Mi Primer y Último Amor

Capitulo 8: “Las olimpiadas de matemáticas”

Como había dicho antes, el amor es el movimiento del mundo. Podría considerarse lo fundamental de la vida, es decir, aunque tengas vida pero no amor es lo mismo pensar en que estas muerto aun en vida. Pues de alguna forma así era como me sentía, era ese vacío nuevamente que invadía mi cuerpo y mente. Otra vez tenía que cargar con ese vacío existencial, o mejor dicho, aquel había vuelto a nacer en mí. Era como si algo estuviera pasando, mientras yo estaba allí frente al director.

- Bueno señorito Norab, la primera noticia es que… -Ya presentía la mala noticia, de veraz no quería ni imaginar las posibilidades de mi presentimiento en relación a lo que estaba por decir el director. –Próximamente empezaran las olimpiadas de matemática y de igual forma usted ha sido seleccionado como el representante de la escuela por medio del promedio estudiado de todos los estudiantes considerando que si usted no acepta, Jackson Pacheco tomara su lugar.

No podía creerlo, ¿Por qué tanto drama por esto?, ¡era genial! Una noticia que no esperaba venir, impresionante fue esto para mí, ¿habría estado actuando para engañarme para ver mi impresión? De solo imaginarlo me da una alegría inmensa, yo como representante de nuestra escuela en el comité organizador de las olimpiadas matemáticas intercolegiales y lo mejor es que estaba por encima de Jackson, y ¡no!, no es por Belén. No hay porque pensar en que yo tendría una rivalidad con él solo por haber sido el amor de Belén y por haber roto su corazón, tal vez si lo odie por lo segundo pero no es por eso, para nada. Entre él y yo siempre ha habido una rivalidad en las materias superiores puesto que a pesar de ser un patán con las mujeres, es uno de los mejores estudiantes de la escuela y saber que yo estaría por encima de él es probable que lo haga enojar. Además, no entiendo que tiene que ver eso con la cara del director, parecía que no estaba tan alegre como yo.

- ¡Es genial! –Dije casi sonriendo, pero no podía hacerlo, había algo que me lo estaba impidiendo.

- Deberías pensarlo Andrew. –Dijo esta vez, pero como si fuera un consejo. –Sé muy bien lo que es perder este tipo de oportunidades y lo más probable es que pienses en no aceptar, yo lo entendería pero no es lo que todos queremos para ti.

Esta vez sí me había confundido completamente, no estaba entendiendo porque decía eso si es obvio que yo aceptaría esta magnífica propuesta, pues esta era la oportunidad que necesitaba para ganar un mérito más. De igual manera estaría esperando próximamente las ICFES, tal vez participar en las olimpiadas me podrían ayudar a poner en práctica lo aprendido, de hecho desde hace poco me había estado preparando mucho para ganar una beca y poner en alto mi apellido  el cual desde el momento en que mi situación económica empeoro mi familia por ser de un estrato mucho más alto se aisló, no solo por eso sino por el dolor que este lugar les hacía sentir por recordar a mi padre, es por esto que prácticamente mi madre era la única familia que estos momentos tenia, hasta que obtuviera un mérito haciéndome merecedor de mi apellido.

- ¿A qué se refiere señor director? –Pregunte sin más rodeos.

Antes no comprendí pero ahora sé muy bien que la vida es así, pues no todo en esta vida es color de rosas, no todo siempre es felicidad, no todo es lo que esperábamos. La vida es así de simple, cuando esperas que ocurra algo no pasa, pero justo en el momento en el que piensas que todo va bien pasa algo para arruinarlo. Pero sobre todo hay que tener en cuenta algo y es que después de la tormenta sale a la vista, el arcoíris.

El director agacho la cabeza se sentía algo inseguro, me entrego el formato que debía llenar y en ella debía llevar la firma de mi madre o algún familiar mayor de edad, éste documento era para mí entrada a la olimpiada. Ojee un poco el papel y mientras tanto lo mire aun como esperando una respuesta a mi pregunta.

- Bueno pues puedes siquiera considerar entrar a la olimpiada si quieres después de lo que ahora tengo que decirte… -Dijo aquel algo nervioso, como si no pudieran salir las palabras de su boca, como si fuera algo tan grave.

Ya empezaba yo a preguntarme tantas cosas, ¿A qué quiere llegar este inútil? ¿Acaso era mi verdadero padre y no me lo habían dicho? ¿Acaso se había muerto alguien? No, estas posibilidades no podría yo si quiera considerarlas pues mi padre siempre ha sido uno y nadie más, además si alguien habría muerto no hubiera ido a tantos rodeos.

- ¡Dígame de una buena vez señor director! –Grite con desesperación.

- Andrew, es sobre tu madre… -Decía mientras lo interrumpí.

- ¡¿Qué?! ¡¿Por qué no la menciono antes estúpido?! –Alce mucho más la voz que anteriormente.

Me había alterado un poco, bueno en realidad, esta vez me levante de la silla y quise golpearlo, quería matarlo por no haber sido conciso de una buena vez, pero era algo normal, ¿Acaso era estúpido este hombre? ¡Se trataba de mi madre!

- ¡Lo siento Andrew! Entiéndeme sabía que aun si lo dijera primeramente o después de igual forma te alterarías y era mejor prevenir. –Dijo éste relajado buscando mi calma. –Sé que tal vez tarde mucho pero no hay porque desesperarse…

Intentaba no golpearlo, solo busque mi calma, tome mi asiento junto con su mano señalando a ésta, mientras tanto escuchaba aquellas palabras de cuya noticia me preocupaba, era obvio que no estaba muerta, pues el director dijo que no había porque hacer tanto drama así que simplemente lo deje seguir.



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En el texto hay: misterio, aventura, el primer amor

Editado: 12.09.2020

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