Capítulo final

Natalie 

Mis manos tiemblan, sujeto la prueba con fuerza para evitar que caiga al suelo , al parecer las mejores noticias me llegan en navidad, es como si dios y el universo conspiraran para recordarme que la navidad es hermosa. 

Seré madre otra vez, uno pequeño ser crece en mis entrañas, uno que hicimos con amor James y yo. Sinceramente había perdido las esperanzas de salir embarazada, no de ser madre por que ya lo soy y sin importar que ninguno de mis hijos lleve mi sangre los amo con todas mis fuerzas y este pequeñín no hará diferencia. 

 Aunque amo la idea de sentirlo dentro de mi, de ver como poco a poco va creciendo en mi interior, nada cambiará respecto a mis otros hijos, aunque a ellos no los tuve desde pequeñitos, eso será algo nuevo que sin duda viviremos todos juntos. 

Guardo la prueba donde mi esposo no pueda verla, ese será su regalo de Navidad uno que sin duda va a encantarle.

Hoy cenaremos todos juntos incluidos mis suegros y cuñada, las cosas con la mama de James no fueron tan fáciles como con el resto de la familia, aunque al principio tuvimos un que otro rose hoy somos muy unidas, es lo mas cercano que tenido a una madre.

Mañana Pasaremos todo el día en el orfanato es una tradición ya en nuestra familia, gracias a mi esposo todos nos involucramos de lleno con los niños, somos como una gran familia.

Observo el reloj y limpio mis manos por milésima vez, estoy muy nerviosa, nerviosa y emocionada, quien iba a decirlo hace algunos años estas eran las peores fechas para mi, de solo escuchar la palabra navidad se amargaba mi existencia.

Ahora todo ha cambiado mi corazón por fin es libre, libre de cualquier rencor o resentimiento, seguramente mi madre tuvo sus motivos para dejarme, Buenos o malos pero los tuvo.

James

-Que te tiene tan feliz pequeña grinch? -es lo primero que pregunto al verla, sus hermosos ojos la delatan, hoy tienen un brillo particular en ellos. 

Niega con una gran sonrisa. Como si pudiera engañarme

Es tan satisfactorio verla así, tan llena de vida y feliz ya no se parece en nada a la mujer rota y lastimada que encontré hace algunas navidades, mi mujer a evolucionado para bien.

Natalie es maravillosa, la mejor madre que mis hijos pudiesen tener, no imagino una vida sin ella caminando a mi lado.

La cena fue muy agradable, aunque algo rápida ya que mis tres hijos y sobrinos estaban ansiosos por abrir sus regalos. 

Mi mujer como cada año reparte regalos a cada integrante de nuestra familia, pero esta vez le falte yo. Me sorprende un poco que no tenga un regalo para mi, eso nunca había pasado.

-Pequeña grinch ¿te olvidaste de mi? -Pregunte algo dolido. 

-Tu regalo esta aquí. -Se señala a si misma.

-Pequeña. -Reprendo. Ya se que ella es un regalo para mi, uno por el que agradezco todos los días. 

-Aqui está tu regalo amor. -se acerca a mi y lleva mis manos a su vientre plano. -Solo que tardará unos meses en dejar la envoltura.

-¿Estas diciendo lo que creo que estas diciendo? -pregunto sorprendido e ilusionado.

-Si mi amor, pronto seremos padres de Nuevo. -Confirma lo que ya imaginaba.

Todas mis neuronas hacen corto circuito y estallo de felicidad, adoro a mis tres hijos con el alma pero no puedo negar que ser padre junto a Natalie me llena de júbilo, ojalá sea una nenita tan hermosa como ella.

Los meses pasan con rapidez, pronto nacerá mi pequeña camila, mi mujer y mi hija se pusieron euforicas cuando supimos que sería una niña, pero no puedo negar que sin duda yo fui el más emocionado. de solo imaginarme una princesa con sus ojos mi corazón se llena de felicidad. 

Los gemelos estaban algo molestos ellos querían un niño, fue hasta que les dije que ellos tendrían que cuidarla y protegerla como hermanos mayores que lo asimilaron un poco más. 

Mi pequeña Carolina es la más ansiosa por que su hermana llegue al mundo, se desvive en atenciones y cuidados hacia su madre.

Se que Caroline en donde este se encuentra en paz, con la seguridad de que su hija es feliz, convencida de que aunque ella no esté jamás le ha hecho falta el amor de una madre.