Mi pícaro Mate.

capitulo 1.

Ca

La odiosa alarma se hace presente en mi magnifico sueño, por lo que suelto un gruñido pesado tapando mi cara con la almohada, ese irritante sonido solo significaba una cosa, último año de preparatoria.

Abro mis ojos lentamente y sonrío, como extrañe ese maldito sonido.

Los pájaros cantan, el sol brilla más que nunca, el olor a flores inunda mis fosas nasales, la gente sonríe... Bueno, no.

¿Que pájaros van a cantar?... ¡ninguno! Simple, la vida acá en Olfman no es normal, la cuidad pertenece a la manada Moon, se preguntarán ¿Manada?, pues si, manada, donde viven animales, específicamente lobos. Por lo cual aquí estoy yo, una bestia que se transformaba con la luna llena y con los ataques de ira o cuando se les plazca, hija del beta de la manada, pero por mis vena corre sangre de alfa, ya que mi padre lo era pero por el hecho de no querer asumir el mando; ya que decía que era muy joven, le otorgó su lugar a mi tío Drago, invirtiendo lugares.

~°~


- ¡Queda poca margarina! -Chilló al ver la cantidad que hay en un pote.

- Veo que alguien se ha levantó muy feliz hoy - Habla mi hermano Edward, detrás de mí. Me limito solo a reír - ¿qué haces?

- Preparo tostadas - le respondo un poco obvia.

El olor de las tostadas llega a mis fosas nazales, por lo que me acerco para poder sacarlas sin precaución alguna y me quemó

- ¡puta la wea, están caliente! - Agito mis manos al sentir el tacto de las tostadas con mi piel y mi hermano solo ríe. - no es gracioso.

- ¡Mmm! ... ¿qué es eso que huele tan delicioso?

Alzó la vista de mi dolorida mano y veo a mi padre, Steven ingresando a la cocina olfateando como un perro.

- Hola papi.

Lo saludo untando mis tostadas con lo que queda de la margarina

- ¿Estas despierta tan temprano? - pregunta mi padre colocando una mano en su pecho fingiendo asombro, ruedo los ojos divertida - Sé que ya lo que dicho... Pero lo quiero volver a repetir - Se acerca a mí y deposita un beso en mi cabellera - hija, tu solo te levantas temprano cuando tramas algo.

- claro - le respondo con sarcasmo mascando mi tostada.

Miro con tenenimiento mi tostada cada vez que la mastico y la margarina comienza a derretirse hasta ya no verse.

- ¿Qué hora es? - pregunta Edward bebiendo de su café.

Con pereza busco mi móvil y veo la hora.

- Mierda, se me hace tarde.

Me levanto de la silla y corro hacia mi mochila, mi hermano me mira asombrado y yo solo guardo mis llaves en el bolsillo pequeño de esta para disponerme a salir lo más rápido posible de mi casa.

- Hija... - dice mi padre deteniéndome, lo miro - por favor este año no quiero que vengas a decir que tienes novio - me pide y hago una mueca de desagrado - algo me dice que tu compañero está cerca y no será bonito cuando se entere que no te has reservado como es debido ... ¿Esta bien?

Solo asiento con la cabeza y salgo corriendo de la cocina.

- ¿QUÉ HORA ES? - grita mi hermano cuando abrí la puerta principal de la casa.

- ¡TARDE!

Le devuelvo del grito y corro por la vereda hasta llegar a la esquina.

Se podría decir que no soy una chica muy conservada que digamos y de partida a mis padres eso no les gusta, ellos dicen que tengo que esperar a mi compañero, que por cierto yo sé que cuando lo encuentre va a ser en muchos años más, por lo tanto no puedo quedarme sentada como Bella esperando a Edward.

A mitad de camino hacia el colegio mi celular empieza a vibrar, miro la pantalla y veo que es mi abuela

"¿bueno?" - respondo.

"Hola hija ¿cómo estás?" escucho la voz de mi abuela Hildalia, la cuál pertenece a uno de los aquelarres más importantes de la zona - según lo que tengo entendido-.

Aunque aun así se enamoró de un lobo en su juventud y de ese enamoramiento -calentura- salió mi madre, una de las pocas mujeres mitad bruja y loba, lo que es muy raro en nuestra especie, debido a que se pueden contar con los dedos de una mano las personas híbridas.

"bieeen" digo alargando la e.

"Hija no tengo mucho tiempo... hoy soñé contigo" va directo al grano y yo ruedo los ojos, de nuevo con lo de los mates "aléjate por un tiempo del campus de tu colegio, tengo un muy mal presentimiento tu sabes que siempre lo que sueño sucede, solo mantente cerca de las puertas de emergencia"

Valla, le atine con lo de los mates.

~°~

Una vez en el colegio entro cantando una canción a la sala de clase, me dirijo hacia uno de los puestos desocupados y deposito mi mochila en un asiento.

No había nadie en la sala ya que como era de esperarse todos estaban en la formación del primer día, pero como a mí me da pereza y me aburre eso, pase directo a la sala, después daré unas buenas explicaciones del porque no asistí; como el me dolía la cabeza o llegue tarde.

Me fije en la sala, era grande con paredes blancas y cafés, aproximadamente habían unos 40 puestos, lo que quiere decir que hay compañeros Nuevos.

Comienzo a tararear una de mis canciones favoritas, me siento en una mesa mientras miro fijamente por la ventana, la cual se encuentra al otro extremo de la sala de clases.

— Buena canción - susurra una voz en mi oído asustándome y provocando que me caiga de la mesa donde estaba sentada - lo siento, Jade.

Me levanto como puedo y limpio un poco mi ropa, ya que para ser el primer día el suelo ya estaba bastante sucio.

— ¿estás Bien?

Me pregunta nuevamente, yo alzo la vista un poco desorientada y me encuentro con....

— ¡Joder! ... ¡joooder! ... ¡joooder! - Empiezo a gritar asiendo que Brad ría.

Brad es mi mejor amigo, o por lo menos lo era, digamos que no terminamos de la mejor manera el semestre anterior.

Antes de salir de vacaciones, Brad me encontró muy cariñosa con un tipo en una fiesta, al final las cosas terminaron muy mal; llore, Brad me insulto y trato de lo peor, lo golpee, Brad lloro y finalmente terminamos en la cárcel, cosa que aún no se porque.




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