A papá lo encerraron en el manicomio. Se volvió loco pues aseguraba que un demonio le susurraba por las noches que iba a arder. Noche tras noche escuchaba los mismos susurros, amenazas de una muerte terrible, hasta que su mente colapsó.
De vez en cuando lo visito. No me reconoce, así que, cuando no hay una enfermera cerca, le susurro: “arderás, pronto arderás”.
¡Qué deleite ver cómo grita aterrado!
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fantasmas y presencias, demonios y dolor, muertes; leyendas; suspenso; terror.
Editado: 02.12.2023