"Ranas y nueces"
Todo el camino a la escuela me la pase durmiendo y bostezando.
Me quité los lentes y me frote los ojos, me los volví a poner y entre al salón de clases, cuando divise a Natalie me fui a sentar aún lado de ella.
—¡No lo puedo creer!—habló la castaña que estaba a mi lado. —Kailani, con ojeras y sueño.
—No quiero hablar de eso. —Ayer el odioso de mi vecino hizo que la luz en mi casa se fuera —dije muy molesta.
~Lo bueno que no querías hablar de él~dijo mi subconsciente.
—¿Hablas de Luca?—preguntó Natalie y yo asenti.
—Ese "incidente"—hice comillas con mis dedos.
—¿Incidente?—preguntó confundida.
—El incidente tiene nombre y apellido, West, él cuaso todo esto—señale mi cara. —Cuando la luz en mi casa se fue, el proyecto del profesor Gregorio se esfumó, el proyecto que duró una semana, y eso no es lo peor de todo, lo peor fue que solo guarde la mitad del trabajo, me tuve que quedar despierta por tres horas terminando el trabajo, esta incompleto pero al menos lo tengo.
—Si que tuviste una mala noche—dijo con una sonrisa.
—¿Mala?, eso queda corto, tuve la peor noche de mi vida—solté un largo suspiro.
Después de que el profesor George se retrasó por 15 minutos, al fin pudo venir, entró al salón y dejó caer unas carpetas en su escritorio para que todos pusieran atención.
Todos guardamos silencio y comenzó la clase.
•••
Después de haber terminado dos clases por fin llegó la hora del receso, Nath y yo nos fuimos a la cafetería a encontrarnos con Gabe.
Cuando lo encontramos nos sentamos junto a él.
—¿Qué te pa...?—antes de que Gabriel terminara su oracion, Natalie lo interrumpió.
—No hables germen, y mejor vamos por comida para Lan—Natalie agarro del brazo a Gabriel y fueron a comprar algo de comida.
Kailani= Lan. Gabriel + Germen= Gabe. Natalie= Nath.
Puse mi cara sobre la mesa y sin darme cuenta me quedé dormida.
•••
Me desperté ya que alguien comenzó a picar mi cara.
Mire hacia los lados y me encontré con Luca.
—¡Ay por Dios!, que bueno que despiertas, pensé que debía llamar a una funeraria y pedir tu...—lo interrumpi.
—Callate, que todo esto es por tu culpa—contesté con voz alta.
—¿Tienes hambre?—me preguntó. —Tal vez te pueda traer alguna rana o tal vez unas nueces—dijo apretando los labios para no morir a carcajadas.
—¡Puedo parecer un mapache pero no lo soy!—grite haciendo que todo el mundo nos mirara.
Mis mejillas comenzaron arder y me levanté para salir del comedor.
Senti que alguien me seguía y volteé a ver.
—¿Necesitas algo West?—pregunte alzando una ceja.
—No, ¿y tú?—dijo con el tono más neutral posible.
—Deja de seguirme.
—¿Y si no quiero que?—preguntó acercándose más a mi.
No entiendo por qué se acerca tanto a mi, mis piernas se congelaron que no podía moverme, ¡¿por qué no puedo moverme?!.
Sus ojos color gris conectaron con mis ojos color miel.
Su mirada es como un cielo nublado, un cielo que indica un día lluvioso, un día de soledad, un día frío, un día nublado que indica una tormenta, la tormenta que estropea tu dia, eso indica la mirada de Luca, su mirada, es como una tormenta, una tormenta con la cual no querrás estar cerca por que te destruirá.
Somos muy distintos, dos cielos completamente distintos, polos opuestos, pero que no se gustan.
—¡¡Luca!!—escuchamos a Thomas llamando a su mejor amigo.
Thomas guardó silencio cuando nos vio juntos, él se veía incómodo y yo al fin me pude separar de Luca, él me miró y después se fue con Thomas.
Y otra vez ese sentimiento.
—No puedo respirar—dije en un susurro mientras tocaba mi pecho.
•••
—El profesor Gregorio no podrá asistir a la clase ya que paso algo urgente que se tuvo que ir—anunció el jefe de grupo.
Todos llenaron el salón con suspiros y yo en cambio llené el salón de gruñidos ya que me había esforzado tanto para este proyecto, aunque por otro lado estoy feliz ya que podré terminar el proyecto y entregarlo bien.
—¿A dónde iremos?—pregunto Gabe.
—A tu casa—dijo Nath.
—¿A mi casa?—pregunto el rubio sorprendido. —P-pero a...—Nath y yo nos reímos a carcajadas.
—Tranquilo germen—Nath golpeó la espalda de Gabriel y él se mostraba confundido.
Terminamos en la cancha de fútbol viendo el entrenamiento del equipo de fútbol de nuestra escuela.
En nuestro equipo esta, Thomas, Luca, Kailan y algunos amigos de Luca y Thomas.
—Oigan, tengo que irme—dijo Nath levantándose de su lugar.
—¿Por qué?—pregunto Gabriel.
—Tengo una cita—contestó ella muy entusiasmada.
—¿Nos vemos en mi casa a las 9?—le pregunté y ella sonrió.
—No podré ir, tengo una fiesta en la noche y ya que hoy es viernes mañana puedo amanecer con una gran resaca—aplaudió con alegría. —Nos vemos germen —le dio una gran despeinada con su mano a Gabriel y se despidió de mi con un beso en la mejilla.
Vimos que Nath se fue y rodee con mi brazo a Gabriel que soltó un gran suspiro.
—Debes decirle—expresé y recargue mi cabeza en su hombro.
—No quiero arruinar esta amistad por un capricho—dijo cabizbajo.
—Si realmente la amas debes decirle.
—No quiero hablar de ella—comentó muy triste. —Me voy temprano, nos vemos mañana—agregó.
El rector dejaba salir a los salones que se encontraban con horas libres el resto del día y como eran nuestras dos horas con el profesor Gregorio el rector nos dejaría salir ya que después no habría clases.
Deje salir un gran suspiro y miré hacia mis alrededores, en realidad estaba casi vacío, todos estaban en clases, hasta se me hace raro ver las gradas vacías ya que siempre que juega Thomas y Luca, las gradas están llenas.
Mi mirada se encontró con la de Luca y me regaló una sonrisa, mi mirada se quedó en él, otra vez mi cuerpo sentía esa rara sensación, una sensación que no me gusta.
Me levanté de las gradas, agarré mi mochila y comencé a bajar las gradas para irme a mi casa.