Conforme pasaban tiempo juntos, Jimin se daba cuenta de lo grandiosa que era JinHee, ella era muy dulce y amable, hasta se preguntaba si realmente la señora Oh era su verdadera madre.
Aunque ahora a Jimin le agradaba JinHee, siempre hablaba mal de ella cuando MiJoo preguntaba sobre su avance. Siempre que hablaba con MiJoo, ya sea por mensaje o llamada, él siempre era despectivo al referirse a JinHee, se sentía mal por expresarse así de ella, pero no quería que MiJoo se pusiera celosa. Pero, ¿por qué le preocupaba eso? ¿Por qué tenía miedo de que supiera sobre su amistad con JinHee? ¿Acaso comenzaba a sentir otra cosa por ella?
—¿Qué te pareció la película? — indagó JinHee mientras era empujada por Jimin.
—Estuvo bien — dijo fingiendo valentía.
Ella se echó a reír — No seas mentiroso, estabas tan asustado como yo. No entiendo como pudimos atrevernos a ver una película de terror — se abrazó a si misma al recordar las escenas sangrientas —. Estoy segura que JinHye amaría la película —sonrió melancólica al recordar a su gemela.
—¿Cómo es que la mandaron a un internado? — preguntó cuando salieron del cine.
—Fue idea de mi madre — suspiró y al poco tiempo estornudó —. Creo que hace mucho frio.
—¿Te parece si tomamos algo caliente? — Jimin se sacó su abrigo y ayudó a ponérsela — No quiero que te enfermes, señorita — le guiñó coquetamente y ella se sonrojó al instante — ¡Oh! Te sonrojaste — se burló señalándola —. Wow, te ves tierna.
—¡Jimin! — se tapo su rostro con ambas manos, enrojecida completamente. Jimin le causó ternura al verla tan avergonzada.
Empujando su silla de ruedas llegaron a una cafetería que estaba a unos metros del cine, una vez que ya tenían su bebida caliente en sus manos, comenzaron a hablar cosas triviales y hacer bromas. Ambos sentían que el tiempo pasaba volando cuando estaban juntos, por lo que, no se fijaron que casi ya era las 12.
—Tu madre me matará — dijo al ver la hora.
JinHee negó y arrugó su nariz — Es posible que ni se haya dado cuenta de nada.
Jimin se entristeció al escuchar aquello, no pensaba que la señora Oh sea tan insensible con su hija, pero no podía juzgarla, ya que él también en su momento la trató mal. Pero ahora era diferente, podía asegurar que lo sentía era más allá de una amistad.
Cuando la subió al asiento copiloto y la ayudó a ponerse su cinturón, se quedaron mirando fijamente. Él estaba hipnotizado por sus ojos marrones, que sin pensarlo se acercó hasta unir sus labios en un cálido y torpe beso.
—Jimin — balbuceó completamente enrojecida luego de que Jimin se alejase lentamente —, ¿po-por… qué… hi-hiciste eso? — tartamudeó.
—No me disculparé — dijo sin dejar de mirarla —, sé perfectamente lo que hice — Jimin se veía decidido, si le hubieran dicho que una chica le enamoraría por completo, no lo creería, siempre pensó que solamente amaría a MiJoo, pero, todo de JinHee había cautivado su corazón. ¿Sería cliché si dijera que JinHee era diferente? Eso no importaba, pues, sentía exactamente eso —. Me gustas — no hubo ningún titubeo, sabía perfectamente sus sentimientos y ahora quería que ella correspondiera a ellos.
—Jimin — solo pronunció su nombre ya que estaba en shock, era la primera vez que un chico se confesaba. Siempre fue la chica rechazada por los chicos y ahora tenía a este tan lindo declarándose, sentía lo mismo que ella, ¿podía ser posible eso?
—¿No sientes lo mismo? — preguntó decepcionado.
—No es eso, es solo que — ella comenzó a jugar con sus dedos —, es la primera vez que se me confiesan y no sé qué debo hacer.
Jimin sonrió con ternura y acarició su rostro — Solo dime si tu sientes lo mismo — ella asintió y eso bastó para que nuevamente él la besara. Mientras ellos estaban en su mundo color rosas, no percibieron que, a unos metros del auto, MiJoo presenciaba tal show.
—Maldita — masticó sus palabras mientras apretaba sus puños —, nadie me quita lo que me pertenece.
*Meses después*
A pesar de que JinHye no estaba de acuerdo con su ahora relación de su gemela, no podía hacer nada, ese chico no le daba buena espina y eso lo dejó muy en claro en su última carta. Faltaba unos días para que ambas cumpliesen 17 años y por pedido de los Park, iban a realizar una fiesta, aunque querían que las 2 cumpleañeras estuviesen, no se posibilitó, ya que la señora Oh no permitiría que JinHye interfiriera en sus planes.
MiJoo había actuado como si nada hubiera pasado y Jimin aun no encontraba la forma de decirle que todo había terminado. Le tenia una gran estima a MiJoo, ya que la conocían desde que eran niños y pensar que ella le llegase a odiar, le preocupaba. Pero sabia que en algún momento iba a tener que enfrentar las cosas y hacerlas bien.