El resto de la semana fue un no parar. Olivie tiene demasiada energía para mí que estoy muy acostumbrada a pasarme los fines de semana estudiando, leyendo o viendo la tele con mi madre. Pero aun así pude seguirle bien el ritmo. Fue una semana maravillosa, las confusiones suyas con el idioma daban a un sinfín de situaciones embarazosas y graciosas de las cuales siempre le tenía que sacar, a menos que el chico fuera guapo, ya que entonces ella se encargaba muy bien de hacerse entender.
Ella se iba a ir el último viernes de fiesta, cosa que me dejó muy triste ya que tendría que pasar el último fin de semana sin mi fiel compañera de juerga. No sería lo mismo.
La llevamos hasta el aeropuerto mis padres y yo, ya que no queríamos que estuviera media hora intentando comunicarse con el taxista. No solían ser simpáticos por muy guapa que fuera ella.
Llegó la hora de despedirse y mis padres se apartaron un poco para dejarnos intimidad.
- Mon amie, merci pour tout.
- De nada Oli, tienes que venir más veces, que me tienes abandonada.
- Promis! Et pocos français ya me miraron en mi vida como ese professeur rico te vio a ti. N' oublie pas!
- Merci Oli, pero eso no tendría un final feliz.
- Mon amie, le vrai amour n'a pas de fin, parce que n'a pas simplement de finale.
Ojalá tuviera razón. Pero no la tenía.
El viaje de vuelta se hizo bastate largo para mí. Quizás porque ya no tenía a Olivie pero sí que tenía mucho en que pensar. ¿Tendría razón ella? Yo en ningún momento noté que Alex me mirara de una forma diferente. De todas formas no tenía sentido pensar en eso. Yo no sentía nada por él. Lo admiraba y punto y él pues, algo parecido. Así que opté por callar mis pensamientos. Eso no me llevaría a ninguna parte.
El último fin de semana de fiesta lo pasé con Andrés, no tenía ni comparación con la locura francesa de Olivie pero tampoco estuvo mal. Él se paso la mayor parte del tiempo quejandose de lo injusto que eran sus padres por no querer pagarle no sé que y por ni siquiera felicitarle por su 10 en no sé donde. A mi tampoco me felicitaban por mis notas y no me moría por ello. Pero Andrés era así. Uno de los días vimos a Marc por la calle, Andrés no quiso pararse y se fue inmediatamente delnate.
- ¿Qué tal estás pasando las fiestas?
-Bueno, bien. Por lo menos descansando.
- Te vi con Olivie el viernes pasado.
Mierda ¿Me vería también hablando con Alex?
- Anda ¿dónde?
- Estabais volviendo a casa creo, no recuerdo mucho.
Vale. No nos había visto. Tampoco es que estuviéramos haciendo nada raro pero no quería que se crearan más rumores.
- Que pena, quería haberla visto.
Ya, y de paso liarte con ella ¿no?
- Ya, una pena. Nos veremos. Adiós.
- Bye.
En cuanto alcancé a Andrés no tardo ni 5 minutos en preguntarme todo lo que me había dicho Marc, sin dejarme detalle. Menos mal que la conversación había sido corta.
El resto de día fue un tanto aburrido. Echaba de menos a mi Oli y a mi no Alex. Sólo que no sé a cual de los dos echaba más de menos.