El auto de Víctor esta frente a mi casa nada cambio entre nosotros a pesar de ser la autora de la broma contra Charlotte. Corro cubriendo mi cabeza con mi campera de la suave llovizna y me subo al coche. Un suave aroma a gardenias me hace arrugar la nariz en busca de una explicación para ese dulce olor femenino.
– Hola Emily – doy un pequeño salto en el asiento del copiloto y mi corazón bombea tan fuerte que puedo escuchar el sonido de mis latidos. – Perdón no quería asustarte – en los asientos traseros habla Melanie que se acerca colocando su cabeza entre medio de los asientos delanteros.
– Hola – logro decir cuando mi respiración y los latidos de mi corazón se normalizaron. El auto arranca sin que nadie diga nada durante un largo rato, lo que aproveche para ver de reojo a Víctor.
Melanie bajo unas calles después en la parada del auto bus para irse a la universidad dejándome sola con su hermano. El ambiente continúo manteniéndose en silencio durante un largo rato hasta que finalmente Víctor interrumpió el silencio que había dejado su hermana.
– Perdón por mi actitud de ayer es solo que Charlotte tiene una actitud y personalidad algo complicada y creo que ella confundió nuestra amistad cuando su novio se fue a la universidad yo solo intentaba animarla – el castaño estaba viendo el camino por lo que no me puse incómoda para responderle al digerir sus palabras.
– Soy yo la que debería disculparse fui demasiado lejos con mi broma – ahora no tenía ni un gramo de satisfacción como cuando presencie la broma entre risas con Lauren. Tal vez en el pasado no me hubiera importado lo que sentiría la otra persona lo único que quería era que Zac me mirara como a una chica y no como a la hermana menor de su amigo. Viéndolo ahora pienso que fui estúpida e inmadura si tan solo le hubiera hecho caso a mi madre las cosas ahora serian diferentes.
– Solo tratabas de defenderte de alguna manera de los abusos de Charlotte. Ahora comprendo que por más buena que consideremos a una persona jamás la conocemos realmente como es. – la mayor prueba de eso era yo misma, por buscar la aprobación de alguien termine cometiendo cosas horribles descubriendo que podía ser un monstruo cuando me lo proponía.
Guarde silencio hasta que llegamos al instituto donde Víctor estaciono y me baje rápidamente para que nadie me viera salir del coche del capitán del equipo lo cual resulto ser algo inútil. La mirada de todos estaba sobre mi pero no era con forma de pena, burla o desprecio, sus rostros reflejaban asombro, envidia y hasta incluso había algunos de felicidad. Yo me encontraba perdida en medio del estacionamiento con un montón de personas viéndome y luego a un punto detrás de mí por lo cual me gire. Un enorme oso panda estaba justo detrás de mí con un moño en su cuello, alado del enorme oso de felpa estaba Víctor con un ramo de tulipanes blancos.
– Esta es mi manera de pedirte perdón Em – mi corazón latía como loco en mi pecho hasta el punto de llegar a doler. El capitán se acercó con el ramo de flores que tome con las manos temblando. Acercando los tulipanes a mi rostro huelo las flores para luego ver a Víctor.
– ¿Cómo hiciste todo esto? – sentía que mi cara comenzaba a calentarse y mis piernas amenazaban con hacerme caer. Las personas a nuestro alrededor comienzan a ser cada vez más y sus miradas hacían que me pusiera más nerviosa y mi cara amenazaba con volverse un tomate.
– Recibí algo de ayuda – mirando hacia atrás Víctor señala a su mejor amigo Tayler que esta junto con Lauren y ambos me saludan con sus palmas. Ahora el castaño me mira a mi tomando una de mis conectando sus ojos azules con los míos. – Emily Burton como no se escoger las palabras adecuadas te diré lo que mi corazón quiere gritar. Siento que no puedo estar un minuto más sin decirte lo que realmente siento por ti Em ¿quieres ser mi novia? – el tiempo se detuvo en ese instante, mi mente dejo de prestarle atención a nuestro alrededor y nos encerró en una burbuja imaginaria. Viendo los azules ojos de Víctor solo lograba encontrar sinceridad, nerviosismo y miedo.
– ¿Esto no es una broma? – el castaño niega con la cabeza viéndome con confusión y soltando mi mano de la suya cubro mi boca al ver que me está haciendo la pregunta de verdad. – Si quiero Víctor... me encantaría ser tu novia – rodeando al castaño con mis brazos me escondo en su pecho escuchando como las personas a nuestro alrededor aplaudían.
– Prometo estar a tu lado siempre – con voz ronca Víctor me susurra al oído y siento que mis piernas flaquean, aferrándome a él intento no caerme. La burbuja a nuestro alrededor se rompe y todos los sonidos vuelven como un fuerte golpe, seguidos por los gritos agudos de una chica la cual ambos conocemos.
– Apártense – con gritos agudos Charlotte intenta abrirse paso en el círculo de personas que se formó a nuestro alrededor. – Salgan de mi camino inútiles – separándome de Víctor dirijo mi mirada en donde provienen los gritos y ahí aparece Charlotte con la cara roja como su cabello. Pero toda esa furia que había en su ser desaparece en cuanto su mirada conecta con nosotros dos. Ahora una bruma de tristeza parece invadir a la capitana de porristas, sus ojos se llenan de lágrimas y veo que de su mano derecha se cae un collar.
– Charlie...
– No – interrumpe la pelirroja levantando su mano mostrando su palma hacia Víctor – Los dos forman una linda pareja – las compañeras de Charlotte llegan a su lado tomándola del brazo y susurrando algo en su oído. Esta asiente y se gira mientras que sus compañeras apartan a las personas de manera brusca tal y como ella lo había hecho antes.
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Editado: 27.01.2021