MI HERMANO

DASHURI

Esto ya es absurdo, yo debería estar peleando junto con los míos pero no, en lugar de eso estoy siendo protegido a costa de muchas vidas.

-Es hora de que me una a la guerra.

- No tengas piedad, confió en ti hijo.

Ya llevo un rato peleando, estoy empezando a cansarme, siento que debo avanzar más, al avanzar otro poco me encuentro con una bella joven que me da la espalda, tiene el pelo azul oscuro hasta la mitad de la espalda  la piel blanca, no sé quién sea pero al parecer aun no me ha visto.

-¿Quién eres tú?

Creo que se ha asustado ya que se ha puesto en posición de batalla.

-Eso no es de tu interés.

Es más hermosa de lo que pensé sin embargo no puedo revelar mi identidad, tiene unos labios que me llaman a besarla y unos ojos tan hermosos, espera, esos ojos, sus ojos son blancos.

-Está bien. Poder de los ángeles!!! Gran esfera de hielo.

Justo lo que pensé, es la persona que menos me debería gustar.

- Esfera Dashuri Gran Llama.

Qué alivio, ha logrado esquivar mi golpe, un segundo ¿Por qué me alegra eso?

-Agujas de luz.

Apenas y he  logrado esquivar el ataque, hemos estado luchando por dos horas aproximadamente y ninguno de mis ataques la han herido ni ella me ha herido a mí.

-Aaayyyyyyyy!!!!!!

Lo que me faltaba, han herido a mi padre, lo mejor será irme.

- Nos veremos luego My lady –le digo para posteriormente hacer una reverencia y desaparecer.

Ella me ha intentado detener pero he sido más rápido que ella. Ahora me encuentro en la habitación de mi padre, luego de que hemos llegado el pobre ha caído desmayado.

-Estarás bien padre –digo mientras salgo de su habitación y entro a la mía.

Ya han pasado dos horas desde aquello, desde que he entrado a mi cuarto no puedo dejar de pensar en lo hermosa que era…pero rayos, no debo de pensar en ella de esa forma, ella es mi principal enemiga, ambos estamos destinados a enfrentarnos…pero es que como poder luchar contra ella, simplemente no puedo, mejor dicho, no quiero herirla, ella es tan…

-Daniel, ¿estás bien?

Cierto, me había olvidado que mi madre estaba despierta

-sí, solo estoy pensando

He escuchado algo golpear el suelo, esto no puede significar nada bueno, he salido rápido de mi habitación y, en cuanto lo he hecho, me ha empezado a hervir la sangre.

-Daniel –ha dicho mi madre desde el suelo mientras yo solo veo una sombra salir por la ventana.

- No madre, no hables, estarás bien –le digo mientras me volteo a verla y la cargo olvidándome así de ir a perseguir aquella sombra.

Luego de cinco minutos hemos llegado al hospital, mi mente está divagando demasiado entre ideas de “my lady”, de aquella sombra y mi madre.

-Daniel hay algo que tengo que decirte.

- Ya me lo dirás luego por ahora guarda energía.

- No, es sobre la fotografía de la caja.

Hace años que me muero de ganas por tener esta conversación pero, no es el momento adecuado.

- No tiene importancia.

-Daniel…ese niño es…

- No importa quién sea.

-Tu hermano.

No puedo creerlo, mi mente se ha despejado y mi entorno ha desaparecido mientras solo quedan dos simples preguntas ¿mi hermano? ¿Es posible eso?

- ¿Mi…mi hermano? –digo con verdadera dificultad

- Si

-¿Dónde está? ¿Murió? –pregunto con miedo

- No, él está en…

- ¿Mamá?, ¿Dónde?

Mi mamá no responde.

-¿Mamá? –pregunto sin obtener respuesta-mamá-digo por segunda vez dándome cuenta que, acabo de perder a mi mamá.

Luego de haberme dado cuenta de que esta vez mi mamá no volvería, la he ido a enterrar haciendo lo que nunca antes había hecho, llorar.  Y tras terminada mi tarea he regresado a mi casa con solo dos cosas en mente: descubrir todo sobre mi hermano y vengar la muerte de mi madre.

-¿Dónde estabas? –ha preguntado mi padre desde que cruce la puerta de entrada.

-En el hospital –he respondido con demasiada frialdad.