llega el hijo del dueño, estará a cargo por un par de meses mientras el señor Miller y su adorable esposa toman unas merecidas vacaciones. 

Sus palabras no las mías. Esa mujer tiene de adorable lo que yo tengo de simpática, O sea nada.

Volviendo al tema no quiero dar una mala impresión y que el hombre piense que soy una irresponsable. He luchado mucho por conseguir un lugar en esta empresa.

Siento un escalofrio al llegar a recepción y ver el enorme arbol a medio decorar, una gran cantidad de cajas con luces y esferas se encuentran en el piso mientras Lucy y otras personas se encargan de ir acomodando.

-¿Que es esto? -Es extraño el señor Miller nunca se ha esmerado tanto en los arreglos navideños. 

-Un arbol de navidad  -responde con obviedad.

-Si, ¿pero era necesario que fuera tan grande? 

-Pregúntaselo a tu jefe. -suelta de mal humor.

Sigo mi camino sin ánimos de pelear, hoy no tengo ganas de enfrascarme en discusiones tontas con nadie.

El piso de presidencia está en igualdad de condiciones solo que el pino es algo más pequeño. 

-Natalie, que bueno que llegas. -Saluda la secretaria de el señor Miller, es quizá la única amable en este lugar- El señor te está esperando en su oficina.

-Gracias, ahora voy.

Toco la puerta un par de veces antes de ingresar y ahí esta el, sentado como lo que es, el dueño y señor de todo.

-¿Que es todo esto? -Pregunto refiriéndome a los adornos navideños que están por doquier.

-¿Que cosa? -Se hace el desentendido 

-¿Que cosa? -pregunto incrédula -parece que santa claus vomito todo el lugar.

Estalla en carcajadas al escucharme.

-Mi pequeña gruñona olvidaba que odias la navidad. -Dice risueño

-Nadamas falta y nos quieras poner un gorro navideño. - me quejo.

-Muy buena idea señorita. -dice alguien tras de mí. -No lo había pensado, pero tomaré en cuenta su sugerencia. 

Volteo despacio esperando encontrarme con un crío, el señor Miller es joven dudo llegue a los 50.

Oh sorpresa, el hombre frente ami es todo lo que quieran menos un crío, tiene entre 28 y 30 años, es demaciado apuesto aunque no tiene ni un solo rasgo de mi jefe. Su piel morena destaca los hermosos ojos azules que posee. No se por que, pero siento como si lo conociera de antes. 

Hay no por que tenia que habría mi bocota, solo espero y no se tome literal mis palabras.

 

-Mi pequeña Naty - habla mi jefe con cariño -te presento a mi hijo James Miller.

 

-Mucho gusto señor Miller. -Una corriente eléctrica atravesiesa mi cuerpo al tocar sus manos. 

 

-¿Así que odias la navidad? -pregunta como si nada. -¿Puedo preguntar por que? -Acabamos de conocernos y ya anda con sus confiancitas. 

 

-No odio la navidad, señor Miller. -Mentí descaradamente -ahora si me permiten iré a mi oficina tengo mucho trabajo.

 

James

 

-¿Así que esta es la pequeña grinch de la empresa? vaya no pensé que fuera tan hermosa.

-Lo es -concuerda mi padre -pero esa joven está muy lejos de tu alcance.

-¿Esto es un reto padre? -Pregunte con diversión. -por que así lo estoy sintiendo. -Rie a carcajadas como si acabará de contarle un chiste.

Mi padre habla tanto de esta mujercita que ya siento que la conozco, incluso mi madre se a puesto celosa, ese es el verdadero motivo de sus vacaciones.

Me encargue de decorar toda la empresa para que mi hija viva de nuevo la magia navideña, estaré al frente un par de meses y por su puesto mi hija vendrá conmigo todo el tiempo.  

-¡¿Que mierda paso aquí?! -ese grito seguramente se escucho en todo el edificio 

-¿Que hiciste James?

-Digamos que me tome el atrevimiento de decorar un poco la oficina de la señorita.

En cuestión de minutos entra la mujer iracunda cargando todo lo que puse en su oficina. 

-¿Que es esto señor Miller? -pregunta viendo a mi padre, mientras pone sobre su escritorio todo lo que trae en las manos.

-Naty...pequeña...-se levanta de su asiento y se acerca a ella, la rodea con sus brazos y empieza a consolarla, es hasta entonses que me doy cuenta que la pequeña grinch tiembla en sus brazos, sus pequeños sollozos me estremecen el corazón. ¿Por que llora? 

Después de que pudo tranquilizarse un poco me ofrecí a llevarla a su casa, la verdad la chica no esta en condiciones de trabajar.

Le encargue a la secretaria de mi padre sacar todo de su oficina, creo que esta vez mi madre si se paso, honestamente fue ella quien ideo todo, siendo conocedora de su poco amor a la navidad propuso decorar también su oficina, para mi fue como una broma pero ahora creo que no tubo nada de gracioso.

Estoy seguro que esa chica no odia la navidad odia algún suceso vinculado a ella. Dejo de llamarme James Miller si no logro descubrirlo. 

 

 



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En el texto hay: romace, navidad y familia

Editado: 30.12.2023

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