Mi Querida Bestia [#1]

Capítulo 12

Narrado por Emily Besguel:

«Buena suerte con tu chico»

Desde que le dije esas palabras a Sarah me he sentido una persona sucia y sin sentimientos.

Bueno alguien como Brad.

No es injusto lo que estoy haciendo, estoy mintiéndole a Sarah y eso no está bien.

Siento que alguien toma mi brazo y lo agita haciéndome volver a la realidad.

─ ¡Emily podrías prestarme atención! ─ordena mi madre posando su mirada en mí, su ceño está fruncido. ─Siempre que hablo contigo estás perdida en... no se en donde ─mueve su cabeza con desaprobación ─. Necesito que te concentres en lo que te estoy diciendo.

─Tienes razón ─acepto sin despegar mi mirada de la de ella.

─Buenos como sea, mañana en la noche tu padre y yo iremos a cenar así que te quedaras cuidando la casa ¿Entendido? ─mi madre camina a la mesita de la sala de la casa y escucho que toma las llaves del auto.

Casa sola, el paraíso, pienso.

Salgo de la cocina y tomo mi bolso para ir a clases, no quiero escuchar como Sarah habla hoy de Brad con tanto sentimiento en su mirada, ya me he convencido de que Sarah enserio le gusta La Bestia, así que he tomado la decisión de no seguir con la mentira de mi supuesto "noviazgo" con Brad. Mentiría si digo que Brad no es guapo, es extremadamente guapo y sé que aunque es un imbécil podría terminar gustándome así que debo alejarme de él lo más rápido posible, deseo que Sarah sea muy feliz y esa felicidad la vi en su mirada cuando hablaba de él, todo sea por la felicidad de mi pequeña Sarah.

─Vamos Emily, llegaras tarde ─grita mi madre cuando sale de la casa, termino de ponerme mi bolso.

─Debes ser fuerte ─me digo a mi misma y comienzo a caminar hacia el auto.

Me subo en el auto, mi madre habla como una lora durante todo el camino al instituto la verdad no estoy prestando atención a lo que dice, no tengo ánimo de discutir con ella, hoy no.

─Adiós ─digo abriendo la puerta del auto al llegar al instituto.

─Adiós, recuerda que hoy debes ir a la iglesia ─me recuerda mi madre con su mirada puesta en su IPhone.

Había olvidado por completo que hoy tengo que ir a la iglesia.

─Mamá ya no quiero asistir a la iglesia ─confieso de golpe en voz baja.

Mi madre quita su mirada de su teléfono y la posa en mí.

─No quiero seguir con lo mismo Emily, debes asistir y punto ─deja su teléfono a un lado y coloca sus manos en el volante ─. Hoy no podré pasar por ti, deberás irte caminando a casa.

Sin decir nada salgo del coche cerrando la puerta de un portazo.

Camino con rabia a la entrada del instituto, mi madre nunca cambiará, siempre será la típica mandona. Sin mirar a mí alrededor llego al salón donde veremos nuestra primera clase del día. Cuando entro veo a Sarah hablando con Andrea mientras que Anderson está sumergido en su cuaderno.

─Hola chicas ─saludo dejando mi bolso en la mesa.

─ ¡Hola Emi! ─exclama Sarah al darse cuenta que he llegado ─. Brad me ha invitado a una fiesta que dará su familia el sábado ─suelta demasiado emocionada.

Me quedo completamente muda.

Brad ha invitado a Sarah a la misma fiesta a la que iría yo. Es un verdadero imbécil.

¿Estoy celosa? No, no claro que no.

─Ya sé que estás molesta conmigo pero tampoco es para que pongas esa cara ─sus bonitos ojos azules me miran. ─Tienes que estar feliz por mí ─esa palabras hacen que vuelva a mi realidad por completo.

Forzó una sonrisa ─claro que estoy feliz por ti ─siento algo en mi pecho que no logro descifrar que es, no sé si es felicidad por ver a Sarah con ese bonito brillo en sus ojos o si es tristeza por...No tristeza no puede ser. ─Solo te pido que conozcas bien a este chico antes de...cualquier cosa ─agrego viendo a Sarah con toda la sinceridad que puedo.

Sarah se levanta de su asiento y camina hacia mí.

─Gracias por preocuparte por mí ─me da uno de sus típicos abrazos y besa mi mejilla. Sarah es una chica amorosa y para ella es muy fácil confiar en las personas, tengo miedo de que Brad le haga daño, estoy segura de que así será, Brad es un chico que le vale verga los sentimientos, como el mismo me dijo  «Tengo aventuras, solo eso». Pero no quiero dañar la ilusión que tiene Sarah con él, así que solo me alejare.

Con cuidado acaricio la cabeza de mi prima ─solo deseo que seas feliz ─mascullo y beso su cabeza.

Ella levanta su mirada a mí con una preciosa sonrisa en su rostro ─soy muy feliz, Emi.

─Buenos días alumnos ─el profesor al que más "amo" entrar al salón.

NOOO MATEMÁTICAS NOOO.

Todos tomamos asiento y nos preparamos Psicológicamente para la tortura de tres horas que tendremos a continuación.

...

─Me ha encantado la clase de hoy el profesor Ismael es excelente, aunque la clase de biología no me gusto para nada ─dice Anderson cuando salimos de clases.

Sarah y yo lentamente miramos a Anderson. No puedo creer que haya dicho eso.

─Tú tienes que tener serios problemas mentales ─comunica Sarah viendo a Anderson con cara de asco.

Yo me rio ─apoyo a Sarah.

─Yo no tengo la culpa de que ustedes no les guste la matemática, a mi si me gusta ─Anderson se defiende.



#1728 en Novela romántica
#639 en Chick lit

En el texto hay: juvenil, romance, amor

Editado: 17.07.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.