Daniel Gabao
Estaba sentado en el sillón junto con Alexia, Amaia últimamente ha estado haciendo que venga a base de mentiras y después ya no deja que se vaya.
— ¿Por que me miras tanto?— me pregunta.
— Es que me gusta tu playera— le respondo.
— Yo la odio— me dice sonriendo.
— ¿Por que la usas?
— Porque es de manga larga.
Estaba apunto de volver a contestarle pero Amaia no me lo permitió porque apareció dando pequeños saltitos.
— Ya déjame ir— le dice Alexia.
— No, te la pasas encerrada y sin hablar con alguien.
— Y me encanta estar así.
— Pues no te va a ir de aquí— le contesta aun dando saltitos, es preocupante que traiga un baso de agua mientras da saltos.
— Deja de saltar— le digo.
— Cállate amargado— me respondo, estaba apunto de contestarle pero vi como le tiro el baso de agua a Alexia— mierda, mierda, lo siento.
— Te dije que dejaras de saltar.
— Cállate idiota.
— Bien, tengo que irme a mi casa para poder cambiarme— le dice Alexia, ella ya se estaba levantado del sillón pero Amaia la aventó haciendo que se volviera a sentar.
— Tu no te vas a ir— le dice— Vamos a mi cuarto, te preso algo para que te pongas— dice y comienza a jalarla hacia su cuarto.
— Te odio— alcanzo a escuchar que Alexia le dice a Amaia.
Vaya pero que bonita amistad tienen esas dos, me voy a la cocina a preparar algo de comer.
— ¿Estas cocinando?— escucho que mi hermana me pregunta.
— Si— le respondo.
— Yo quiero de lo que sea que estés haciendo— dice apareciendo en la cocina con Alexia detrás de ella— ¿Quieres agua?— le pregunta a Alexia a lo que ella solo asiente— Dale agua— me dice a mi.
le entrego un baso con agua a Alexia y ella al tomarlo pude ver las marcas en su brazo, claro por eso la manga larga.
— ¿Me puedes prestar un suéter?— le pregunta a Amaia.
— No, hace mucho calor aquí— le responde a lo que Alexia solo tuerce los ojos. que idiota eres hermana.
— ¿Quieres comer Alexia?— le pregunto entregándole un plato a Amaia.
— No gracias.
— Come— le ordena Amaia.
— Que no—le responde ella.
— Déjala en paz— le digo a Amaia, voy a mi cuarto por una sudadera y después regreso con ellas— Toma— le digo entregándosela a Alexia.
— Gracias— me responde y se la pone.
Ellas estaban hablando sobre sus cosas, mas bien Alexia escuchaba como Amaia se la pasaba hablando sobre cosas alas cuales les da mucha importancia. Si yo fuera amigo de Amaia me hubiera desesperado porque no se calla ni un minuto.
— Llegue familia— dice Alan— Hola— saluda a Alexia.
— Hola.
— ¿Eso es de Daniel?— pregunta señalando la sudadera.
— Si, es que tengo frio y Amaia no quiso prestarme una— le explica.
— Esta bien, ¿Qué comen?
— No lo se, el lo hizo— dice Amaia señalándome.
— Me voy a mi cuarto— nos dice Alan y antes de ir hacia el segundo piso se acerco a Alexia para decirle algo y después irse.
— ¿Qué quería?— le pregunta Amaia.
— Nada.
— Alan siempre quieres algo— dice mi hermana— Yo ya me voy— anuncia y camina hacia la puerta.
— ¿A donde vas?— le pregunto.
— Tengo que encontrarme con un compañero para un trabajo— me explica y sale de la casa.
— Y te volvió a dejar— le digo a Alexia.
— Lo normal.
— Ven— le digo y comienzo a ir hacia mi cuarto.
— ¿Qué quieres?— me pregunta sentándose en la cama.
— Toma— le digo entregándole un control de consola— Vamos a jugar.
Ella no dice nada y solo espera a que ponga el videojuego. Nos la pasamos jugando durante un rato, la mayor parte de las veces ella me terminaba ganando, es muy buena en esto o yo soy demasiado malo jugando, probablemente sean las dos.
Es raro jugar con alguien que no sea Alan, Amaia dice que no va a perder su valioso tiempo jugando videojuego; porque al parecer tengo una hermana con una vida muy ocupada y con Samantha nunca pude hacer esto porque se la pasaba quejándose de que esto no era nada bonito y que solo desperdiciábamos nuestro tiempo en pareja.
— No puede ser— le digo cuando una vez mas me vuelve a ganar.
— Te volví a ganar— me dice con una sonrisa.
— ¿Cómo eres tan buena con esto?
— No soy buena— me dice— Lo que pasa es que tu eres muy malo.
— Posiblemente sea eso— iba a volver a hablar pero escuche mi celular sonar— ¿En donde esta mi celular?
Comienzo a buscarlo por el cuarto siguiendo el sonido, pero en un punto dejo de sonar y ya no se en donde quedo.
— Toma— me dice Alexia con el celular en la mano.
— Ah gracias.
— Ah hola— dice Amaia desde la puerta de mi cuarto— Sigues aquí— le dice a Alexia.
Y si al parecer habían pasa como dos horas desde que Amaia se fue, que rápido paso el tiempo.
— Si, pero ya me voy— dice Alexia— Adios Dani— dice y sale de mi cuarto.
— Adios Ale— le digo sabiendo que no me escucho.
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Daniel Gabao
Estaba acostado en el sillón cuando de pronto sentí como alguien me lanzaba algo.
— ¿Qué te pasa?— le pregunto a Alan.
— ¿Qué haces ahí?
— Amaia y Alexia están arriba— le digo— Y Amaia dijo que si yo me atrevía a subir me mataría.
— ¿No podemos subir?
— Nop.
— Genial— dice sentándose a mi lado.
— ¿En donde estabas?
— Estaba arreglando algo de la escuela.
— Por cierto, papá dijo que tu madre quiere hablar contigo— le digo y noto como cambia su expresión.
— ¿Para que?
— No lo se.
Si la relación entre Alan y su madre no es buena, ella lo ha descuidado mucho durante el tiempo que el estuvo con ella. Cuando conocí a Alan realmente era un verdadero desastres sin ganas de seguir respirando y lo comprendí, porque su madre no fue la mejor con el. Cuando me convertí en su amigo todos se la pasaba diciéndome que me alejara de el pero ralamente el único que no me dijo eso fue mi padre, entonces cuando decidí mudarme con mi madre no tuve el valor de dejarlo solo así que decidí traerlo conmigo, y fue muy sencillo porque realmente a su madre no le importa mucho en donde este el.
— Que no Amaia— escuchamos que Alexia le dice y unos segundos después la vemos aparecer enfrente de nosotros.
— Ay Ale— dice Amaia parándose a su lado.
— No Amaia.
— ¿Qué le haces?— le pregunto a Amaia.
— Quiere que la acompañe a casa de su madre— me explica Alexia.
Es verdad, hoy tenemos que ir a casa de mi madre, no sabemos para que pero ella nos cito a los tres diciéndonos que tan solo seria una reunión.
— ¿Por que odias tanto a tu amiga?— le pregunta Alan.
— No la odio— nos dice— Pero es que yo no quiero ir sola.
— Iras con ellos— dice Alexia señalándonos.
— Ellos no sirven para nada, Por favor Ale.
— No— le responde muy segura.
— Ayuda— nos dice mi hermana, no entiendo para que la quiere llevar, llevar a alguien a la casa de mi madre es muy cruel— Convénzala de que vaya con nosotros.
— Yo si tengo humanidad— dice Alan haciendo que Amaia se ría un poco— Solo deja de hacerla sufrir.
— No sean así— nos dice Amaia haciendo un puchero— Dani por favor— me dice aun haciendo puchero, dios odio cuando se pone así y no la puedo rechazar— Por favor, por favor— sigue rogando, se detiene cuando la miro de cierta forma.
— Deberías irte a cambiar para ya irnos— le digo, ella no dice nada y se va a su habitación.
— Dios que insoportable— dice Alexia soltando un suspiro.
— Alan, también deberías irte a cambiar.
— No es que tenga mucha opción— dice y veo como sube las escaleras.
— ¿Por que los mandaste a que se cambiaran?
— A mi madre no les gustaría la ropa que traen— le explico.
— ¿Fue para darle el placer a tu madre?
— No— le respondo— ellos van a ponerse ropa que hará enfurecer a mi madre— le respondo y noto como ella ríe— Ven con nosotros.
— No empieces tu también.
— No será tan malo— le digo y ella me mira de una forma que me dice eso no te lo crees tu— Bueno puede llegar a ser un poco malo, pero estoy completamente seguro de que tu podrás soportar eso— le digo y ella se queda callada mirándome, es momento de convencerla— Tal vez en algún punto si puede llegar a ser malo estar con ella pero en serio te vas a divertir porque iras con nosotros y a nosotros no encanta molestarla.
— ¿Para que quieren que vaya?
— Porque eres nuestra amiga— al terminar de decir eso ella me mira de una forma rara— ¿Que?
— ¿Soy tu amiga, Daniel?— me pregunta con una sonrisa.
— Si, eres mi amiga, Alexia.
— Vaya tengo un amigo mas— me dice riendo— Pero eso no cambia nada, no ire con ustedes.
— Por favor Alexia— le comienzo a rogar— Hare lo que tu quieras— le digo y ella vuelve a sonreir.
— ¿Lo que yo quiera?— me pregunta con una ceja levantada.
Okey, no se porque pero siento que al contestar con un si de alguna forma me estoy arriesgando, esta niña podrá ser menor que yo pero su cara me dice que sabe ciertas cosas, presiento que es demasiado inteligente para hacer este tipo de negociaciones.
— Lo que quieras— le afirmo.
— Mmm no lo se— me dice y estoy seguro de que finge esa duda.
— Por favor.
— Lo que yo quiera— repite.
— Lo que quieras— vuelvo a afirmar.
— Bien.
Estaba apunto de volver a hablar pero la voz de mi hermana nos interrumpió— Pero cuanta tención hay aquí— dice al vernos— ¿De que hablaban?
— De que Alexia ira con nosotros.