Tú eres mi hogar.

HunHan | 482 palabras.

SeHun se escondió en el almacén mientras leía los mensajes de LuHan, el mayor estaba preocupado por él, pero SeHun ya le había explicado que no podía distraerse en horario de trabajo. Le marcó rápidamente para escuchar aunque sea unos minutos su voz.

—Dime que llegarás para la cena... —Suplicaron al otro lado de la línea.

—Claro que sí, aunque, ya sabes, se suponía que yo invitaría.

—Es nuestra primera navidad juntos, hay que pasarla de manera tradicional en el hogar. Además, no me he visto miles de tutoriales para cocinar un pavo y que al final salgamos a comer, de que te comes este pavo, ¡te lo comes!

SeHun se carcajeó y ese fue su error. La puerta se abrió y vio a su jefe arqueando la ceja para nada feliz.

—Perdón, yo-

—No quiero excusas lamentables. —¡El bajito tenía un carácter! —No te despido solo porque estamos en nochebuena, termina tu llamada y sigue trabajando.

—Al menos yo no engañé a mi pareja. —Murmuró Oh. —Bueno bebé, ya escuchaste a mi jefe, ¡te amo! Y, no hagas un incendio haciendo el ponche.

—¿Cómo haría un incendio?

—Eres LuHan.

—¡Oye!

Oh se rió y colgó para apresuradamente acomodarse el uniforme y salir. SeHun rezaba cada vez que iba de mesa en mesa para cobrar porque él realmente quería comprarle algo bonito a su prometido y el dinero que le pagaban no le bastaba, así que, solo le quedaba ser atento y carismático para que le dejaran buena propina.

Dieron las diez de la noche y solo quedaba esperar a los últimos clientes retirarse, pero su departamento quedaba un poco lejos, además debía de hacer una parada en una de las tiendas del centro para poder comprar el regalo, así que con toda la discreción del mundo salió del restaurante.

Entró a todas las tiendas, pero todo lo que parecía ser del gusto de LuHan costaba más de lo que él tenía. Dirigiéndose al apartamento con una mirada triste se topó con una anciana sentada en medio de la calle temblando del frío. Paso de largo, sin embargo, casi al terminar la calle no lo aguantó más; Navidad se trata de dar lo que tienes, de ayudar, de mostrarte a ti mismo que tienes sentimientos y de qué valoras el de los demás. Le dio el dinero a la anciana.

—¡Demonios, SeHun! Pensé que algo te había pasado —Sonaron las campanas y el menor quería llorar.

—No tengo un regalo.

—¿Y? —LuHan comprendió y se acercó a abrazarlo.—No me importa el regalo, me importas tú.

—Di el dinero que gané hoy.

—Se lo diste a alguien que de verdad lo necesita, ¿cierto?

Asintió. —Pero, dejaste todo lo que tenías por mí y ahora vivimos en esta pocilga.

—Tú eres mi hogar, amor. No importa como luzca sino cómo nos haga sentir y, yo me siento cómodo. —Rio.—Ven, ¡vamos a degustar el pavo!

Holu.

Algo lindo para alegrarles el día :D Espero les haya gustado <3

¿Quién será ese jefe malhumorado?🧐🐧