Alice:
Puse mis manos en mi cabeza y trate de tomar el equilibrio de nuevo.
-¿Ser mujer lobo?, y ¿líder?- Dije con la esperanza de haber escuchado mal.
-Así es mi pequeña princesa- Dijo guiñándome el ojo.
-Cristian te acabo de decir que tengo planes a futuro, no puedo hacer eso- Dije negando.
-Lo se Ali, no te estoy diciendo que pronto, solo para que lo sepas y listo.
Asentí.
No quiero discutir con él ahora.
Cristal llamo a Cristian y este fue con ella.
Me senté frente a la cabaña esperando que vuelva.
-Ah, hola, ¿eres Alice?- Dijo Taylor.
Mi corazón comenzó a latir con más rapidez de lo normal.
-Si- Le dije.
Como odio que todo lo que paso ya lo haya olvidado.
Y lo peor es que yo fui la que le borre la memoria.
-Oh, en ese caso bienvenida a la manada, aquí todos somos familia- Dijo de forma amable.
Mordí mi labio inferior.
-Muchas gracias…-Fingí no saber su nombre.
-Taylor, soy Taylor- Dijo estrechando mi mano.
-Un gusto- Dije asintiendo.
-Tienes ojos muy bonitos, nunca había visto de ese color verde- Dijo viéndome fijamente.
-Oh, gracias- Dije bajando la mirada.
-Cariño, vamos.- Dijo Zoe jalando el brazo de Tay.
-Ah, sí voy- Dijo distraído.
Sonreí, una sonrisa que me dolió formar.
-Por cierto ella es mi Mate y novia Zoe- Dijo presentándola.
Esas palabras ardieron.
Auch.
-Sí, ya nos conocemos, ¿no Ali?- Dijo con tono ¿dulce?
-Así es.
-¡Genial!- Dijo Zoe fingiendo alegría- Ahora vámonos.
Taylor le hizo caso y se retiró junto a ella.
Solté un suspiro.
Inicio del flashback:
-¿Para qué querías que nos viéramos?- Pregunto Taylor sentándose en mi cama.-Sonabas apresurada.
-Ah…-Escondí las hierbas que le iban a borrar en la mesita de noche y me senté junto a él- Quería hablar contigo.
-Claro Ali, dime- Dijo tomándome de la cintura.
Tome aire y trate de aguantar mis lágrimas.
-¿Sabes todo el problema con Cristian, no?- Dije sin saber cómo comenzar.
Asintió confundido.
-Pues…el me amenazo- Dije y sin poder controlarlo una lagrima resbalo por mi mejilla.
-¿Qué te dijo?- Dijo arrodillándose frente a mí y limpiando mis lágrimas que ya salían sin control.
No quería hacerlo, no quería perderlo, no quería que olvidara todo lo que habíamos pasado…no quería que me olvidara como yo a él.
-Tu corres riesgo hasta que yo…- Respire profundo para intentar calmarme.
Tenía que decírselo.
-¿Hasta que tú qué?- Dijo ansioso.
-Hasta que yo misma te borre y te modifique tu memoria…como paso conmigo.
Sus ojos se pusieron rojizos y poco a poco sus lágrimas también llegaron.
Porque él sabía que no teníamos opción.
Se levantó y paso sus manos por su cuello.
-Prefiero morir mil veces antes que tener que olvidarte- Dijo mirándome fijamente a los ojos.
Sonreí con ternura.
-Pero yo prefiero que me olvides mil veces a que mueras- Dije sin romper el contacto visual.
Me tomo de los brazos y me levanto quedando frente a frente.
Aunque él era más alto que yo, me pare en puntitas y le di un corto beso en los labios.
No sabía si era el momento.
Taylor tomo mi rostro en sus manos y me beso como nunca.
Pero no era un beso con deseo, era uno que expresaba un “te amo”
Al sentir el contacto mis ojos siguieron soltando lágrimas al igual que él, porque sentí las suyas cayendo en mi piel.
Al separarnos me miro con tristeza.
-Te voy a decir algo, y no quiero que te lo tomes de mala forma, ¿sí?, porque sabemos que te amo más que a nadie y nada en este mundo.- Dijo tragando saliva.
Asentí.
-El único que puede saber su Mate de niño es el Alfa, luego los otros cuando quieran, y hace poco yo hice mi ritual para saber quién era el mío…Y no fue porque no crea que tú, pera sabes que Cristian y tú ya tienen un vínculo- Dijo nervioso.
-Oh- Fue lo único que salió de mi boca- ¿Q-Quién es?
-Zoe- Dijo en voz baja.
Solo me pegue a él, mientras lo abrazaba oculte mi rostro en su pecho.
-Toma- Dijo entregándome unas pequeñas hojitas y una cámara.
-¿Qué es?- Dije limpiando mis ojos empapados.
-Miras las fotografías.
Las tome y observe.
La primera eran dos pequeños niños de aproximadamente 5 años comiendo helado, la segunda era de ellos un poco más grandes cocinando, la tercera era de ellos aparentando darse un beso, la cuarta estaba algo rota pero eran ellos ya como con 8 o 9 años tomados de la mano en el parque y la última era de ellos en un árbol.
-¿Somos nosotros?- Dije elevando levemente la comisura de mis labios.
Asintió.
-Supuse que pasaría esto, olí la hierba desde afuera- Rio irónicamente- Que bueno tener buen olfato.