Julia, mientras miraba como era que todo había salido tal y cómo lo había planeado, pensaba – no puedo creer que estuve a punto de morir durante la operación de esta misión. Pero, lo que más me sorprende, es el hecho de haber conseguido un poco de información de estas personas durante mis viajes anteriores y, sin mucho querer, el conocer la verdad detrás de escena fue lo que me dio la victoria. Lo malo es que no siempre contaré con la misma suerte en el futuro. Si no hubiera sido por que, en el momento en que me ataco esa mujer, la trampa se activo justo en el acto, haciéndole de esta manera resbalar y dejándome sólo un golpe leve y no de muerte, es que me encuentro aquí para poder presenciar otro día más – y así tomaba una taza de té de higo.
Durante el ataque a Julia, quien deseaba asesinarla, lanzándose en contra de ella sin dejar que reaccionara, a lo que Julia no intento hacer nada contra de ello, una tabla de la habitación se levanto de la nada. Al parecer esta tabla estaba atado con un hilo ligeramente delgado pero resistente que la hizo levantarse al ser pisada. Esta persona, que a pesar de haber terminado dándole a Julia con una daga en el costado derecho, cayo del dolor dejando salir un poco de sangre.
Julia, que la miró mientras aún contaba con un poco consciente, debido a que esta daga contaba con veneno que estaba empezando a recorrer en su cuerpo, sonrió. La persona, que estaba satisfecha de haber logrado su objetivo, estaba por irse. Esta, a pesar de haberse lesionado un poco al caer en la trampa, no le impediría salir del lugar.
Pero, justo en el momento en que estaba por irse, sintió como que algo atravesó su costado izquierdo. Poniendo la mano en este, la sangre se podía ver como empezaba a teñir su ropa. Esta, bajando la mirada, fue que vio una flecha que le había atravesado, dejándola herida.
Siendo que no era una herida de muerte, esta se apresuro en salir del lugar antes de que todo terminase y la oportunidad de sobrevivir fuera casi nula. En eses momento Julia, tomando fuerzas antes de desmayarse, saco la daga de su costado y se abalanzo en contra de esta y le hirió en la pierna derecha. Por lo cual, ya viéndose amenazada, cayo al suelo y luego saco la daga de su pierna derecha. Julia, que estaba respirando un poco forzosamente, se encontraba tirada en el suelo.
Julia, sabiendo que este podría ser su fin, saco de su bolsillo su ultima arma para poder tratar de obtener alguna forma de lograr mantenerse con vida. Esta arma constaba de unas pequeñas piedras afiladas en forma de punta. Estas, que ella con anterioridad los había envuelto en un paño al ser que contenían una clase de sustancia paralizadora, espero a que la persona que la estaba atacando se acercara lo suficiente para poder incrustarle por lo menos una de ellas.
En el instante en que su atacante levanto la daga para darle el golpe de gracia, Julia junto todas sus fuerzas para lanzarse encima de esta y, logrando incrustar las dos con éxito en los costados derecho e izquierdo, sintió como la daga le fue nuevamente introducido en ella, solamente que está vez fue en su brazo izquierdo. La fatiga la hizo perder todas las fuerzas y la adrenalina que había tenido hace un momento se desvanecía lentamente.
Este, que parecía ser su fin, era lo último que ella podía hacer por lograr su objetivo. En ese instante, en su mente pasaba – No puedo creer que voy a morir muy joven. Bueno, me hubiera gustado poder vivir un poco más y tener muchas más aventuras. El ser feliz y no solamente estar tratando de ser una completa tonta ante los demás, el ser lo suficientemente fuerte como para luchar en contra de mi destino es lo que siempre deseé con toda mi alma. Pero parece que este me lo ha jugado muy bien – se rio entre el delirio y dijo – por lo menos puedo decir que tuve la oportunidad de tratar dejar de ser una simple señorita indefensa y que no puede hacer nada. Jeje. Ah – respirando con dificultad – esto fue todo para que el plan se llevara a cabo. Mi muerte, que es lo que todos esperan será real y no una simple actuación – y quedo completamente inconsciente después de ver a lo lejos una silueta que la levanto y quito la daga rápidamente. Julia, con una débil voz, dijo – no me equivoque contigo – y ya no supo nada más.
Al despertarse, Julia se encontraba en una habitación escondida del castillo ya vendada las heridas y tratadas. Ella, levantándose, se dio cuenta que había estado demasiado mal por varios días y que ya todas las piezas estaban empezando a actuar en ese momento. Entre las sombras apareció una mujer con una máscara que traía consigo nuevas vendas para hacerle el cambio a Julia.
Julia, al verla, dijo en voz baja unas palabras a lo que ella también respondió. Al obtener la respuesta que necesitaba, sonrió por las circunstancias en que se hallaba y dijo – esto se volvió demasiado interesante – y así paso en ese lugar por unos días más, mientras que hizo que esta mujer realizara algunas cuantas cosas por ella que le aseguraron la victoria al final.
Ya habiendo terminado todo, Julia se centro en poder conseguir que en el castillo se diera a conocer a varios de los traidores y que, sin que nadie se diera cuenta, poder hacer que este terminara sin ni una persona que se tratara de algún espía. Con varias cartas anónimas y evidencia sobre cada uno de los movimientos que estos hacían, fue que al fin logro hacer que el peligro dentro del castillo fuera eliminado, esto fue justo a tiempo para dar inicio a la guerra.
Unos días, antes de que la guerra estallase, Julia, en este caso, se encontraban en una zona muy particular del reino para cumplir con su promesa que le hizo a Saluo. Saluo, que estaba en busca de Julia, quien le había indicado que era necesario que se separaran por un tiempo y se reencontraran luego de haber pasado dos días después de la cosecha, los cuales ya habían transcurrido. El lugar del encuentro no era nada especial, al ser un pueblecito al sur y que contaba con la mayor parte de las personas de la clase media viviendo en ella. La ciudad, que se llamaba "La Sep", fue el lugar destinado para volverse a ver. Pero, lo único que no lograba hacer que este fuera tan fácil, era el hecho de no haber quedado en un lugar específico de este lugar.