Mi Salud

CUENTO 3 - QUÉDATE EN CASA

Erase una vez, existió un mundo de descuidados humanos, quienes fueron superficiales, vanos y letales. Cazaban sin compasión, pescaban sin preocupación, talaban sin respeto, exponían al máximo el reino del planeta al que pertenecían, cuyo reino era: Planeta Tierra, un día, el deseo del reino animal y de los recursos renovables hicieron un pacto, tomarían revancha contra los humanos que por décadas habían devastado utilizándolos para sustento, comercio y diversión, ambos reinos juntaron sus energías e inyectaron de positividad al planeta tierra. El rey de la selva, el León, propuso que se creara un gigantesco y global encierro para la humanidad, anunciaron que el humano había creado un virus contra sí mismos.

— Haremos que los humanos pasen una diferida cuarentena, permanecerán encerrados como lo hemos estado nosotros por décadas, y hay de aquel que salga y se exponga, se contagiara de un virus letal, uno que han creado ellos mismos, ellos con sus ambiciosas actividades evoluciones, un virus que los ha puesto de rodillas como nunca lo han hecho frente a nuestro real creador.

Proclamaba el rey León entre todos los animales del universo, que le eran sus fieles séquitos. Y entonces el árbol más viejo del universo adicionaba:

— Un virus con corona.

Y se escuchaba el eco de la palabra:

— “Coronavirus”.

Seguidamente el rey León manifestó:

— Ellos lo inventaron, lo crearon y ellos lo vencerán.

 — ¿Cómo?

Le preguntaba elemento del agua, encontrándose materializado en cuerpo femenino y a quien el rey León, le correspondiera:

 — Seremos libres, mientras ellos ocuparan nuestros lugares, estarán en cuarentena, no podrán exponerse al virus, porque el virus caminara con ellos, uno contagiara al otro, así que si quieren sobrevivir, deberán estar en sus casas, encerrados, así como nos han tenido por décadas a nosotros, entre tanto, el reino del planeta tierra se recuperara de los estragos producidos por la mano del humano, que ha innovado su existir exponiendo nuestro existir, aunque inconscientemente, han olvidado que tanto ellos como nosotros pertenecemos al mismo reino del planeta tierra.

Y así fue como los humanos dejaron de habitar las calles, abandonaron las practicas de la caza, la pesca y tala; salimos a volar por la aires, no habían humanos sobre la faz de la tierra, el virus se había coronado globalmente, hasta que unos días más tarde, la mente del humano no soportó el encierro, salieron de sus casas, se sintieron inmortales, pensaron que sus juventudes, sus defensas saludables y su dinero los podría mantener a salvo del virus que ellos mismos fabricaron con el paso del tiempo. Con el pasar de los días, la semanas, y los meses, los humanos estaban desesperados, sus líderes en las disimiles naciones ponían en estado de cuarentena a sus respectivas patrias; pero el humano tenía por naturaleza el ser malagradecidos, desobediente, soberbios, retadores y abusivos, y no es que todos eran así, habían muchos que oraban, cumplían los mandatos de sus gobiernos; pero a raíz de su virus crecía, los gobernantes aumentaban las medidas de seguridad, aun así los humanos parecían ser egoísta y salían de sus casas, no sabían obedecer como nos exigían a nosotros mientras nos domesticaban para ser obedientes y simples mascotas domas. Yo era solo un perro, vi como los humanos con los que vivía murieron víctimas del virus, ese virus que ellos decían no era cierto, y por eso retaban al mundo, desobedeciendo a sus gobernantes, salían como si nada, pero después de catorce días, estaban infectados, todos murieron y mira que loco es el mundo, parece que fuimos mas obedientes nosotros cuando ese tal Noé nos salvó en su arca durante el diluvio. Y desde entonces, han pasado varios meses y los humanos siguen encerrados, desesperados, estresados, con hambre, sin dinero y sin trabajo, nada diferente a lo que por numerosos años han hecho con nosotros. Por otro lado, el planeta empieza a desintoxicarse, a recuperarse, a respirar aliviadamente, si ha habido pequeñitos sismos es porque esta eructando, expulsando la porquería que los humanos han creado.

 — Los humanos, finalmente han comprendido que deben #QUEDARSEENCASA, y los rebeldes se llevan a cuarentena obligatoria para descartar posibles contagios de esta pandemia que han creado al desobedecer la alerta roja, ojala que así se preocupara por el planeta.

Exponía el rey león, ante sus adeptos.

Después de un tiempo, yo, Popi, el perro sin familia, fui rescatado por un niño, traía puesto una mascarilla tapa bocas, guantes en sus manos y me llevó con su familia, eso me enseñó que no todos los humanos son desobedientes. Su abuela lo regañó por que se expuso al virus solo por salvarme a mí. Comprendí que aun habían humanos sensibles, esta familia era solamente una abuelita y su nietecito; pues, hacia poco habían muertos los papás de Richie, por el virus, se habían expuesto obligatoriamente, pues, en sus trabajos era requeridos, pues eran dueños de un pequeño establecimiento de comida rápida, y ¿Cómo lo supe? Pues, entré al cuarto de Richie, estaba llorando, tendido sobre su limpia camita, subí a su camita, lamí su rostro.

— No puedes lamerme, el virus puede matarme como mató a mis papitos.

 Comprendí que los niños son más obedientes que los adultos, ¿o no?

— Pero, soy un animal no puedo tener el virus.

Me sorprendí de que hablara cómo humano y fui interpretado por el dulce niño.

— ¿Hablaste?

Me dijo el niño, y yo le dije sí, seguidamente el niño se presentó diciéndome; “me llamo; Richie”, posteriormente el niño me puso al tanto de lo que sucedía y como era.

— Mis papitos decían que no saliera de casa, que me debía lavar las manos muy seguidamente, que debía desinfectarme, que no debía abrazar ni besar a nadie, que tenía que tener distancia de mis seres queridos. No podía ir a jugar con los otros niños, ni ir a visitarlos.



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En el texto hay: fantasia magia, covid19, quedatenecasa

Editado: 21.07.2020

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