Taehyung.
Prácticamente nos dijeron que tendríamos que dormir en una habitación de parejas.
Seok Jin, cuando te vea… ¡te mataré!
—¿Qué me ves?—añade—a mi tampoco me agrada la idea de pasar la noche contigo—murmura.
—Más te vale guardar tu distancia—digo con sarcasmo.
—¿Qué?—frunce el ceño.
—No puedo confiar en una loca como tú. Nadie me asegura que no me atacaras a mitad de la noche.
—Sabes qué, piérdete—rueda los ojos y se va quien sabe a donde.
Pero qué chica más… frustrante—suspiro y sigo al recepcionista.
La habitación es más pequeña de lo que creía. Apenas hay una cama y un sofá. Si no me equívoco, este debe ser el lugar donde él pasa la noche. Después de todo, este señor también duerme ¿no?
T/n.
Después de unas cuantas vueltas en este pequeño hostal logré encontrar una sección de venta. Mi ropa estaba hecha un desastre. Compré algunas cosas y regresé a la habitación con ese lunático.
Me detengo en la puerta y pienso si debería tocar o no. ¿Qué más da? De todos modos esta también es mi habitación.
Decido entrar sin previó aviso, pero grave error.
—¡OMG!—abro los ojos como platos y salgo rápidamente. ¡Tonta! ¿Por qué no tocaste?
Me cubro la cara pero en mi mente se reproduce la figura de Taehyung sin camisa. ¿Cómo puede tener buen cuerpo? ¡Pero qué estoy diciendo!
Sin embargo sucede. Taehyung vuelve a abrir la puerta, y no se dignado en colocarse algo encima. Cuando me ve arquea una ceja y por un segundo sus ojos encuentran los míos.
—¿Por qué saliste corriendo?—su voz carece de alguna emoción y sus ojos son fríos como el hielo.
Luchó por encontrar mi voz—¿Puedes vestirte?—ingresó y le doy la espalda—Ten ésto, lo compré hace un momento.
Agarro un polo de mi bolso y lo coloco en la cama.
—Bueno, bueno—lo escucho decir—Cambiate y baja a cenar.
La puerta suena y doy por hecho que se ha ido. Giro a verificar y efectivamente, ya no estaba.
Maldición, debí haber visto más tiempo.
-
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Me siento en una silla que estaba a su lado y el recepcionista no tarda en traer dos platos de comida.
—Espera… —Taehyung mira su camiseta y la mía.
—Sí, es ropa de parejas—interrumpo—pero no tenía opción… es lo único que había en este lugar—Las camisetas son de color blanco con algún tipo de diseño de corazón en el centro. Puede que sea un poco horrendo para su gusto, pero no tiene más opciones.
Él no dice nada pero me queda mirando, poniéndome nerviosa.
—Tonta—sonríe y da un bocado a su comida.
Es la primera vez que sonríe desde que nos conocimos.
—Oye… —inquiero curiosa—Acaso tú… ¿acabas de sonreír?
—¿Siempre eres tan curiosa?—su mirada vuelve a mi—Mejor enfócate en comer.
—Ah, si… por supuesto… —me encojo de hombros para luego atacar—Pero ¿Sonreíste o no?
—Dije que guardar-
Doy un salto de susto y mi cuerpo pierde estabilidad en la silla.
Milagrosamente Taehyung me atrapa con sus brazos para evitar caerme.
Nuestros rostros apenas están a simples centímetros de distancia.
Cuando Taehyung se da cuenta en la posición incómoda que estamos se apartamento rápidamente.
Carraspea la garganta—Regresaré primero, termina y paga la cuenta—dice con frialdad.
—¿Qué?—mi boca se abre en sorpresa, pero la cierro rápidamente.
Mientras se marcha puedo ver una risa burlona en su rostro.
-
-
Todo está en completo silencio. Cuando regresé Taehyung ya estaba dormido en la cama, así que me quedé en el sofá leyendo un libro.
Reviso mi celular por enésima vez el cual marca la 1:30 de la madrugada.
—¿Podrías apagar la luz? No puedo dormir—se queja Taehyung.
—Pensé que estabas dormido—digo sin apartar la vista a mi libro.
—Nerd—resopla.
—Silencio.
—Apaga esa luzzzz—se coloca una almohada encima.
—Un segundo—paso de página.
Taehyung suspira y se encoge de hombros—Deja eso yá—me quita el libro de las manos.
—¡Oye! ¡Devuélveme eso!—chillo
Niega con la cabeza—Te lo daré temprano, ahora, cierra esos ojos y duérmete—ordena y regresa a la cama.
—Malvado—le saco la lengua como niñita y me tumbo en el sofá cubriendome con una pequeña sábana.
...
Las luces se apagan pero no logró conciliar el sueño.
—¿Estás despierta?—lo escucho susurrar.
—No—respondo con rabia.
—¿Estás molesta?—pregunta pero no respondo—Por cierto, ¿Qué hacías en la carretera tan tarde?
Oh, es cierto. Recuerdo que estábamos en una fiesta importante con mi familia. Jimin, Leticia y yo estábamos en el jardín, cuando algo se robó mi atención…
—Me perdí mientras seguía una mariposa—balbuceo.
—¿Una mariposa? Me estás diciendo que… ¿estamos aquí por culpa de una mariposa?—refunfuña
— Bueno… digamos que algo así.
—¿Y por qué diablos seguías una mariposa?
—Uhmmm, nose. Solo...me gustan—digo con la voz casi inaudible. Las pestañas me pesan y la voz de Taehyung va desapareciendo.
Más tarde.
—¡Oye!—sacudida de hombro—¡Despierta!
Ser sacudida violentamente me trae del mundo de la inconsciencia a la vida real.
Taehyung.
—¿Qué sucede…?—bosteza la chica, a la vez frotándose los ojos.
—Conseguí un taxi para que regreses, yo tengo que quedarme.
—Entiendo.
Se levanta, coge las pocas sus cosas que tiene y salimos afuera.
—Dime cuál es tú número de cuenta. Le diré a mi madre que te deposite dinero por los gastos del taxi averiado—dice antes de ingresar a la movilidad.
—¿Tu familia es millonaria acaso?—me burlo.
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Editado: 24.08.2022