Capítulo Treinta
Renata Ramírez
Llego la noche y mucha gente estabá abajo, yo estoy en el cuarto de mis padres, viendome. El vestido quedaba perfecto con las botas, los aretes me quedaban perfectos y lo más importante: El collar quedaba perfecto. Era una noche especial y muy importante.
- Estoy lista- pensé en voz alta.
Decidí bajar dondé estaban mi familia, mis amigos del conjunto, Belén, Ámbar y Evelin, la familia de mi prima Li, la familia de mi tio Marco, Camila, Andreína y Sara.
Todos me quedaron viendo cuando baje y me sentia muy importante, Es tu día Renata, claro que eres importante me dijo esa voz. Es verdad, es mi día y aunque a pasado volando se que es de los más increibles cumpleaños que eh tenido.
Todos me felicitarón y habían muchos regalos pero eso no importaba, mis papás pusieron música y nos pusimos a bailar, también repartieron las papas, los caramelos y los bocaditos. Luego comimos el delicioso arroz relleno que le pedí a mi mamá que hiciera. Luego nos tomamos algunas fotos con las chicas, nos pusimos a tomar fotos con mi familia al rededor del pastel, puse los globos rosas de 14 en la pared para tomarlo ahí.
Todo estaba perfecto, la comida, el pastel, los bocadillos, todo. Llego la hora de cantarme el cumpleaños y apagaron todas las luces y prendieron las velas.
La velas eran una unidad de color rosadito metal muy lindas y claro, habían 14 de esas velitas.
Todos me cantaron el cumpleaños y era hora de pedir mi deseo.
Deseo que mi familia me apoye para poder irme a Rusia a estudiar Medicina y que mi familia este bien económicamente, con salud y que sea feliz.
Soplé las velas y todos me felicitaron, aplaudián y me sonreian.
Era...
Una noche especial.
Mire a todos con una gran sonrisa. Quien diría que ese sería mi último día de felicidad.
Quién diría que ese sería la última vez que vería a todos así de felices.
Quién diria que ese fue mi primer y último gran cumpleaños