— Eso es todo por hoy —culminó la clase el profesor de matemáticas.
Verónica ya se había ido a la hora de Inglés así que había quedado sola. Incomodo momento para la chica muda que no le gusta socializar.
Este chico Andrey, seguía sentado en su puesto. Su espalda se veía muy formada y a simple vista se podía ver lo fornido que estaba. Cuando estuve frente a él el mundo se me hizo grande pues la diferencia de tamaños era notoria.
Me acomode el bolso pasándolo por encima de mi cuello y tome los libros que quedaban y me dirigí a la salida del aula pero entonces él se atravesó primero haciendo que chocara contra la pared.
—Idiota— dije en un tono de voz muy baja solo para mí.
¿Acaso no le enseñaron modales?
Revice mi celular al escuchar que había llegado un mensaje.
Best Friend:
Adelantate a casa, me tocan dos horas más de clases.
Postdata: Me quiero hacer la muricion.
Reí para mis adentro y me coloqué los audífonos, me gustaba mucho escuchar música era un gran escape a la realidad.
Mamá me esperaba afuera en el auto, siempre puntual.
—Hola mamá—le di un beso en la mejilla mientras me acomodaba en el asiento del frente.
—¿Cómo te fue en el primer día?— pregunto encendiendo el auto.
Suspire— Supongo que bien. Será unos años muy largos pero se que lo lograré.
Uno de mis sueños y cosas de mi lista de deseos era poder ser una gran veterinaria, poder salir de la universidad y sentirme orgullosa de lo que pude lograr.
—¿Te trataron mal?
—Creo que es lo normal de gente adolescente.
Creo que eso no es una justificación.
—Sabes que puedes...
—Mamá, no lo digas—la detengo, se a donde va—. No fue tan malo, además Verónica siempre estuvo conmigo, no debes de preocuparte— miento.
El camino a casa transcurrió en silencio, es mejor mantener esa charla así ya que mamá se preocupa mucho y la verdad es que no quiero ser una carga de estrés para ella suficiente tiene con mi enfermedad.
Al día siguiente...
Volví a despertarme a la misma hora de siempre, luego de desayunar mi leche caliente con las galletas me duche, me arreglé y baje a la sala a despedirme de mamá.
—Mamá— la observo que se está terminando de retocar para ir al trabajo y llevarme a la uni.
— Hola pequeña— me saluda sin apartar la vista del espejo con el que se ve mientras se maquilla.
— Muy hermosa como siempre — la alago— quería decirte que hoy iré en mi auto— le doy un beso en la frente tomo las llaves de mi auto y salgo rápidamente antes de escucharla protestar.
Esta vez quise ir por mi cuenta sola, así que como tenía licencia y mi propio auto mamá no tenía ningún problema aunque, no la dejé hablar . Decidí pasar por Verónica.
Llegué a su casa y empeze a pitar para que saliera.
—¿Estas listas para otro día más?—dijo entrando al auto.
—Siempre lo estoy— le regaló la mejor sonrisa
Mentiras, estaba super nerviosa.
— Oye, ¿y tú hermana Brenda?— le pregunto, pues ya tenía como dos meses sin verla.
— Aún sigue en Francia, decidió quedarse a vivir donde nuestra tía y estudiar desde allá— dijo segura.
Es raro pues ellas eran muy unidas, pero no sigo con el tema.
Llegamos a la Universidad y en el momento que vi un buen lugar para estacionar el auto aparece otro auto a gran velocidad y se coloca en mi lugar.
Joder, ¿siempre será esto?
—¡Demonios!— golpie el volante.
—Calmete, no es nada. Sólo busquemos otro lugar— propuso Vero.
Quería ver quien era el que se la daba de gracioso por hacer eso y como era de esperarse era Andrey, el chico arrogante de ayer. Se su nombre por que lo leí en el asiento. Se bajo otra chica del auto, era muy bonita, supongo que es su novia. Andrey miro mi auto y rió, más me hirvio la sangre.
—Que fastido. ¿Tengo que lidiar con esto todos los días?
—Deberías de calmarte Mao.
Sentía una pequeña punzada en el pecho, intente calmarme y respirar despacio.
—Tienes razón. Busquemos otro lugar para estacionarnos.
Bajamos del auto y entramos, deje mi bolso en mi casillero y Verónica igual.
—Hola—mire detrás de la puerta de mi casillero y era un chico.
—Eh, ¿hola?— pregunté confundida.
—Me llamo Karlos, sólo vengo a decirte que no te des mala vida con Andrey. Siempre busca la manera de fastidiar a la gente, siempre ha sido muy prepotente.
—Hablas de él como si lo conocieras de mucho tiempo — saco unos libros de la próxima clase— , apenas estamos en el primer semestre supongo que también es nuevo.
—Andrey reprobo el año por cuestiones personales que nadie sabe, en ese año era muy poco lo que asisitia a clases pero cuando lo hacía aprovechaba sacar lo arrogante que es. Verás que es muy popular, eso es una ventaja.
—¿Y por qué me dices eso a mi?
—Porque eres nueva, y desde ayer he visto que él te ha estado molestando. Te he estado observando y eres diferente a todas las chicas de esta Universidad. De todas maneras creo que no estuvo mal decírtelo, fue un placer. Aquí tienes un nuevo amigo.
Sin decir más se mezclo entre los pasillos.
—No esta para nada mal ese Karlos—dijo Verónica a lo que reí.
—Por Dios Verónica — lleve mi mano a la frente- eres un caso perdido.
—¿Qué? No tiene nada de malo tener a otro novio. Además tengo un buen rato que no se que es tener una relación, no quiero morir sola y amargada, tú también deberías de ponerte las pilas. No recuerdo la última vez que me presentaste aún cuñado.
—Es que...— lleve mi mano a la nuca—De eso quería platicar contigo.
—¿Ya tienes novio?— dijo en voz fuerte a lo algunos chico en el pasillo nos vieron.
—Baja la voz tonta y no, no es eso. O bueno si, o no, ay no sé. Es sólo que estamos dejando que todo fluya.
—¿Y por que no me habías dicho nada?