Luego de ese sueño, no pude volver a dormir.
Por más que me intentaba acomodarme o cerrar los ojos, no podía descansar.
Porque ahora lo que me preguntaba era, ¿Eso fue un sueño o un recuerdo?
Mi abdomen comenzó a doler.
Puse mi mano en la parte donde se encontraba la herida, e hice presión para aliviar el dolor.
Cerré los ojos apretando los labios.
No es tan grave, solo debo pensar en cosas que no tengan nada que ver con esto y se me pasara.
¡¿Cómo hago para no pensar en esto si literalmente me está doliendo como la mierda?!
-Volví- Dijo Taylor abriendo la puerta.
Su sonrisa se desvaneció al ver mi condición.
- ¿Te duele mucho? - Pregunto acercándose a mí.
Asentí rápidamente.
-Tranquila, te traje unas medicinas y otra venda para cambiar la anterior, vas a estar bien- Dijo sacando algunas hierbas de su mochila.
Fruncí el ceño.
Esas hierbas ya las había visto antes…
- ¿Para qué son? - Le pregunte.
Mordí mi labio al sentir aumentar el dolor.
-Unas son para que te relajen el cuerpo, otras para sanar la piel, otras para que los tejidos se recuperen, otras para que tu sistema inmunológico se fortalezca y otras son para el estrés- Dijo contando cada una con los dedos.
Asentí levemente.
-Gracias- Murmure.
Asintió.
-Sube tu camiseta- Dijo sacando una venda.
- ¿Qué? - Dije confundida.
Él río.
-No es nada malo, solo es para cambiar la venda- Aclaro riendo.
Mi rostro se enrojeció.
Qué vergüenza.
Levante mi camiseta despacio.
-Bien- Dijo retirando la venda.
Apreté los puños de mis manos al sentir una corriente fría y dolorosa en mi abdomen.
-Ya va a pasar- Dijo poniendo su mano en mi espalda y levantando mi cuerpo mientras enrollaba la nueva venda.
Sujeto la venda con cuidado y luego acomodo mi blusa.
- ¿Quieres descansar un poco más o tomar alguna hierba? - Pregunto viendo un punto fijo en el suelo.
¿Qué ve?
-Eh…creo que quiero tomar algo- Dije poniendo una mano en mi estómago.
Asintió.
-Iré a tu cocina un momento a prepáratelo, ya vuelvo- Dijo nervioso tomando su mochila.
Salió de la habitación y de nuevo quede sola.
Ir a un hospital dudo sea la mejor opción ahora.
Toque mi frente, estaba caliente y sudando un poco, debo tener fiebre.
Mi vista se dirigió a la ventana, donde podía observar la casa de enfrente.
Mi cuerpo se congelo al ver a Christian observándome desde su ventana.
Se veía serio, y me veía fijamente.
Debo cerrar las malditas cortinas.
Con dificultad, me levante de mi cama de mala gana, me acerque la ventana y tome las cortinas.
Christian sonrió de lado.
Estaría asustada, pero por alguna razón, siento que si Taylor esta aquí, nada va a hacerme daño.
Se que él va a protegerme.
Las cerré sin dejar ningún espacio para evitar que me observé.
Sentí una presión en mi abdomen.
Mierda, no debí levantarme así de rápido.
O mejor, no debí levantarme en primer lugar.
-Ali…-Taylor dejo las palabras en el aire al verme fuera de mi cama.
Sonreí inocente.
- Pero, ¿qué haces? - Dijo acercándose a mi y tomando en brazos como si fuera una princesa.
-C-Christian- Dije con voz temblorosa
- ¿Qué? - Dijo confundido.
Trago grueso.
-Christian está enfrente- Dije débil.
Me comencé a sentir mal.
Tay me dejo en la cama.
Se veía serio.
- ¿Lo viste? - Pregunto tenso.
Asentí.
-Está bien- Dijo mordiendo sus labios.
Fruncí el ceño al ver que rápidamente se transformó.
-Taylor, ¿Qué vas a hacer? - Le pregunte.
Él sonrió.
-Tu tranquila- Dijo dando un corto beso en mi frente.
Me puse nerviosa al pensar en que Taylor intentara retar a Christian aun sabiendo que es más fuerte que él.
-T-Tay- Lo llame antes de que saliera.
- ¿Sí? - Dijo viéndome.
-Por favor ten mucho cuidado- Le pedí.
Asintió sonriendo.
Y salió.
Espero no haga nada loco, porque no sabría cómo ayudarlo realmente.
<<30 minutos después>>
Sin nada que hacer, continue enrollando mi cabello esperando a que al menos se enrulara un poco, pero nada todavía.
Solté un suspiro aburrido.
Me preocupaba pensar que algo le había pasado a Taylor ya que aún no llegaba.
Escuche golpes en la ventana.
Para eso hay una puerta- Pensé.
De nuevo me levante a pesar de que dolía.
Abrí las cortinas y sin fijarme de paso la ventana.
Sentí palidecer a penas vi a Christian con una sonrisa triunfante.
Tenia sangre en la comisura de su labio.
Comencé a negar pensando en los peores escenarios posibles.
- ¿D-Donde esta Taylor? - Dije asustada.
El río amargamente.
Entro a mi habitación.
-Últimamente están muy juntos, ¿no lo crees cariño?, y te recuerdo que yo soy tu alma gemela, no él- Dijo enojado.
-Vete a la mierda- Dije seria. - Ya no te creo nada de eso, porque estoy segura de que, si lo fueras, sentiría al menos un mínimo cariño por ti, pero realmente no siento nada.
El rostro de Christian se puso totalmente rojo.
Apretó los puños y soltó un gruñido.
Él tiro todo lo que tenía sobre mi escritorio.
- ¡¿No sientes nada por mi Alice?!- Dijo riendo irónicamente- ¡En ningún momento te lo pregunte porque me amaras tanto que no querrás estar lejos de mí nunca!
Mantuve mi postura neutra.
A pesar de tenerle miedo, no se lo voy a demostrar.
-Soy mas fuerte de lo que piensas Christian- Dije dándole una leve sonrisa.
Eso pareció enfurecerlo más, porque llevo sus manos a su cabello y lo jalo con fuerza.