Mi primer amor

¿Qué te parece si trepamos?

Ya había pasado medio año desde que iniciaron las clases y Nebu conoció a Nohemí. A pesar de que le gustaba sacarlo a veces fuera de juicio, él no dejaba de juntarse con ella cada vez que regresaban a casa.

Durante la clase de educación física, todos se encontraban corriendo, haciendo sentadillas, entre otros ejercicios. Nebu, que estaba tratando junto con uno de sus amigos, comenzaba a decir – espero que esta sea la última vuelta, ya que no creo que pueda resistir una más – Fernando – tienes razón, yo tampoco podré dar ni media vuelta más – Pedro, que se aproximaba a ellos, lo miro y, con entusiasmo, dijo - ¡vamos!, no se queden atrás – Fernando – eso quisiera – Nebu, mientras jadeaba de cansancio - ¿qué cosa? – Fernando, quien miraba como Pedro los dejaba cada vez atrás, trato de respirar profundamente pero, mientras lo hacía, tuvo que parar un poco. Después de tomar aire, dijo – ya no aguanto más – la maestra, al verlo, grito – ¡no se detengan!, ¡aún les falta un poco para que terminen! – Fernando, sintiendo que sus pies estaban por caerse trato de alcanzar a Nebu, que se encontraba a puno de darse por vencido también.

Nebu, al oír el silbato de la maestra, sintió una gran felicidad y se recostó en la grama, fuera del circuito donde correrían ahora las niñas. Mientras las niñas comenzaban a correr, Pedro se acercó a Nebu y dijo – conque has cedido, sabes, si no eres capaz de continuar nunca podrás ser tan veloz como yo – Nebu – no me interesa para nada, si fuese posible, preferiría llegar a mi casa y dormir por el resto del día – Pedro – bueno, no creo que seas él único que pienso eso – Nebu – ¡¿...?! – Pedro - mira ahí – Nebu, sentándose , vio a Fernando que estaba tirado como muerto en la grama y que dejaba notar una expresión de que nadie lo levantaría de ahí.

Ya que se había sentado, Nebu comenzó a las niñas que corrían. Varias de ellas, a pesar de que parecían algo atléticas, comenzaban a cansarse y dejar de trotar, por lo que recibían un regaño por parte de la maestra. Mientras miraba eso, Nebu pensó – a ver qué tal le va Nohemí, apuesto a que tampoco podrá resistir trotar por mucho tiempo y terminara cansada como yo -. Pero, a pesar de que ya llevaban casi el mismo tiempo en que él ya no podía seguir corriendo, Nohemí mantenía el paso con el que inicio y este no era tan lento.

Nebu, sin saber si criticar o elogiar su resistencia de Nohemí, tan sólo siguió mirando hasta que se escuchó el sonido del silbato de la maestra dando por terminado su tiempo. Después de trotar por separados, la maestra dio por terminada la clase. Todos comenzaron a dirigirse de regreso a la clase. Se 'podía ver como se juntaba cada quien con su grupo, tanto hombres como mujeres, y comenzaban a platicar durante el camino a la uala.

Nebu, que comenzaba levantarse para regresar con sus amigos, vio que ellos dos comenzaron a hablar algo entre sí. Pero, como la maestra lo llamo para que le ayudara a recoger los instrumentos que utilizaron durante la clase, tuvo que dejarlos. Ellos dos, al ver que Nebu tenía que ayudar a recoger las cosas y, como ellos no querían ver nada con eso, le dijeron que lo esperaban en la clase y que se apurara a llegar antes de que dé inicio al próximo periodo. A él, aunque no le gustaba hacer eso, no podía desobedecer a la maestra. A pesar de que estaba juntando, él no era el único que lo hacía, ya que se delegaban a otros compañeros que ayudaran también.

Mientras tomaba la red para meter las pelotas, sintió como le era rempujado desde atrás. Nebu, logrando evitar caerse, miró de quien se trataba. Al voltear, se dio cuenta de que se trataba de Nohemí que traiga consigo una pelota de baloncesto. Ella, con una sonrisa, dijo – quien lo diría. Al parecer también te han asignado con ayudar a recoger todo – luego, agachándose, le paso el balón a Nebu. Este, recibiéndolo, lo metió dentro de la red.

Nohemí, sin dejar respirar a Nebu, dijo – Hey, tengo una idea – Nebu – ¿cuál? – Nohemí – que te parece si los dos juntamos las pelotas, ya que si lo hacemos juntos, terminaremos más rápido – Nebu – está bien –. Y de esta manera comenzaron a juntar las pelotas los dos juntos. Mientras Nohemí lanzaba las pelotas, Nebu abría la bien la red para atraparlas y así irlas guardando. Todo parecía ir bien y terminaron muy rápido. Al dejar la red con pelotas con la maestra, se dirigieron a la clase. Ya que muy pronto les tocaría el próximo curso, debían de apurarse a regresar. Entonces los dos comenzaron a correr, aunque no eran los únicos apurados en regresar a la clase ya que habían otros compañeros que también iban corriendo después de entregar lo que habían recogido con la maestra.

Mientras corrían, Nebu miraba como Nohemí lo dejaba atrás y él no era capaz de seguirle el paso. Nohemí, dándose cuenta de ello, comenzó a disminuir su velocidad para que los dos llegaran juntos. Nebu, notando que la velocidad de Nohemí era cada vez menor, no podía quedarse sin tratar de intentar correr un poco más rápido. Nohemí, al ver que Nebu, a pesar de no lograr ir más deprisa, trataba de seguirle el paso, dijo – no puedo creer que seas tan lento – Nebu – Pues, pues no es que quiera sino es por ... – pensando en una respuesta, miro la risa de Nohemí por no poder encontrar alguna excusa para su lentitud. En eso, se le ocurrió que responder y dijo – es porque no debo de ser malo con las niñas. Es por ello que debo de ir atrás por ser un buen niño – Nohemí, soltando una carcajada y deteniéndose por un instante, dijo – no se te pudo ocurrir algo mejor – Nebu – Por, ¿por qué lo dices? – Nohemí – no es necesario que mientas, lo pude notar mientras nos encontrábamos en educación física que no eres tan rápido – Nebu – Pues, eso es, eso es... – apretó su puño – ya que ese no es mi fuerte. Si tratáramos de trepar un árbol de seguro que logro ganarte y no podrías seguirme el paso – Nohemí – trato hecho – Nebu – ¡¿eh?! – Nohemí – acepto tu reto. Después de clases veremos qué tan cierto es lo que dices – Nebu – Pero, pero ¿no te importa? – Nohemí - La verdad, no. Además, como hoy recibimos física, traigo pants y no tengo problema con ello – Nebu, que estaba por responderle a eso, tuvo que dejarlo al oír que ella le decía "mejor si nos apresuramos sino no vamos a entrar a la clase para el próximo periodo".




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