Mi último primer beso

Capítulo 13

2018, actualidad.

Por fin todo en mi vida resultaba como siempre lo había soñado.

El año anterior logré terminar la universidad y gracias a mi persistencia, mis buenas calificaciones y todo el esfuerzo que puse me contrataron de inmediato en el mismo hospital en el que había estado realizando las prácticas.

Mis padres habían mejorado de posición en sus respectivos trabajos y con ayuda de mi nuevo sueldo vivíamos mucho mejor. No teníamos grandes lujos, pero vivíamos mejor que hace siete años.

Mi hermano estaba enorme, ya tenía diecisiete años y se encontraba en su último año escolar. Era un orgullo para todos nosotros.

El mismo año de la fiesta de reencuentro conocí a un chico maravilloso que llegó a mi vida para llenarla de alegría. Quién iba a pensar que mi compañero de práctica se convertiría en mi novio.

Ese año comenzamos a salir, en un principio era para estudiar, luego las citas de estudio se convirtieron en algo más, para finalmente dar paso al noviazgo. A fines de ese año, James me invitó a una cita, fuimos al cine igual que la primera vez que me invitó a salir. Cuando terminó la película me pidió ser su novia. Ya han pasado tres años y tres meses desde ese día.

James es un chico increíble, me tiene completamente enamorada al igual que a toda mi familia ya que es un amor con todos ellos.

¿Qué pasó con mis mejores amigos? Sam sigue molestando a Theo como siempre, ambos consiguieron trabajo rápidamente al igual que yo. Theo trabaja en el mismo hospital, a veces pienso que nunca vamos a separarnos, pero en otro piso ya que se especializa en cardiología. Lo mío son los niños, ser pediatra es todo con lo que siempre soñé y por fin puedo decir que todo tiene su lugar, por fin estoy tranquila.

En cuanto a Blake, él terminó su carrera un año antes. No quiso decirnos qué lo tenía tan apurado para que terminara antes. A penas terminó su carrera se fue a quién sabe dónde dejando una simple carta para los tres diciendo que lo sentía, pero que debía irse por un tiempo. Hace un año y cinco meses aproximadamente que no lo veo y aunque me cuesta admitirlo lo extraño mucho.

_ Julieta –Entró Ashley, una de las enfermeras- te busca alguien, ¿lo dejo pasar?

_ ¿Quién es?

_ Me dijo que no dijera su nombre, pero puedo decir que es un chico muy apuesto…

_ Si es un rubio puedes dejarlo pasar. –Reí, lo más seguro es que se tratara de James-

Ashley comenzó a reír por mi respuesta mientras se dirigía hacia la puerta, ella conocía perfectamente a James y sabía que era mi novio. De hecho todas las enfermeras lo conocían y lo nombraban como el sexy doctor Gallagher. No podía molestarme por ese apodo ya que le quedaba muy bien, además me llevaba bien con todas las enfermeras de mi planta y sabían que el chico sexy era mío.

_ ¿De qué se ríe la mejor doctora de este hospital? –Entró James con un ramo de de dalias-

_ Solo pensaba en el apodo que te tienen las enfermeras. –Me levanté para caminar junto a él- Hola –besé sus labios-

_Hola preciosa –Volvió a besar mis labios- Traje tus flores favoritas para que adornen tu nueva oficina.

_Gracias, el tono blanco puede resultar muy aburrido, pero me dijeron que puedo hacer lo que quiera, ya sabes, para que los niños no se aburran. –Si bien llevaba un mes trabajando en el hospital, hace solo unos días me entregaron mi nueva consulta ya que el doctor anterior había demorado en llevarse sus cosas-

_Sé que tu lo dejaras increíble –Repasó rápidamente el lugar- ¿Tienes tiempo para que vayamos a almorzar? Hay un lugar cerca que estoy seguro te va a encantar.

_ Por supuesto, ya estaba por irme… para mi suerte lo viernes salgo temprano.

_Entonces vamos.

_Me cambio y listo.

El trabajo en el hospital era agotador, pero me encantaba. Muchos me decían que esperara a que terminara el primer año a ver si estaba de tan buen humor. Levaba varios meses y para sorpresa de muchos mi buen ánimo no decaía. Supongo que estaré muerta al terminar el año, no obstante, cuando uno hace lo que le gusta no importa el cansancio porque al final del día, ver los rostros felices de cada paciente hace que todo el trabajo valga la pena.

Una vez que estuve lista nos fuimos con James al nuevo lugar que mi chico había encontrado. Me sorprendí al ver un pequeño local italiano muy acogedor y especializado en pizza. Amaba la pizza con todo mi corazón así que esto me venía genial.




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