(capítulo 34) Equipo Eficiente

Penúltimo capítulo.

Michelle se encontraba desplomada en el suelo, dando ahora pequeños gritos y quejidos, aferrada fuertemente a su brazo derecho. Sus amigos no lo pensaron dos veces para acercársele a brindarle ayuda pero la escena fue pavorosa.

Desde su hombro hasta su muñeca la cinta Crusoe se hizo notar. Amenazadora como las llamas de fuego palpitaba sobre ella una y otra vez sin detenerse aumentando los quejidos de Michelle.

Ya la preocupación no era una extraña en el rostro de ningunos. Jack y Owen desentendidos de lo que ocurría solo le daban aliento y la intentaban calmar, al contrario de los gemelos que perfectamente sabían lo que estaba ocurriendo y sus opciones de poder hacer algo contra la S.E.F.C se reducían a cero por ciento.

—¿Qué demonios es esa cosa que tienes en el brazo? —soltó Jack sin tartamudear.

Ante el silencio de Michelle debido al fuerte dolor Alexa respondió:

—Axel usó la S.E.F.C en ella.

—Ese hijo de perra —sentencio Jack pasando los niveles de enojo—¿Porque permitieron que eso ocurriera?.

—No pudimos hacer nada, ocurrió en la supuesta cita, créeme que si yo estuviera allí por nada en el mundo lo fuera permitido —sentencio Alex.

Los quejidos de Michelle disminuyeron pero no cesaron, estaba tan aferrada a su brazo que ya las marcas de sus uñas comenzaron anotarse.

—Alex ayúdame a sostenerla, voy acabar con esto de una vez por toda —el gemelo obedeció a Jack y sostuvo el cuerpo de Michelle con delicadeza—. Voy a realizar un conjuro de revocatorio, sostenla fuerte y cúbrete para evitar que se desvié hacia ti.

—Es imposible que lo logres, solo los estudiantes de cuarto año en adelante pueden hacerlo. Cómo es posible que tú…

—Ya te lo dije antes, tengo mis trucos… ahora no es momento de charlar, tenemos que eliminar el sello del cuerpo de Michelle cuanto antes.

Jack se agacho al lado de Michelle y volvió a sostener su brazo, lentamente lo examino y apretó su muñeca. El grito de Michelle fue más fuerte que los anteriores pero aun así Jack no soltó su brazo. Entre dientes murmuraba cosas, la zona donde tenía contacto con Michelle comenzó a chispear rayos de luces amarillos cada vez más fuertes unos tras otros… segundos después las llamas que penetraban el brazo cesaron y lentamente se fueron reduciendo hasta desaparecer por completo. Fue como que si la mano que sujetaba a Michelle la adsorbiera por completo eliminando hasta la última mala sensación de la S.E.F.C.

—¿Cómo te sientes ahora? —dijo ya la calmada voz de Jack ayudándola a colocarse de pie.

—Muchísimo mejor. ¿Qué me has hecho?.

—digamos que ya no le perteneces al imbécil del Axel… si no que ahora eres de mi propiedad.

Michelle soltó una risa sonora y junto a ella se sumaron los gemelos y Owen.

—Me alegras la noche con tus ocurrencias —volvió a reír—. Pero sea lo que sea que hayas hecho gracias, muchas gracias, me has quitado un gran peso de los hombros.

—Michelle, estoy muy contenta porque Jack te eliminó la S.E.F.C pero creo que debemos continuar con lo que vinimos hacer antes de que amanezca, o alguien nos cache dentro de la academia sin permiso.

—tienes razón gemela, terminemos con esto cuanto antes… todos escuchen: vamos a ir a la oficina del profesor Eduard y buscaremos todo lo que tenga que ver o esté relacionado con Morgan, la elemental más fuerte de todos los tiempo. Ustedes se preguntaran para que hago todo esto y la respuesta es simple y sencilla. Lo hago para encontrar a mi madre, aún tengo la esperanza de encontrarla y pedirle que me aclare muchas cosas y para lograrlo necesitaré de su ayuda, toda la ayuda que me puedan brindar.

—Cuenta con todos nosotros Michelle, te apoyaremos hasta el final —sentencio Jack con la aprobación de Owen y los gemelos.

—entonces no se diga más, manos a la obra.

Tras Michelle decir las últimas palabras subieron todos juntos al ascensor hacia las oficinas de los profesores piso 18-Direccion del plantel.

Una vez la puerta se abre ante ellos desalojan la caja metálica con total discreción y cuidado, como si alguien anduviera por allí y los descubrieran.

—Me parece insólito que lordfawer no cuente con personal de vigilancia en las horas que no presta servicio académico —se ofendió Alex al encontrarse con todo el lugar oscuro.

—Si fueran otras circunstancias te apoyaría gemelo —rebatió Owen—. Considerando que somos nosotros quienes osamos a entrar a la academia a estas hora yo diría que es lo mejor que nos pudo pasar, solo hay que encontrar el interruptor y listo.

—Lo tengo —Michelle lo a presionó y la energía eléctrica se hizo notar en todo el piso 18.

—woow, somos un equipo eficiente —intervino la divertida voz de Alexa—. Si seguimos así como vamos no duden que pronto nos reclutaran para formar parte de equipo especial de la asociación imperial mágica.

—En serio piensas en grande —Jack la observo con un leve desdén.

—Por aquí chicos —dijo Owen junto a Michelle llamando la atención de los demás para que los siguieran.

Cruzaron por un pasillo nada estrecho, cubierto de cuentos de puerta, cada una tenia marcada el nombre del profesor que le correspondía algunos que ya no estaban, otros jubilados hasta incluso de profesores ya fallecidos y más hacia el fondo los profesores actuales que seguían trabajando en la institución.

Todos continuaron con el plan, encontrar la puerta que le correspondía al profesor Eduard. Una a una cada puerta fue revisada incluso pasaban dos veces para cerciorarse si le pertenecía o no al profesor.

—La encontré, es esta —anuncio Alex sin esconder su emoción, inmediatamente todos corrieron a su dirección y Michelle lo felicito por su buena labor—. Hay un problema, está bloqueada.

Todos trataron de girar la perilla y en efecto estaba bloqueada. Impidiéndole la entrada a la oficina del profesor.

—Esto es raro —vocifero Owen— ninguna de las puertas anteriores estaba con llave, o por lo menos las que yo abrí y créanme que fueron casi todas.