Me hubiese encantado pasar por alto ese gesto, pero en mi cabeza se sumaba a la lista de cosas que rondaban allí , confundiendome más y más.
No es como si sintiera algo por Caleb , solamente me llamaba la atención.
Muchos chicos lo hacían.Y no por eso andaba con cada uno de ellos.Podría pero simplemente no es algo que me apetece.
Pero él era distinto.Tenía algo que lo hacía resaltar del resto.
Tal vez era su alegría en las mañanas,su manera de mostrarse entusiasta por todo a pesar de estar conviviendo con una extraña , o el hecho de que sus ojos fueron uno de cada color. Algo en él era totalmente distinto.
Y eso me agradaba.
-Es mi turno-dijo sacándome de mis pensamientos.
-Cuentame tu historia , entonces-lo apunté con mi hamburguesa,intentado actuar como una persona normal.
-Bien por donde empiezo-se llevó una mano al mentón fingiendo que pensaba-Vengo de Minessota , tengo 24 años, mis padres son dueños de una cadena de comidas muy importantes de la zona y yo soy un simple mochilero, un aventurero.
-Alguien sin un lugar fijo.
-Y es por eso que me encuentras aquí-dijo riendo.-Además una verguenza para mis padres porque no tengo un trabajo de verdad.
-Al igual que yo.
-Exactamente-levantó su copa de vino para chocarla con la mía-Por los hijos que somos una decepción para sus padres.
-Espera yo no dije que fuese una decepción para ellos.
-Lo siento, un brindis por los hijos que no son lo que sus padres esperaban que fueran.
-Un brindis por ello-dije chocando su copa disfrutando aquel momento juntos.