HELADOS Y BESOS

AMELI HERRERA

era divertido pasar tiempo con el,me sentía tan agusto,aparté que era mi primer amigo,desde que me había enfermado nadie queria mi amistad por miedo a que se le pegara algo,eran una locura porque el cancer no es contagioso,jamas entendere a las personas.

—eres divertido neal. —le sonrió—gracias por aparecer en mi vida. 

—tu también eres divertida ameli, gracias tu por aparecer en mi vida. 

—estaba pensando en invitarte a cenar en algún momento a casa, pasar un buen rato viendo peliculas

—me encantaría ,tu madre es buena onda. 

—¿la tuya no? 

—la mía es algo especial, me sobre protege demasiado que piensa que cualquier cosa puede dañarme. 

—mamá al inició de mi enfermedad era así conmigo, hasta llego a creer que cualquier cosa podría matarme si tocaba o comía. 

Soltó una risita, su risa era demasiado encantadora. 

—todas las madres son especiales, cada una es única. 

—a veces pienso mucho en la mía, pienso en como ella dejo muchas cosas por hacerse cargo de mí y mí estúpida enfermedad. —empiezo— a veces quiero que todo se acabe para siempre, pero recuerdo que sí me voy ella estará solá, qué no tendrá a nadie más quien le haga compañía soy la unica persona que le queda y se que sí me muero su corazon se rompera en pedacitos. 

—sí llegaras a irte, no te preocupes que yo estaré a su lado, tu madre es una gran persona, no estará sola. 

—Gracias Neal. —tomo sus manos— gracias por ser mi amigo. 

—Amigos y en algún futuro algo más. 

—¿Asi? —río— ya piensas en nuestro futuro. 

—claro, ambos apareciendo en revistas por escribir los mejores libros de todo el mundo mundial. 

—no me hagas ilusionarme, mirá que después me creo todo lo que me dices. 

—lo digo en serio, escucha esto "cuando menos te lo esperes estaremos en todos lados, como los mejores autores del momento"

—bien anotado en mi cabeza. —le sonrió— ojala se cumpla. 

No se en que momento pasó pero de un momento a otro tenía sus labios contra los míos, ¡oh Dios! me estaba besando. 

—me gustas ameli, me gustas mucho. 

Mi corazón en ese momento no dejaba de latir con fuerza. 

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