Capítulo tres

Estaba algo nervioso esperando comprobar lo que había dicho Paul. Me habia preparado todo, e incluso llevé a mi hermana en su instituto, después de eso camine despacio hacía el mío, esperando encontrarme con ella aunque fuera por casualidad pero nada jamás apareció, me decepcione de no verla hasta ahora, incluso busque hacia el otro lado de la institución pero aun no la veía y desistí de la búsqueda, ahora estábamos en la cafetería revisando la tarea de Biología bueno Paul copiaba de mi, yo estaba atento en que ella entrara por la puerta.

—Deja de hacer eso —me dice Jaime sentándose en frente de mi e impidiendo mi vista hacia mi perfecta click.

—Que es lo que hago —le respondo.

Jaime mira hacia donde trato de mirar y fruce el ceño.

—¿Aun sigues con la obsesión de aquella chica? —me dice con un tono de reproche y me tomé unos segundos para pensar.

Jaime es hermana gemela de Paul por lo tanto también es mi mejor amiga y supongo que Paul le contó sobre mi reciente click, y es por eso que ella me esta mirando asi, cómo si fuera un delito enamorarse de alguien, entonces miro a Paul que finge no oír nada.

—Si Jaime, lo hago aún —dije un poco aburrido y me incline hacia atrás ya que Jaime invadía mi espacio— creó que Paul me mintió.

—No mentí —el aludido se defiende de inmediato.

—¿Creí que no escuchabas? —pregunte achicando mis ojos.

—Si los estaba escuchando pero eso no es el caso —ahora le dediqué una media mirada— ella entra aquí, te lo dije hermano, ella sabía que tu la esperabas, y por eso no aparece estoy seguro de eso.

—Habla el que esta copiando una tarea —se burla Jaime.

—Al menos no soy una bruja y no iré al infierno —inquiere Paul.

—Eso tu no lo sabes —protesté.

Jaime niega con la cabeza riendo luego se agacha unos segundo y es suficiente para mi, la veo entrar muy despacio y viene acompañada de una chica rubia que le cuánta algo, ella fruce el ceño creo que no entiende nada de lo que dice la chica, sus ojos recorre la cafetería unos segundos después sus ojos se posan en mi, y puede ver algo de molestia en su cara luego Jaime me tapa la visión.

—¿Hey Marvin que te pasa? —me pregunta Paul.

—Estas muy pálido Marvin —me dice Jaime tocándome la cara— y tienes que soltar eso, te harás daño.

No se a que se refiere a así que sigo hacia donde ella mira, y vi que tenía en la mano un cuchillo, ¿por que no me he dado cuenta que tenia un cuchillo desechable en la mano?, lo suelto y me voy corriendo al baño, necesitó llegar a ella lo mas rápido posible. Por el pasillo no me detengo ni una vez, esquivo a la gente y paso de ellos como una bala, unos segundos mas en esquivar y entró al baño. Respiro profundamente para recuperar mi aliento ¿Qué es lo que me paso? Por que Jaime dijo que estaba pálido, entonces miro el reflejó del chico en el espejo y mis ojos no parecen los míos, son muy verdes y brillan cómo las estrellas, esto es extraño, jamás lo había visto así, me acercó al lavabo a lavarme la cara, mientras lo hago oigo que la puerta se abren y alguien entra.

—¡¡¡Hey Marvin!!! ¿Qué pasa amigo? Mal día, eso nos pasa a todos, no te preocupes estarás bien —me dice saludando. Apenas lo puedo ver y busco algo con que secarme, cuando lo encuentro miró a Mark que también abre el grifo y se lava la cara.

—Si hola… y sí supongo que todos nos pasa verdad.

No se si eso era un saludo o una afirmación.

—¿Iras a la práctica? —me pregunta— sabes que eres el más veloz Marvin, no podemos perderte, yo no puedo hacerlo sin ti.

¿Acaso esta coqueteando conmigo? No debe de ser mi imaginación, si eso debe de ser.

—Mark yo creo que esto no va a funcionar, es una mala idea —le confieso.

Mark creé que tengo un don en el campo de juego y es que cada balón que me dan corro hasta alcanzar la línea, no he querido jugar nunca, lo he evitado a toda costa, pero Mark me había visto y me hizo un jugador más del equipó, y como ha dicho Mark no pueden sin mí.

—Tu solo has lo que siempre haces y ganaremos —me dice luego me aprieta los hombros hasta alcázar mi cuello y me mira unos segundo. ¿Qué es lo que trata de hacer?.

—Que es lo que…

—Oh nada, lo siento debí preguntarte antes —dice— escucha Marvin, Joel me ha dicho que te has lastimado el hombro y es por eso que…

—Me estabas apretando para comprobar lo?.

—Siii exacto, eso por supuesto ¿Qué más podía ser?.

Quita su mano ya que aun no lo hacia y truena sus dedos, creó que esta un poco nervioso.

—Bueno —decido terminar con la incómoda escena— te veo al rato.

Sin oír respuestas de su parte salgo de hay a toda prisa, buscó a Paul o Jaime pero no los veo por ningún lado y creó que ya han entrado a clases. Me dirijo hacía Biología con el profe Samuel quien es más aburrido que el mismísimo orador. Al entrar el profesor esta explicando algunas cosas y cuando me ve deja de hablar.

—Señor Dawson llega tarde —dice casi reprochándome. Mark también entre justo después de mi— ¡Señor Hopper creó que es tarde!.

A diferencia de mi a Mark lo ve como un héroe, en eso el tiene ventajas y puede entrar a la hora que se le antoje, tiene escusas para todo.

—Lo lamento señor Wallis es que estuve un poco… —ahí va con su escusa— ocupado, no se si sabrá pero aquí el señor Marvin… —me mira y sonríe— es nuestro nuevo jugador y es por eso que tardamos un poco, le mostraba algunas de nuestra nueva técnica. Usted sabe para ganar.

—¡Maravilloso! Claro, claro ¿Eso es verdad señor Dawson? —su entusiasmo me asusta a veces— ¿eso es cierto señor Dawson?.

Esto me toma por sorpresa ¿Por qué Mark quería ayudarme? Y definitivamente no se mentir cómo él.

—Señor Wallis eso es…—depende de mi mentir— cierto, si señor.

Mi respuesta no es una mentira del todo así que puedo estar en paz conmigo mismo.

—Bien pues pasen.

El profesor Wallis no para con su entusiasmo.

—Gracias señor Wallis —eso lo dice Mark.