Escucho el despertador, pero no me quiero levantar estoy agotada. Apago la alarma y me levantó arrastrando los pies. No tengo animo de hacer nada. Preparo unas tostadas y me siento a comerla. Escucho mi celular acaba de llegar un mensaje.
- ¿Cómo amaneció la leona? ¿Se convirtió en una tierna gatita después de su sueño de belleza o sigue igual de fiera?
Estoy a punto de contestar, pero comienza a sonar una videollamada. Es mi mejor amiga desde la infancia y comadre Ángela. Contestó.
- Maldita perra, desgraciada ¿Cómo te atreves? - Me mira con el ceño fruncido. Está completamente molesta.
- Hola querida amiga del alma. Estoy bien gracias por preguntar. - Le digo con total sarcasmo. - ¿Con esa boca besas a mis amados sobrinos/ahijados?
- No me vengas con estupideces. Como es posible que me enteré por otros que mi perra amiga se va a casar. Cuando menos tenía que ser la segunda.
- Aún no es oficial, ni siquiera tengo anillo. - Le muestro mi mano vacía. - Quedé con Carlos de daría la noticia después de que me presente a su familia. Ni la fecha estaba clara. - Me excuso. - Ahora serás la primera en saber la fecha que es 9 de junio.
- ¿Qué? ¿Por qué tan pronto? ¿Estás embarazada? - Me pregunta con los ojos bien abiertos.
- NO. Solo que Carlos lo prefiere así. - Le digo.
- Estás segura de que te quieres casar. No pareces enamorada. - Acaso soy tan transparente. Bueno lo que importa es que la familia de Carlos este convencida de mi amor hacia él.
- Sí. No te preocupes por eso. - Le resto importancia. - ¿Cómo estás tú, mi guapo cuñado y mis sobrinos/ahijados?
- Voy hacer como que te creo. Estamos todos bien. Te tengo una gran noticia. - Me dice emocionada.
Yo me relajo de que deje el tema de la boda por la paz.
- ¿Qué noticia?
- Nos mudamos para Florida. Ahora mismo Henry está trabajando para Palacios Model
Company. Hablamos de eso y busco una casa en donde estemos cómodos. No es increíble. - Me da una enorme sonrisa.
- Es fantástico y por fin los tendré cerca. ¿Qué dijeron tus padres?
- Se pusieron un poco triste, pero me dijeron que mientras yo fuera feliz, ellos igual.
- Genial y lo mejor es que podré fotografiar a tu esposo, ya que yo comienzo a trabajar el lunes en la compañía.
- Que sensacional noticia. Podrás mantener vigilado a mi esposo y ahuyentaras esas modelos que son como buitres que solo quieren robar a mi hombre.
- Sabes que no hará falta él te ama, pero si yo me encargo de ahuyentar a las buitres. ¿Cuándo llegan?
- El miércoles de la próxima semana. Llegó por las 9:00 de la noche. Por ahora estoy enviado todas las cosas que puedo poco a poco.
- Vale. Dile a tu querido esposo que yo le voy a acompañar a recogerlos. Estoy loca por verlos. Voy a comparar los asientos de seguridad para los niños. Así les daré tiempo a solas, mientras secuestró a mis sobrinos/ahijados.
- Esta bien. Me encanta esa idea. No sabes cuanto lo extraño. - Me dice coqueta.
- Para qué son las amigas. - Le digo, mientras le guiño un ojo.
- No te preocupes algún día te devolveré el favor.
- Claro. - Nos reímos.
Escucho el llanto de Hannah la bebé. Solo tiene cinco meses.
- Me tengo que ir el deber me llama o mejor dicho mi hija.
- De acuerdo, dale un beso de mi parte a todos.
- Claro. Adiós.
- Adiós.
Cuelgo la llamada. Me siento mucho más animada. Ella es como una hermana para mí. Nos conocemos desde niñas, ya que nuestros padres eran y son muy unidos. Tengo un nuevo mensaje.
-No me dejes en visto leona. -Con un emoji de enojo.
Pensaba responder, pero si eso le enoja lo dejare en visto. Guardó el número como Modelo Insoportable y me voy a bañar. Salgo de la ducha me visto para ir a trabajar con un pantalón formal, camisa blanca y sandalias negras. Preparó mi almuerzo para no tener que comprar comida. Guardo todo y me voy para el trabajo.
Llegó al trabajo y busco a Judith para informarle que tendré que entra una hora antes mañana para preparar los bizcochos. Ella acepta me pongo el delantal para comenzar a trabajar. Es temprano y no está muy lleno, pero el señor Torres está en la misma mesa de ayer. No puede ser, justo aquí que no lo puedo mandar bien lejos. No sería profesional, pero si me busca mucho me va a encontrar. Al fin y al cabo, mañana es mi último día de trabajo.
Me acerco a su mesa está mirando el menú. Esta serio no puedo creer lo feliz que me pone eso.
- ¿Desea ordenar? - Le pregunto muy profesional.
Me mira de arriba abajo muy serio. Ni siquiera se molesta en disimular.
- Un frappe de nutella por favor. - Me dice serio.
- Sí señor.
Le preparo el frappe y se lo llevó.
- Aquí tiene señor. ¿Algo más?
- No por ahora. Te llamaré si te necesito. - Asiento.
Me retiro y atiendo a todos los clientes con una gran sonrisa como siempre. No voy a dejar que me arruine el día. De vez en cuando lo observo. No me quita la vista de encima. Me está comenzando a incomodar. Es como si me estuviera evaluando. Me hace una seña para que me acerque. Camino hasta su mesa.
- ¿Ya sabe qué desea ordenar?
- Una pasta de brócoli y pollo.
- De acuerdo. - Me dispongo a retirarme, pero me tomó del brazo.
Su contacto me quema. Le miro a esos espectaculares ojos azules y me pierdo en ellos por un segundo.
- En serio quiero disculparme. No quise ofenderte. - Se disculpa totalmente serio.
No sé porque, pero le creo.
- No se preocupe. Solo olvídelo.
- Eso no creo que sea posible. - Me sonríe coqueto.
Me suelto de su agarre y me alejo. De eso estoy segura. Yo tampoco creo que pueda olvidar lo que pasó. Pido la orden y sigo trabajando. Cuando su pedido está listo se lo entregó y me retiro de inmediato. Sigo trabajando, después de un tiempo miró la mesa del señor Torres, ya no se encuentra. Me dirijo a la mesa y encuentro el dinero junto a una nota. Al contar el dinero es demasiado, le entregaré su cambio el lunes. Leo la nota: "Espero que podamos ser buenos amigos". Esto si que no me lo creo.