Mi segundo nombre es desastre.

Capítulo 30: Declaración.

No sé si eran ideas mías pero Sebastian se comportó realmente extraño durante la semana, no se quedó ni una sola vez en el departamento conmigo y cuando lo veía en el trabajo, o me ignoraba o simplemente actuaba de manera muy extraña. Lo más increíble de todo es que le pregunte a Henry si sabía algo al respecto y me dijo que Tomas también estaba actuando diferente así que estaba bastante segura de que los hermanos Ferrer estaban ocultando algo.

— ¿Si irás esta noche a la cena? —le pregunto a Sebastian mientras entro a su oficina el viernes al mediodía.

—Claro que iré ¿Por qué no iría? —pregunta confundido.

—Pues porque llevas toda la semana actuando francamente extraño, estaba comenzando a creer que no ibas a asistir —respondo encogiéndome de hombros.

—Todas tus dudas se resolverán esta noche —responde sonriendo enigmáticamente.

— ¿A qué te refieres? —pregunto con curiosidad.

—Te enterarás esta noche —dice para después cambiar de tema—. ¿Cómo irás vestida para la cena?

— ¿Por qué quieres saberlo? ¿Vas a combinarte conmigo? —pregunto bromeando.

—Tal vez, apuesto a que nos veríamos adorables —responde siguiéndome la broma.

—Pues realmente no he pensado en el atuendo que usaré —digo simplemente.

—Vístete de azul —dice guiñándome el ojo.

—Lo pensaré —respondo correspondiéndole el guiño— ¿Vamos a almorzar?

—Claro, vamos —dice levantándose de su silla y caminando hacia mí para luego tomar mi mano y caminar fuera de la oficina.

Tomamos el ascensor y una vez en el vestíbulo salimos del edificio para luego caminar hacia la cafetería que está frente a la editorial, después de ordenar la comida nos sentamos en una de las mesas para luego comenzar a comer.

— ¿Vas a decirme que va a pasar esta noche? —pregunto con curiosidad.

—No, es una sorpresa.

—Sebas cariño por qué no me dices —digo haciendo un puchero.

—Eso no va a funcionar bonita, así que deja de intentarlo —dice Sebastian sonriendo—. Soy una tumba.

—Aburrido —exclamo malhumorada.

—Preciosa —responde mirándome fijamente causando que me sonroje pues aún no me acostumbro a que me diga esa clase de cosas.

Terminamos de comer mientras intento sonsacarle que están planeando él y su hermano —alerta de spoiler: no lo logro—. Luego de que terminamos de comer volvemos a la editorial y nos encerramos cada uno en su oficina para comenzar para trabajar. Cuando ya es hora de irnos, Sebastian y yo bajamos juntos por el ascensor para luego despedirnos y dirigirnos a nuestros respectivos autos, conducir a casa y comenzar a arreglarnos para la cena.

Decido alisarme el cabello y dejármelo suelto, me maquillo dejándome los ojos ahumados y los labios rojos y me visto con un vestido azul marino con falda amplia a la altura de las rodillas con un pequeño cinturón negro en la cintura que combino con unos tacones negros y luego de tomar un bolso tipo sobre negro donde meto mi teléfono, mis llaves y mi monedero, salgo de mi cuarto rumbo a la sala donde Henry está esperándome para irnos.

— ¿Estás lista Andie? —pregunta Henry mientras me ve llegar a la sala.

—Sí, vámonos —respondo saliendo del apartamento.

Bajamos hasta el estacionamiento y una vez que estamos frente al auto de Henry, nos montamos y Henry comienza a conducir hasta el restaurante donde se llevará a cabo la cena. Llegamos rápidamente y cuando entramos al restaurante veo que en una de las mesas están sentados Sebastian, Tomas y Rissa así que nos acercamos a ellos y después de saludarlos me siento junto a Sebastian mientras que Henry se sienta junto a un muy nervioso Tomas.

— ¿Dónde está Elías? —le pregunto a Rissa.

—Dijo que estaba buscando a Amy y que ya venía —me responde.

— ¿Sabes por qué tu hermano está tan nervioso? —le susurro a Sebastian.

—Si lo sé pero no te lo voy a decir —me responde para luego besar mi mejilla.

Hablamos un poco mientras esperamos a que Elías y Amy lleguen y no entiendo por qué Tomas luce tan nervioso, pensé que luego de un rato se relajaría un poco pero de hecho es todo lo contrario y cada vez se ve más y más tenso. Cuando Elías y su novia llegan finalmente, Tomas parece estar a punto de estallar y no soy la única que lo nota pues Henry le da una mirada confundida mientras le susurra algo.

—Chicos ella es mi novia Amy —dice Elías presentándonos a la chica pelirroja que está junto a él—. Amy ellos son Henry y su novio Tomas, Andie y su novio Sebastian y Rissa.

—Mucho gusto —dice Amy sonriendo tímidamente.

—Igualmente —respondemos todos al unísono.

Una mesera se acerca y luego de ordenar la comida comenzamos una charla animada que consigue que Tomas se relaje un poco. Luego de aproximadamente 20 minutos nuestra comida llega así que comenzamos a comer mientras continuamos nuestra charla.

—Andie, creo que este es el momento perfecto para que des las buenas noticias —dice Sebastian mirándome fijamente.




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